TCR ZHUZHOU 2024: “Oda al Automovilismo”
Maneras de disfrutar, de competir, de cooperar, de revivir, de celebrar y de exprimir el deporte que amamos con tanta pasión. He aquí una como ninguna.
Maneras de disfrutar, de competir, de cooperar, de revivir, de celebrar y de exprimir el deporte que amamos con tanta pasión. He aquí una como ninguna.
Despacio, con buena letra y al son de una discreción en la que crece ante quienes descorchan el champán en el podio. Ellos suben y bajan. Él siempre vence.
Y, claro está, de Guerra, una gratamente abierta tras la fantástica primera cita entre el certamen mundial de turismos y un circuito querido por el mundo entero.
Lynk & Co envenena la mezcla con la que BRC Hyundai pretendía darse un baño de gloria en Estados Unidos. Paz hecha guerra bajo un cielo azul celeste.
Simple y llanamente, sin excéntricos maquillajes y con la gran emoción que traen los circuitos en su más pura esencia. ¡Nada Mejor para Volver a lo Grande!
Y niebla gris para echar el telón de una temporada que, entre dudas, asombros y despedidas, regaló a la hinchada un truco final sobradamente impactante.
La unión hizo la fuerza, mostrando al mundo un adelanto de la que puede ser la jugosa tónica del futuro WRC tanto en materia de organización como de protagonistas.
Las complicaciones del parto hicieron de las suyas contra una carrera que, visto lo visto, sobrevivió hasta dejar la incubadora sabiendo caminar a la perfección.
El atroz secuestro de Helios puso todo el cielo patas arriba, sembrando el caos en una tierra donde incluso los héroes más imponentes se ahogaban al alzar la voz.
Acaramelado, platónico, fugaz, radiante bajo un clima idílico y, por increíble que parezca, traducido también al lenguaje de la competición. He aquí su pasión.