Jack Miller explicó que vio una posibilidad de podio en el Gran Premio de España, pero que posteriormente perdió debido a una entumecimiento en una mano en la segunda mitad de la carrera de Jerez
Miller, que se unirá al equipo oficial de Ducati el año que viene, estuvo entre los tres primeros durante las primeras 19 de las 25 vueltas programadas en Jerez, tras salir desde la quinta posición de la parrilla.
El piloto de Ducati Pramac había logrado subir al segundo lugar, detrás del ganador Fabio Quartararo, después de adelantar a la Yamaha de Maverick Viñales en la novena vuelta, y mantuvo la posición hasta que el español lo adelantó unas 10 vueltas después.
«Jackass» posteriormente cayó al cuarto lugar cuando Marc Márquez lo supero en la vuelta 20, el australiano finalmente recuperaría la posición una vuelta más tarde cuando el español se fue al suelo. Sin embargo, al final, el #43 no pudo subir al podio debido a que los últimos ataques de Andrea Dovizioso fueron fuertes.
Después de terminar cuarto, a menos de un segundo del piloto de Forlì, Miller explicó que los problemas con su mano derecha lo frenaron y lo retrasaron.
«El mayor problema que tuve fue un pequeño entumecimiento en mi mano a falta de 12 vueltas», dijo Miller. «Creo que tiene algo que ver con la posición en el manillar. A partir de ese momento, fui un blanco fácil».
«Mis neumáticos eran fantásticos, mi moto era fantástica. Fue una pena perder la sensibilidad y no poder ser suave con el acelerador hacia el final de la carrera».
«Hoy tomamos la cuarta posición y los puntos importantes para el campeonato, finalmente volveremos aquí en siete días con una imagen más clara ahora que hemos dado 25 vueltas en carrera».
Y añadió: «Es una pena que no estuviéramos en condiciones de seguir a Maverick como me hubiera gustado porque terminó justo delante de mí. Pero no creo que hubiera podido quedarme con Fabio porque hoy tenía un gran ritmo».
Miller explicó entonces que las características del circuito de Jerez han jugado un papel importante en su problema, el cual admitió haber experimentado ya durante el GP de España el año pasado.
«En los giros a la izquierda no es un drama, el frenado no es un drama. Creo que podría haber sido un problema de bombeo del brazo como en el pasado, pero creo que tiene más que ver con la forma en que me agarro al manillar cuando me inclino hacia fuera de la moto».
