Tras la victoria de Pecco Bagnaia el domingo, Davide Tardozzi quiso dar sus impresiones de como vivió la carrera de Motorland Aragón
El equipo oficial de Ducati ya cuenta con tres victorias en su casillero esta temporada, pues las dos de Jack Miller y la reciente de Pecco Bagnaia provoca que el equipo de Borgo Panigale se muestre sumamente contento con sus apuestas hechas el año pasado, ya que ambos pilotos han conseguido ganar en su temporada debut con el equipo fábrica.
Por ello, Davide Tardozzi fue preguntado sobre como vivió la última victoria obtenida hace unos días en Motorland, pues Pecco estrenaba el casillero de victorias este curso.
«Fue una carrera increíble. Nos ha dado emociones muy fuertes. Pecco ha sabido mantener a Marc detrás de él durante toda la carrera. Estuvo pegado a él de principio a fin. Sólo unas décimas de segundo les separaron. Manejar una situación así y ese tipo de presión, sin cometer errores, es algo que sólo puede hacer un verdadero campeón. Ha sabido gestionar la carrera de forma inteligente, y nos alegramos mucho por él. Se merece un gran aplauso».
Y es que, la victoria de Pecco en Motorland reflejó una carrera de las suyas en Moto2. Carreras de no ceder ante la presión, no fallar, y comandar la carrera de principio a fin pese a tener luchas por la primera plaza.
Pero a diferencia de las victorias en la categoría intermedia donde se proclamó campeón del mundo, Pecco, tuvo que estar leyendo en el dashboard mensajes por parte del equipo, algo que reconoció con anterioridad que no le gusta, pero Tardozzi prefirió enviarselo.
«Fue idea mía», respondió, mientras sonreía. «A falta de cuatro vueltas, quería enviar esas señales. Obviamente, él sabía a quién se enfrentaba, sabía que estaba ahí detrás, y estaba esperando su error. Así que sólo quería ayudarle a mantener la claridad, como si dijera ‘ya sabes de lo que es capaz’. Una especie de mensaje subliminal quizás. No puedo decir si eso cambió las cosas o no».
La victoria de #GoFree se hizo esperar, ya que algunos errores en carreras anteriores le privaron de ello, por lo que Davide se siente incluso más feliz que Pecco de esta victoria.
«Definitivamente yo me siento más feliz. Pecco ha gestionado la carrera a la perfección, con una despreocupación y una claridad increíbles, demostrando una mentalidad de campeón.»
El de Turín tuvo el año pasado en Misano la primera oportunidad de ganar en la categoría de MotoGP. Sin embargo, un tear-off le llevó al suelo cuando comandaba la carrera de forma contundente, por lo que tuvo que esperar a este año para tener nuevas oportunidades.
La primera bola de partido la tuvo en Mugello, pero se iba al suelo debido a que los sentimientos por la muerte del joven piloto estaban a flor de piel. Más tarde, volvió a tener la oportunidad en Austria, pero la lluvia apareció a falta de 3 para el final y Binder arriesgo más que el resto, por lo que se hizo con la victoria, y Pecco tuvo que conformarse con el segundo cajón.
Pero finalmente, quién la sigue la consigue, por lo que Pecco imprimió un fuerte ritmo en Motorland y consiguió la victoria.
«Nos hubiera gustado ganar en Mugello, pero debido a una situación contingente, quizá relacionada con la tragedia con Dupasquier, cometió un error. Pecco es un tipo sensible, y ese suceso podría haberle desestabilizado ese día. Nosotros, como Ducati, no teníamos dudas de que la victoria llegaría tarde o temprano. Por supuesto, no hemos tenido tantos resultados como nos hubiera gustado tener esta temporada, por una u otra razón, especialmente en algunas pistas, aunque Pecco siempre ha sido muy rápido. A mí personalmente nunca me ha gustado sacar a relucir términos como «mala suerte».
Todas estas oportunidades perdidas por parte de Pecco y de Ducati hicieron surgir la pregunta de si los ejecutivos deportivos de Ducati y el piloto italiano habían hablando para conseguir una calma o motivación mayor de lograr dicho reto.
«Obviamente, hemos hablado muchas veces. Pero debo decir que Pecco nunca ha perdido el ánimo. Siempre ha sido consciente de sus capacidades, desde el principio del año. Incluso en los momentos menos positivos, nunca ha perdido esa chispa en sus ojos, la certeza de quien sabe que puede llegar a donde quiere».
