El equipo de bebidas energéticas traerá novedades para intentar acortar la distancia con Ferrari, los grandes dominadores de las primeras carreras
La temporada 2022 de Red Bull ha comenzado de forma muy extraña, con el doble abandono en Baréin y el reciente abandono de Max Verstappen en Australia. El RB18 es un coche rápido pero que en sectores lentos pierde tiempo comparado con Ferrari, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que Ferrari se centró en el programa de este año hace meses mientras que Red Bull tuvo que centrarse en 2021 y a la vez en 2022.
El mayor problema que tiene el monoplaza es que tiene problemas de fiabilidad, algo que puede pasar factura de cara a final de problema. Helmut Marko una de las voces más llamativas del paddock ya comentó que habló con Honda para que los problemas con la línea del combustible a alta presión no se repitieran. Este hecho se debe al porpoising, el famoso fenómeno del 2022 y que tantos dolores de cabeza está trayendo a los equipos.
Corregido el problema, Red Bull ya está en marcha para traer mejoras importantes al RB18, Horner comentó que no habría actualizaciones grandes para Imola debido a que el fin de semana se compacta debido a la clasificación al sprint acortando así las sesiones de libres. Helmut Marko tiene otra opinión bien diferente: “Hemos decidido que iremos con todo y para ello tomaremos riesgos aunque no funcionen bien, llevaremos actualizaciones no somos contables sabemos que será difícil pero correremos ese riesgo”.
