TCR MID – OHIO: «Puro Cyanuro»
Lynk & Co envenena la mezcla con la que BRC Hyundai pretendía darse un baño de gloria en Estados Unidos. Paz hecha guerra bajo un cielo azul celeste.
Lynk & Co envenena la mezcla con la que BRC Hyundai pretendía darse un baño de gloria en Estados Unidos. Paz hecha guerra bajo un cielo azul celeste.
Simple y llanamente, sin excéntricos maquillajes y con la gran emoción que traen los circuitos en su más pura esencia. ¡Nada Mejor para Volver a lo Grande!
Y niebla gris para echar el telón de una temporada que, entre dudas, asombros y despedidas, regaló a la hinchada un truco final sobradamente impactante.
La unión hizo la fuerza, mostrando al mundo un adelanto de la que puede ser la jugosa tónica del futuro WRC tanto en materia de organización como de protagonistas.
Las complicaciones del parto hicieron de las suyas contra una carrera que, visto lo visto, sobrevivió hasta dejar la incubadora sabiendo caminar a la perfección.
El atroz secuestro de Helios puso todo el cielo patas arriba, sembrando el caos en una tierra donde incluso los héroes más imponentes se ahogaban al alzar la voz.
Acaramelado, platónico, fugaz, radiante bajo un clima idílico y, por increíble que parezca, traducido también al lenguaje de la competición. He aquí su pasión.
Correr, sin más misterio, es la clave de una fase de la temporada que ensalza a quienes verdaderamente se mimetizan con el acelerador con más cabeza que nadie.
Incluso el más escéptico de los afanes de aprender parece abocado a descubrir que las cosas son como deben ser. Es palabra Masái, única e… ¿intachable?
Cuenta la leyenda que en el corazón de la suculenta isla habita una criatura capaz de hacerla inexpugnable ante conquistadores convertidos en prisioneros.