Pérez realizó ayer un día de entrenamientos con el RB15 para acomodarse y aprender los sistemas del equipo, declarando que Red Bull tiene mucho potencial
Sergio Pérez disfrutó ayer de su primer día como piloto de Red Bull en la pista. El mexicano se subió al RB15, monoplaza del equipo austriaco hace dos años. Dicho rodaje también sirvió para tener unas primeras imágenes del mexicano.
Checo consiguió dar un gran número de vueltas con el monoplaza de 2019 para así optimizar su asiento y la posición de los pedales. A pesar de pilotar el RB15, el mexicano confesó que era un «sueño hecho realidad, a pesar de conducir un coche de 2019».
«Ha sido increíble. Ver mi nombre en el coche es algo muy especial. Definitivamente es un sueño hecho realidad.»
«Ya hemos hecho mucho trabajo en el simulador trabajando en los controles y estoy contento con el progreso que hemos hecho en términos de sentirnos más cómodos en el coche», comentó Checo Pérez.
A pesar de las diferencias entre los coches que él ha pilotado y este RB15, el mexicano confesó que al final sigue siendo un monoplaza de Fórmula 1: «Al final sigue siendo un coche de F1.»
«Pero la posición del asiento es diferente, el volante, los frenos, los botones, los procedimientos, el motor y la entrega de potencia, el par motor, tantas cosas son diferentes. Pero veo que hay mucho potencial en este equipo», comentó Checo.
Ahora mismo, tanto Checo como Max Verstappen se encuentran en Silverstone en un filming day con el RB16B.
