El piloto de Yamaha ha sido el que más en forma ha estado en los tests de pretemporada, por lo que en Jerez espera retomar donde lo dejó
Maverick Viñales fue sin duda uno de los pilotos más desfavorecidos por la explosión de la pandemia COVID-19. El piloto de Yamaha había sido el más brillante de todos en las pruebas de invierno y estaba al comienzo de la temporada 2020 con la ambición de convertirse en el anti-Marquez.
Una ambición que el español no parece haber dejado del todo a un lado, fuerte precisamente por un gran invierno y el hecho de que al final todo el mundo tendrá que partir de ahí este fin de semana en Jerez de la Frontera, después de cuatro meses alejado de sus motos.
«¡Me alegro de que la espera haya terminado! Terminamos los tests de invierno de forma positiva: tuve una buena pretemporada porque estuve tranquilo y tuve un buen ritmo tanto en Malasia como en Qatar, así que creo que llegaré a la primera carrera en buena forma», dijo Maverick.
La pista andaluza, sin embargo, es diferente de las visitadas en invierno, por lo que tendrás que intentar volver a empezar de la forma correcta, aunque ahora mismo lo más importante es volver finalmente a la M1.
«Jerez es un circuito muy diferente, así que mañana tendremos que ver cómo es la situación. No puedo esperar a volver a la moto, a todo gas, y sentir la sensación de la carrera. También será agradable ver al equipo de nuevo porque los extrañé mucho».
Para tener una idea de como serán las cosas, hoy tendremos un día de test, con dos sesiones de 90 minutos disponibles, Viñales espera que esto sea el preludio de un año de satisfacción.
«Una cosa sabemos con certeza: todos los aficionados estarán viendo el GP de España desde casa, así que quiero hacer todo lo posible durante los tests para preparar una buena batalla por la victoria o por el podio del domingo. Quiero que esta sea una temporada llena de buenos recuerdos».
