3 '

Trust the process

Fernando Alonso y su Alpine A522 nos ha roto el corazón en la clasificación del Gran Premio de Australia. El asturiano, que se mostró durante las tres sesiones de libres como la alternativa a los grandes, acabó estrellándose contra el muro en la Q3 por un fallo hidráulico cuando venía en tiempos de pole. La maldita fiabilidad, como en Jeddah, privó al español de algo que todos los aficionados a la Fórmula 1 llevamos esperando desde 2014.

Si ‘El Plan’ era esto, ser la alternativa a Ferrari y Red Bull, a mí me gusta. Un equipo como Renault -reconvertido a Alpine- no puede permitirse lo que ha ocurrido en los últimos años. Un coche de mitad de tabla, peleando por entrar en Q3 y que añoraba los tiempos en los que Flavio Briatore, Giancarlo Fisichella y ‘El Nano’ sacaban magia de ese R26. Para ganar hay que arriesgar, y eso han hecho desde Enstone y Viry-Châtillon.

Puede que los nuevos aficionados que están llegando a la Fórmula 1 desde la llegada de Liberty Media y los españoles que se han reenganchado a la competición con la vuelta de Fernando Alonso no entiendan cómo funciona este deporte. El reglamento de 2022 era un giro de 180º a lo que venía sucediendo en la etapa sombría en la que se había convertido la competición desde la llegada de los motores híbridos. Un concepto aerodinámico totalmente distinto, con menos turbulencias y con la última posibilidad de actualización de potencia de los motores hasta 2026, en el que se espera que el grupo VAG forme parte importante de la parrilla.

En un campeonato en el que el motor es la parte más fundamental del monoplaza, Alpine ha arriesgado. Lo dijeron por activa y por pasiva: “hemos optado por la potencia en pos de la fiabilidad”. Laurent Rossi lo comentó personalmente y Alain Prost, tras su salida como consejero de la escudería francesa, confirmó que no estaban contentos con este aspecto, pero sabían que había potencia. El reglamento no contempla mejoras en este último aspecto, pero sí en el primero: las escuderías pueden introducir mejoras en su unidad de potencia para mejorar la durabilidad de los componentes sin ningún impedimento.

¿Un equipo de Fórmula 1 con las pretensiones que tiene Alpine-Renault se puede permitir, temporada tras temporada, ser la cuarta o quinta escudería? La respuesta es un no rotundo. Hay mucho dinero de por medio -Francia es accionista de la marca francesa-, un estatus que debe aumentar y una competición de por medio. Se trata de ganar o, al menos, estar lo más cerca posible de ello.

El karma le debe varias a Fernando Alonso, sobre todo tras su paso por Mclaren-Honda. Está en una etapa de su carrera en la que quiere disfrutar, y pese a ese fallo mecánica en las qualy del GP de Australia, el asturiano lo está haciendo. Se le ve con la misma confianza de sus mejores años, vapuleando a su compañero durante todo este fin de semana y acaparando todas las miradas del paddock. Helmut Marko y Toto Wolf, sin ir más lejos, han comentado tras la sesión de clasificación el buen rendimiento del asturiano, que podría haber sido cuarto o mejor perfectamente. La velocidad está ahí y la fiabilidad acabará llegando.

El humano necesita de la fe para seguir avanzando etapas. ‘El Plan’ no es más que un movimiento emanado de las redes sociales, de esos aficionados de Fernando Alonso que necesitaban ver a su ídolo de la infancia con un coche campeón. No es real, es una construcción social, pero si de verdad lo fuese… Hay que confiar en el proceso.

Fernando Alonso (ESP) Alpine F1 Team A522.  Australian Grand Prix, Saturday 9th April 2022. Albert Park, Melbourne, Australia.

Deja un comentario