Pese a no tener un gran palmares, el chico de Granollers se muestra muy tranquilo y contento con su carrera deportiva, ya que con el paso de los años, este fue mejorando sus números y su rendimiento
Aleix Espargaró siempre fue de los pilotos que más críticas recibió, pues bien es cierto que el #41 le gusta no callarse nada frente a sus haters, por lo que este les responde por redes sociales sin miramiento alguno. Y es que, esto provocó que la mayoría de gente crea que Aleix no es buen piloto y que siempre es un llorón. Pues hasta el año pasado no empezó a tener las armas necesarias como para empezar a luchar por cosas importantes, ya que desde que llegó a la casa de Noale, la moto no funcionaba por algún motivo, y normalmente era por la fiabilidad del motor. Pues era francamente malo.
Es por esto por lo que el rendimiento del mayor de los Espargaró siempre se midió en función de su compañero de equipo, ya que la gente consideraba que cada piloto que llegaba al box de Aprilia pondría las cosas difíciles al #41, incluso batirlo casi siempre, pero esto no es algo que preocupe a Aleix, ya que es conocedor de su talento.
“No es una cosa que me moleste. La gente parece que no está convencida de que soy un piloto bueno y rápido. Cada año dicen: ‘El que llega ahora estará delante de él’. Y luego es ‘el piloto que vendrá el próximo año definitivamente acabará delante de él’”.
Además, Aleix sabe que cada piloto que llegó a compartir box con él, fue mejor que el anterior, ya que en principio, el palmarés deportivo de su compañero era mucho más llamativo que el del piloto catalán.
“Todos eran pilotos rápidos. Si miras, Bradley Smith fue sexto en el Mundial con Yamaha. Eso no es tan fácil. Scott Redding fue un campeón del mundo. Andrea Iannone ganó con Ducati. Ahora ha llegado Maverick, que ha ganado muchas carreras con Yamaha. Estoy haciendo mi mejor esfuerzo. Estoy cómodo con Aprilia y no creo que sea fácil ganarme con la misma moto”.
Con respecto a su nuevo compañero de equipo, sigue pensando lo mismo que en 2015 y 2016, ya que el trato entre ambos es francamente bueno, pues su trayectoria en Suzuki duro lo mismo, y posteriormente los caminos se separaron, pero nuevamente, se juntaron y el trato sigue siendo el mismo.
«No veo mucha diferencia. Maverick ganó en Qatar el año pasado y sigue siendo un piloto muy rápido. Es cierto que (en el 2016) entonces tenía un poco menos de experiencia, seguro que pensaba un poco menos y se divertía un poco más, sin presiones. Esa es la única diferencia que se me ocurre».
Finalmente, la espada de Aprilia reconoce que su compañero de equipo llegará más pronto que tarde al nivel suyo, pero que necesita armarse de paciencia e ir encajando las piezas del puzzle según vayan tocando, pues un exceso de ganas podría provocar que este se frustrase en exceso y no lograse su misión principal, ganar el campeonato del mundo con Aprilia.
“El problema es que lo queremos todo ya, preferiblemente hoy, pero solo lleva tiempo adaptarse al equipo y a la moto. Y esta es sin duda la temporada del mundial con el nivel más alto de la historia, es realmente impresionante. Pero Maverick es un piloto fuerte y seguro que llegará a estar mi nivel”.
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