Helmut Marko de Red Bull ha revelado el coste financiero que supone para su equipo el COVID-19, algo que espera pueda ser al menos parcialmente aliviado por la decisión de la Fórmula 1 de retrasar sus nuevas regulaciones.
Obligado a trabajar desde su casa con la temporada 2020 en espera debido a la pandemia de coronavirus, Marko reveló que la fábrica «todavía está trabajando a todo gas», pero sentirá el golpe de los grandes premios perdidos en su bolsillo.
«Todos los equipos tienen que esperar una pérdida de ingresos», dijo a Österreich. «Si se cancelan cinco carreras, se perderán 100 millones».
Actualmente las primeras ocho carreras de la temporada han sido eliminadas de su calendario original, pero como el CEO de la F1, Chase Carey, ha anunciado planes para un calendario con «15-18 carreras», se espera que algunas de ellas sean reprogramadas.
Entre las próximas carreras amenazadas está el Gran Premio de Austria de Marko en el Red Bull Ring, aunque él sostiene que el evento de su equipo en casa «debe agotarse».
«A mediados de mayo nuestras actividades de marketing deben comenzar, estamos manteniendo todos nuestros planes», afirmó.
Además, Marko espera que la decisión de la F1 de trasladar los coches de 2020 a la temporada de 2021 alivie parte de la carga, mientras que también proporciona el beneficio adicional de evitar que otros equipos hagan todo lo posible por sus próximos desafíos sin restricciones.
«Ahora tenemos un conjunto estable de reglas. Si lo congelamos, los costos disminuirán enormemente y la reforma [para 2022] quedará por debajo del tope presupuestario previsto», explicó.
Y aunque esas restricciones también se aplicarían a su equipo, Marko cree que su equipo ya está en posición para la contención.
«Queremos aprovechar nuestra oportunidad [en 2020] y competir con Max por el título», dijo.
