El tetracampeón del mundo tampoco pudo salir a pista todo lo que le hubiera gustado en el último día de test por nuevos problemas mecánicos en el AMR21
La mala suerte y las dificultades que acompañaron a Sebastian Vettel en la última parte de su aventura ferrarista parecen haberle seguido en su nueva aventura con Aston Martin.
El piloto alemán fue sin duda el que más problemas técnicos sufrió en los tres días de pruebas en Bahréin.
Después de los problemas con la caja de cambios sufridos el sábado por la mañana y que le obligaron a terminar su jornada con sólo 10 vueltas completadas, el domingo el AMR21 sufrió un nuevo fallo, que no ha sido identificado o al menos anunciado públicamente.
Así, Vettel se vio obligado a estar en el box durante prácticamente toda la segunda mitad de la tarde, del último día sin poder volver a la pista.
Finalmente, el tetracampeón del mundo pudo completar 56 vueltas, frente a las 80 que completó Lance Stroll durante la mañana. Los dos pilotos de Aston Martin nunca se centraron en marcar una vuelta rápida con poco combustible, terminando el día 3 con los dos peores tiempos.
En declaraciones a través del perfil de Twitter de la escudería británica, mientras los demás pilotos seguían en pista, el propio Vettel admitió que el test de Sakhir no le fue como esperaba.
«Lamentablemente no ha sido el fin de semana que esperábamos», comentó. «Esperábamos hacer más vueltas y más kilómetros, pero desgraciadamente, así fueron las cosas».
«Sin embargo, tenemos que dar las gracias a los mecánicos que trabajaron tan duro y se esforzaron todo lo que pudieron, tras unos días muy ocupados».
«Era importante para mí estar en el coche, ya que estamos en una curva de aprendizaje que continuará en las dos primeras carreras. Estoy deseando volver a subirme al coche, me he divertido mucho cuando he podido estar en la pista», dijo el tetracampeón.
