Max Verstappen fue capaz de obtener un segundo puesto en el Gran Premio de Austria tras una dura carrera en la que sufrió mucho con la degradación del RB18
El piloto holandés no tuvo una carrera fácil contra los Ferrari debido a la alta degradación del RB18, y es que ya antes de la primera parada fue adelantado por Charles Leclerc. Entonces, desde el equipo austriaco le pararon antes y aunque consiguió un undercut, el alto ritmo del monegasco cuando puso duros le permitió recuperar el liderato.
Fue entonces cuando pasó a pensar en no perder el podio ya que desde el muro le dijeron que mantuviera el mismo ritmo de Hamilton, después de su segunda parada. Cuando los dos Ferrari pararon salieron detrás de él de nuevo. Leclerc volvió a adelantarle fácil pero cuando llegó Sainz a su altura, el motor del madrileño dijo en ese momento basta y tuvo que retirarse.
Un Virtual Safety Car provocó que tanto Max como Charles pararan en boxes y durante las últimas vueltas el holandés trató de alcanzar al monegasco, que tenía problemas con el pedal de su acelerador. Aunque quedó cerca de conseguirlo, finalmente no pudo y terminó segundo.
Tras la carrera, Max manifestó que no había sido fácil: «Día complicado. Inmediatamente empezamos a sufrir con los neumáticos y eso ocurrió con todos los compuestos. Demasiada degradación para poder atacar a Charles, pero aun así un buen segundo puesto. Un resultado positivo en un día difícil».
Finalmente habló de los aficionados en el circuito, ya que muchos eran fans del propio holandés: «Su humo naranja no me distrae. Es un color precioso y no me importa conducir en medio de este paisaje. Ver a tantos aficionados aquí en Austria es hermoso.»
«Lamentablemente, hoy no he podido darles una victoria, pero el segundo puesto es un resultado decente. Con Charles hemos estado luchando todo el año, es genial ver estas batallas», concluyó Max Verstappen.
