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El vínculo entre Estados Unidos y las carreras de Fórmula 1 es largo e intrincado. Se ha corrido de manera intermitente, en diversas ciudades y circuitos a todo lo largo y ancho del país, a veces con otro nombre, a veces más de una vez por temporada.

La primera vez que se corrió un Gran Premio de Estados Unidos fue en 1908 y se integró al calendario oficial de la Fórmula 1 en 1959. Entre este año y 1991 se corrió en Riverside (California), Sebring (Florida), Watkins Glen (Nueva York), Dallas (Texas) y Phoenix (Arizona). Hubo también algunos años en los que se llevó a cabo el Gran Premio del Este (en Detroit, Michigan), para diferenciarlo del Gran Premio del Oeste (en Long Beach, California). Además, y formando parte del calendario oficial, en 1981 y 1982 se corrió el Gran Premio de las Vegas, Nevada (conocido también como el Gran Premio de Caesars Palace). Y no olvidemos que entre 1950 y 1960, las 500 Millas de Indianápolis también fueron puntuables para la Fórmula 1. En otras palabras, todo un lío.

A partir de aquí la historia es más sencilla y después de ocho años de inactividad el Gran Premio de Estados Unidos volvió. Entre 2000 y 2007 se corrió precisamente en Indianápolis, Indiana. Para estas carreras se utilizó una parte del trazado del legendario Indianapolis Motor Speedway. Así es, el mismo óvalo en donde se disputan las 500 Millas de Indianápolis. De las ocho ediciones que tuvieron lugar aquí, Michael Schumacher se llevó la victoria en cinco ocasiones. Después de esta etapa, vino nuevamente un periodo de inactividad de 2008 a 2011. En 2010 se anunció el regreso de este Gran Premio y fue así como, en 2012, llegamos a la ciudad texana de Austin y el Circuito de las Américas ha sido desde entonces la casa del Gran Premio de Estados Unidos, salvo el año pasado, pues, debido a la pandemia, la Fórmula 1 no viajó a América.

Hubo también un proyecto que finalmente se quedó en el tintero y al cual se le llamó El Gran Premio de América. Este se hubiera corrido en un circuito callejero en Nueva Jersey. Llegó incluso a aparecer en el calendario provisional de 2013, pero finalmente no se concretó. El próximo año, Estados Unidos recibirá en dos ocasiones a la Fórmula 1. Además de Austin, se correrá la primera edición del Gran Premio de Miami, en un nuevo trazado alrededor del Hard Rock Stadium que ha levantado muchas expectativas.

El Gran Premio de Estados Unidos nos ha dejado grandes momentos que todavía recordamos, como el gran duelo de adelantamientos entre Keke Rosberg y Gilles Villeneuve en 1982, en el que intercambiaron posiciones varias veces o aquel, gran duelo también, entre Jean Alesi y Ayrton Senna en 1990. Alesi lideró las primeras 34 vueltas, Senna las 38 siguientes y finalmente ganó la carrera. Ese segundo lugar representó el primer podio de Jean Alesi en la Fórmula 1. Claro, sin olvidar el momento más “vistoso” de la carrera cuando un problema en el tanque de aceite del auto de Nigel Mansell hizo que despidiera una espectacular llamarada, afortunadamente sin mayores consecuencias.

En 2004, Fernando Alonso tuvo en Indianápolis una de las mejores salidas de su carrera, pues al llegar a la primera curva del circuito ya había pasado de la novena a la tercera posición. Desgraciadamente, no terminaría la carrera pues sufrió un fuerte accidente al reventarse su neumático trasero derecho. En la misma carrera, y por los mismos motivos, Ralf Schumacher sufrió también un aparatoso accidente y tuvo que ser trasladado al hospital. Días después, en una clínica alemana, se le diagnosticó la fractura de dos vértebras de la espalda.

Y no podemos hablar del Gran Premio de Estados Unidos sin mencionar la carrera de 2005. Ese año fuimos testigos de una de las mayores polémicas en la historia de la Fórmula 1. De los veinte autos que debían participar, solo seis corrieron. ¿La razón? Problemas con las llantas Michelin que siete de los equipos utilizaban. Los otros tres equipos, los que corrieron, usaban llantas Bridgstone (Ferrari, Minardi y Jordan). Un trompo de Ricardo Zonta y un fuerte despiste de Ralf Schumacher en la curva 13 durante las prácticas hicieron sonar las alarmas, pues ambos percances se debieron a problemas con los neumáticos. Esto sumado a la imposibilidad de hacer cambio de compuestos durante la carrera, debido a una nueva regla, y un reciente reasfaltado de la pista hacían temer lo peor. Hubo varias propuestas para tratar de solucionar el problema, entre ellas se sugirió disminuir la velocidad de la curva 13 (una curva peraltada) para tratar de reducir el riesgo. Finalmente, la curva no se modificó argumentando, entre otras cosas, que esto pondría en desventaja a los equipos con llantas Bridgstone. Esta decisión fue tomada a pesar de que representantes de Michelin habían expresado que, si no se reducía la velocidad en esa curva, no podían dar garantías del buen funcionamiento de los neumáticos por más de diez vueltas. Incluso se mandaron de emergencia, desde Francia, nuevos juegos de neumáticos que al final no se utilizaron.

Llegó el domingo y nadie estaba seguro de lo que iba a pasar, por un momento llegó a pensarse que la carrera se desarrollaría normalmente. Los veinte autos estaban listos para dar la vuelta de formación y todos hicieron el recorrido, pero, al completarla, en lugar de enfilarse hacia sus lugares de partida, catorce autos entraron uno tras otro al pitlane. Una carrera que fue altamente criticada y duramente abucheada por el público presente pues no entendía lo que pasaba y solo pudo ver cómo casi tres cuartos de la parrilla desaparecía. No era el espectáculo por el cual habían pagado. De los actuales pilotos, Kimi Räikkönen y Fernando Alonso estuvieron presentes ese día y, por cierto, ese año se disputaban el campeonato de pilotos lo que hacía muy delicada la situación. Fernando Alonso declaró después que sus instrucciones eran muy sencillas, puesto que Kimi salía en la posición 2 y él en la 6, sólo tenía que hacer lo que su contrincante hiciera. Si Kimi se quedaba afuera, él se quedaba afuera, si Kimi entraba a boxes, él entraba a boxes… y así sucedió, ninguno de los dos corrió. El polémico podio estuvo conformado por Michael Schumacher, Rubens Barrichello y Tiago Monteiro (su único podio en la Fórmula 1).

En 2007, Sebastian Vettel, que era el tercer piloto de BMW Sauber, corrió aquí su primera carrera de Fórmula 1 (en sustitución de Robert Kubica, por su accidente en el Gran Premio de Canadá). Terminó en octava posición y se llevó un punto. En aquel momento, con 19 años y 11 meses era el piloto más joven en puntuar en la Fórmula 1 (años después, Max Verstappen le quitaría este récord).

En 2018 Kimi Räikkönen se reencontró en Estados Unidos con la victoria, pues no ganaba un Gran Premio desde Australia 2013. Desgraciadamente, esa fue la última vez que lo vimos subir a lo más alto del podio. Este triunfo lo convirtió también en el piloto finlandés con más victorias (21) por encima de Mika Häkkinen que logró 20 triunfos en su carrera. Y sin saber lo que nos depararía el futuro, en esa misma carrera vimos un muy buen duelo entre  Hamilton y Verstappen, que terminaría ganando Max, sin toques aquella vez.

El mayor ganador de este Gran Premio es Lewis Hamilton con seis victorias, la primera conseguida en Indianápolis y las siguientes en Austin. Además, se proclamó aquí campeón dos veces con los triunfos de 2015 y 2019.

En los últimos años, Mercedes ha dominado ampliamente. En esta ocasión, 36 puntos lo separan de Red Bull y Max Verstappen tiene solamente seis de ventaja sobre Lewis Hamilton. Sin duda, lo que suceda este fin de semana será de suma importancia en la lucha por ambos campeonatos. Si bien es cierto que los resultados de Red Bull fueron bastante buenos en la última carrera, la velocidad que mostró Mercedes en Turquía debe tener preocupado a más de uno en Milton Keynes. Ya estamos a solo unos días de saber lo que se escribirá en esta nueva página. Además, para muchos de nosotros, será la primera carrera de la temporada en la que no tendremos que madrugar. Un cambio que no viene nada mal…

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