El asesor de Red Bull, Helmut Marko, habló de Max Verstappen afirmando que el Gran Premio de Mónaco de 2018 supuso un antes y un después para el holandés, además de comentar que podría haber sido campeón antes
El debut de Max Verstappen supuso un antes y un después ya que fue anunciado como piloto oficial de Toro Rosso en 2014 para la próxima temporada. El piloto holandés tenía en aquel momento 16 años cuando se hizo oficial que debutaría en la Fórmula 1 al año siguiente. Para ello, debutó con 17 años en unos entrenamientos libres en Suzuka la temporada de 2014.
Recientemente, el asesor de la escudería austriaca reveló en una reciente entrevista para el medio holandés Formule1 que dicha elección fue a propósito: «Tomamos la decisión consciente de lanzar a Max a lo más profundo. Suzuka fue diseñado por un holandés, así que un circuito para chicos, eh. Eso fue todo un reto para Max.»
«Pero creía que con él habíamos encontrado a alguien que se convertiría en la nueva norma. Y en Suzuka se confirmó lo que ya sabía: Max no hizo nada malo en esa sesión de entrenamiento, fue competitivo desde el primer momento en que se subió a un coche de Fórmula 1″, dijo el austriaco.
El asesor explicaba entonces cómo era en aquel momento el joven piloto: «A los 16 años firmó su primer contrato de Fórmula 1. Estaba claro que tenía que crecer como persona. Es decir, todavía era un niño y en ese momento todavía tenías la superioridad de Jos.»
«Pero esto se desarrolló en paralelo: cuanto más independiente se hacía Max, más se retraía Jos. Al principio esto no siempre fue un proceso fácil. Max tuvo dos reuniones técnicas: primero con el equipo y luego con Jos… Está claro que esto no puede continuar«.
Sin embargo, Helmut cree que Max se desarrolló rápido y podría haber sido campeón antes: «Ha desarrollado su propia opinión con relativa rapidez y también se ha expresado con mucha claridad en las entrevistas. Es un Verstappen, ¿no? Si algo no le gusta, lo dirá.»
«A veces, como en México con los comisarios, eso no ayudó. Pero así somos nosotros. Max tiene ahora 24 años y es uno de los deportistas mejor pagados de Holanda, pero eso no le ha hecho cambiar ni un ápice. Vive su propia vida y se ha tranquilizado tras su primer título mundial».
«Por ejemplo, la impaciencia por querer conducir cada vuelta al límite ha desaparecido. Lo sabe: en la clasificación y en la carrera hay que ser rápido. Por desgracia, no conseguimos ser el campeón mundial más joven. Creo que es por esos motores milagrosamente rápidos de Ferrari en 2019 y luego Mercedes dio un paso al frente, quedando de nuevo Honda atrás.»
«De lo contrario, podría haber sido campeón entonces. Los errores que cometió al principio, como los choques en Monte-Carlo en el mismo lugar y ese otro momento culminante en Austin donde hizo una parada en boxes autoinfligida, te dejan fuera».
Y es que Marko señala precisamente lo sucedido en Mónaco como lo que supuso un cambio para el piloto holandés: «No se puede exigir todo de inmediato. Pero todo fue bien, Max estuvo extraordinario en la primera temporada. En Monte-Carlo tuvo su primer accidente, allí fue un poco provocado por Grosjean. Si nos quedamos con Monte-Carlo: se estrelló allí dos veces más después.»
«La misma curva, el mismo lugar, mientras que dos veces tuvimos un coche con el que podíamos ganar. Esa fue la primera vez que vi a Max llorando. También me decepcionó. Cuando tienes un coche tan bueno, no deberías aparcarlo en la cuneta. Afortunadamente, aprendió de ello, y finalmente lo consiguió el año pasado», concluyó Helmut.
