Cuenta la leyenda que en el corazón de la suculenta isla habita una criatura capaz de hacerla inexpugnable ante conquistadores convertidos en prisioneros.
La tormenta de arena que mantiene a nuestros nómadas motorizados en vilo los condujo hacia un país distinguido por su dilatada fama mundialista desde los orígenes de este campeonato: Italia. La 45ª edición del antológico Rally de San Remo, sin embargo, cedió el testigo en 2003 al paradisiaco enclave vecino de Cerdeña, escenario cuya vistosa e interminable línea costera esconde recónditos caminos de tierra escarpada que, desde entonces, año tras año, se fusionan hasta dar lugar a cambiantes itinerarios que hacen mella en la memoria de quienes se atreven a usarlos como terreno de juego en esta venerada especialidad intercontinental. Sin licencia para errar, los aspirantes volverían a aterrizar y desembarcar con la vista puesta en el cielo, ya que el característico olor a lluvia amenazaría con impregnar la atmósfera reservada a esta 20ª edición de la carrera, dando alas a Kalle Rovanperä, quien, por lo pronto, clamaba por dicho aroma durante una etapa del viernes en la que debería abrir y barrer pista por su condición de líder de la tabla general WRC. Dicha jornada estaba llamada a jugar un papel crucial en el devenir de la prueba, ya que contaría con la doble pasada a través del tramo cronometrado de “Monte Lerno – Sa Conchedda”, salvaje tributo a la vieja escuela de casi 50 kilómetros de longitud entre salida y meta. De esta forma se darían la mano resistencia y esprint para concebir un fin de semana compuesto por más de 330 kilómetros especiales distribuidos en 19 arranques a endiablado ritmo competitivo. Las notas fijadas por las tripulaciones durante los reconocimientos serían cruciales para mantener las aspiraciones con vida, ya que entre tanta roca, arbusto, talud y terraplén se cumpliría a las primeras de cambio lo vaticinado por un prestigioso oráculo como Dani Sordo, 2 veces vencedor absoluto en la isla: “Si fallas en Cerdeña, lo pagarás”.
Desde Olbia, epicentro oriental de la acción, partiría el jueves por la mañana el pelotón rumbo al Shakedown de calentamiento, prólogo marcado por el auge de un E.Lappi motivado por sus 2 últimos podios logrados a lomos del Hyundai I20, vehículo híbrido sobre el que también T.Neuville fue capaz de elevarse hasta la 2ª posición final al término de la sesión. Quedaba rápida y meridianamente claro que la escuadra surcoreana no quería fallarse a sí misma en un escenario tan complaciente como el que tenía entre manos. La fe del finés incluso le permitió arrebatar a su compañero belga el protagonismo en superespeciales inaugurales como la disputada esa misma tarde, decantando a su favor el primer scratch con una renta de 0,2 segundos sobre O.Tänak.
El amanecer del viernes cobró vida con la efectiva réplica de quien dejó hace mucho tiempo de llamar a la puerta antes de entrar en la pugna, S.Ogier, 4 veces ganador absoluto en la isla italiana y nuevo líder de la edición 2023 con 0,4 segundos de ventaja ante Lappi. Los pronunciados baches y badenes del recorrido hacían botar violentamente a los competidores, efecto que se propagó a una clasificación que volvió a alterar el resultado momentáneo de la contienda, concediendo el timón al excompañero del galo en Citroën al tiempo que T.Katsuta marcaba el mejor registro previo al paso por el purgatorio de Monte Lerno. Dicha travesía por el desierto bien pudo merecer un capítulo aparte en esta historia a raíz de lo vivido por algunos de los principales candidatos al triunfo final. Sin ir más lejos, Rovanperä tuvo que recurrir a sus prodigiosas manos para salvar una situación de vida o muerte desatada al poco de arrancar. El súbito encontronazo con vacas en medio del camino obligó a la dupla finesa a virar hacia alguno de los pedregosos márgenes de la vía, terminando a pocos centímetros de colisionar tanto contra el talud montañoso como con uno de estos pesados e inocentes animales. Media hora después, la cámara del control stop confirmó por boca del vigente campeón mundial WRC lo increíblemente difícil que había sido la especial, tramo que puso en jaque la confianza de otros aspirantes como los propios Katsuta, Neuville y Lappi, lastrados por puntuales contactos y salidas de pista. Con todo ello, las peores consecuencias posibles se cebaron con Sordo, quien quedó literalmente clavado en el firme contra el que aterrizó de morros tras otro violento y letal abandono de la ruta a través de un terraplén. En definitiva, todos desfallecían en mayor o menor medida…menos Ogier, proclamado último y único superviviente inmune a una carnicería que gestionaba con gusto y aplomo. Su prominente scratch se tradujo en liderato con 16,3 segundos frente a Lappi y 22 sobre P.L.Loubet, quien también sacaba pecho ante el maratoniano desafío que puso fin a esa sección matinal.
Seguidamente, el bucle vespertino trajo consigo lluvia que puso patas arriba el campo de batalla, respondiendo una vez más Lappi a Ogier con una insuperable marca que los volvía a dejar a menos de 9 segundos de distancia tras cruzar la meta de un tramo marcado por la avería mecánica de Loubet, quien no conseguía ni a tirones accionar el cambio de marcha que permitiera a su Ford Puma tomar la salida. La obstaculización y la consiguiente neutralización supusieron una penalización de varios minutos que lo tumbó gravemente en la tabla. Más tarde, el accidente de G.Greensmith sobresaltó a todos los allí presentes, provocando la interrupción de una especial que ya se había saldado con scratch de Neuville y nuevo avance de su compañero finés hacia el liderato. En este punto concreto restaba ver hasta dónde era éste capaz de revertir la situación de 6,7 segundos en contra con “solo” una pasada especial por disputar antes de poner rumbo al parque de asistencia. No obstante, al tratarse este desenlace del nuevo paso por Monte Lerno la mayor de las glorias o el peor de los fracasos custodiaban el largo camino hacia la merecida y todavía lejana tregua nocturna. En él, el sobresaliente control del húmedo entorno impulsó a Rovanperä, quien, gracias a su portentoso tiempo a batir, alcanzaba la 4ª plaza de la clasificación general mientras la magia hacía de las suyas en la cima del rally. La arriesgada elección de neumáticos de Lappi a favor del compuesto blando durante todo el bucle terminó de dar sus frutos con un giro de guion que le permitió cruzar la meta con 1 décima de segundo de ventaja sobre Ogier en la tabla absoluta de la carrera. De esta forma terminó prácticamente en tablas una memorable etapa que había puesto toda la carne en el asador para convertirse en determinante en esta increíble ascensión hacia el triunfo final. Nada más lejos de la realidad, visto lo visto. El pulso seguía más que vivo tras esta colosal prueba de fuego.
Con todo ello, la mañana del sábado echó a rodar con la desconcertante incógnita de si Cerdeña se convertiría en una frustrante reedición de México, recordando tímidamente el aparatoso y prematuro desenlace sufrido por Lappi, quien esperaba no volver a darse de baja de la lucha tras tomar nota de lo vivido entonces. Así, el primer ataque comandado por Ogier fue rápidamente contrarrestado por el azote del finés, quien intentaba encaramarse al timón mientras el huracán francés lo zarandeaba a diestro y siniestro. Finalmente, tanto un pinchazo como las excelsas virtudes del 8 veces campeón mundial WRC alejaron a Lappi del mando en favor de Ogier, quien puso rumbo al parón del mediodía con un colchón de 18,2 segundos sobre la dupla finesa de Hyundai. Digna de mención fue también la actuación de un Neuville que, aun cediendo ante el astro galo de Toyota en el tramo cronometrado más largo de la jornada, fue capaz de cosechar el resto de scratch puestos en juego a lo largo de la mañana, quedándose a 24,7 segundos de la cabeza en el ecuador de la jornada.
La tarde, sin embargo, redobló sus particulares esfuerzos para intentar acaparar el protagonismo de esta historia, obligando a los competidores a echar la vista tanto a los oscuros nubarrones del cielo…como al suelo, ya que las acumulaciones de agua sobre las que discurría parte del recorrido ocultaban letales irregularidades que habían causado ciertos estragos a lo largo de la mañana. Pilotos de la talla de Katsuta, E.Evans y Tänak daban fe de los problemas que estos pasos desnivelados eran capaces de ocasionar sobre el tren de potencia y la carrocería de sus vehículos, siendo todos ellos teloneros de un dantesco espectáculo que conseguiría golpear a quien reinaba eludiendo amenazas del estilo. Ogier, solventando a trompicones el repostaje previo a los arranques vespertinos, tropezaría ligeramente con este obstáculo en el primero de ellos, viendo cómo Lappi y Neuville estrechaban el cerco alrededor del liderato. Era de esperar, sin embargo, que el veterano piloto francés meditara y aclarara sus ideas sobre la manera de gestionar los kilómetros restantes del día. Su ritmo, al fin y al cabo, le serviría tanto entonces como durante la mañana del domingo para pujar fuerte por la victoria absoluta. Bien, las alarmas terminaron accionándose con más fuerza si cabe a raíz de un nuevo incidente acaecido tras cruzar al paso de agua final de la siguiente especial, cediendo terreno hasta ver cómo Lappi y Neuville, dueños de estos 2 últimos scratch, se quedaban a 4,3 y 7,4 segundos de su Yaris en la clasificación general, respectivamente.
La lluvia arreciaba, el margen se reducía y la presión aumentaba a falta de 2 especiales cronometradas para el esperado tiempo muerto. Por si fuera poco, un pinchazo previo al penúltimo de estos tramos obligó a la dupla francesa de Toyota a sustituir el neumático en un santiamén, maniobra rutinaria que terminó prendiendo la mecha del definitivo e impensable desastre. El barrizal sobre el que piloto y copiloto se habían puesto a trabajar ensució los botines de ambos, subiendo a bordo sin preocuparse de limpiarlos convenientemente ante la necesidad de llegar a tiempo al control horario previo a la siguiente salida. Así, el detonante del derrumbe, según afirmó el propio Ogier, provocó un resbalón en el pie del freno que impidió al bólido detenerse lo suficiente antes de afrontar una curva a izquierdas delimitada por un terraplén, desnivel que apresó al Yaris de forma insalvable. El insólito vuelco sembró perplejidad en medio mundo, aflojando Lappi ante la percepción de peligro mientras Neuville se aupaba en un abrir y cerrar de ojos hasta lo más alto, convirtiéndose en nuevo líder del rally de Cerdeña con 23,8 segundos sobre su compañero de equipo. Este margen se elevó hasta los 36,4 segundos tras cruzar la meta final del día gracias a un scratch que sucedió al marcado por Sordo en el tramo clave de este espectacular relato.
Con todo ello, las pulsaciones del domingo permitieron alejar el aliento del infarto gracias a unas labores de gestión y supervivencia que, como mucho, caldearon ligeramente el ambiente en lo relativo a la Power Stage final. Antes de ella, Katsuta y Tänak, por partida doble, lograron firmar los mejores tiempos parciales con la mente puesta en la siempre delicada prueba del Safari keniata, próxima parada de esta aventura mundial. Así, los puntos extra repartidos en este cierre italiano cayeron en manos de Rovanperä (5 puntos), Tänak (4), Katsuta (3), Evans (2) y Ogier (1), reenganchado sin pena ni gloria a una lucha de la que finalmente tuvo que despedirse Sordo por problemas en el escape de su I20 tras un nuevo percance en otro de los traicioneros pasos de agua.
Con surrealistas sobresaltos y asombrosas imágenes para dar y regalar se consumó la primera victoria del año del equipo Hyundai y de un Cyril Abiteboul que la esperaba como agua de mayo tras su estreno al mando de la escudería. El doblete firmado por Thierry Neuville (3 triunfos en Italia) y Esapekka Lappi (mejor resultado personal a lomos del I20), visto lo visto, no solo fue un gesto caritativo de la suerte, sino la culminación idónea de un excelso trabajo de análisis, aguante y acoso que se saldó con enormes méritos propios y deméritos ajenos. Así, el 6º triunfo de la firma surcoreana en estas tierras la convierte en el fabricante más laureado en Cerdeña, desmarcándose del repóquer de Citroën mientras se reafirma como una fiera arduamente domesticable en la que parece ser su isla. Rovanperä, por su parte, cerró el Top 3 antes de despegar rumbo a África siendo más líder de una clasificación general que lo sitúa con un margen de 25 puntos sobre el belga. Llegar al ecuador de la temporada sin haberse bajado de las 4 primeras posiciones en ninguna carrera guarda consigo más valor del que se aprecia a simple vista.
Si de plegarias a la diosa fortuna se habla no puede quedar en el tintero el inmejorable resultado abrazado in extremis por A.Mikkelsen en WRC2, quien bien supo rememorar su triunfo absoluto en España 2015 tras la debacle sufrida por A.Fourmaux en la Power Stage final. El francés, estando a punto de redondear una magnífica actuación llamada a traducirse en su primer triunfo de este calibre, terminó saliéndose de pista y cediendo en favor del campeón mundial entre los Rally 2 en 2021. T.Suninen (2º), novedosa incorporación de Hyundai en la máxima división intercontinental de cara a Estonia y Finlandia, y K.Kajetanowicz (3º) completaron este podio particular. En WRC3, R.Korhonen revalidó las victorias alcanzadas en Suecia y Portugal al finalizar por delante de W.Creighton, vencedor en el apartado JWRC tras dar cuenta de los hispanohablantes D.Domínguez (2º) y R.Blach (3º).
El tranquilizante remedio a esta locura mediterránea llega en forma de punto final que, al mismo tiempo, es punto y aparte en materia de supervivencia, ya que el mítico Safari africano extiende ya sus brazos para acoger a un pelotón mundialista llamado a perseverar en lo imposible entre el 22 y el 25 de junio. Quien ría último al conseguir cruzar la meta sin percances reirá mejor que nadie.
CONTROL HORARIO FIN DE RALLY (Opinión)
A Destacar: El abanico de maneras de saciar el voraz apetito cazador de Hyundai en su coto privado de Cerdeña sigue descubriéndose tras una edición 2023 en la que, aun considerando el tiempo de perros, el infernal itinerario, la tensión infligida por su propio pasado y las acometidas iniciales del astro de Toyota, la escuadra surcoreana terminó haciendo los importantes deberes con brillantez. Así, disfrutar de un doblete en una prueba donde solo 4 vehículos de especificaciones Rally 1 sobrevivieron en lo alto de la tabla es un impulso que sabe a gloria, enriqueciendo la base sobre la que sigue creciendo una estructura reforzada con fichajes como el de F-X.Demaison, director técnico con reconocida experiencia en Volkswagen Motorsport y Williams F1. Es de esperar que la flamante actualización del plantel de pilotos a tiempo parcial en favor de T.Suninen y E.Lindholm brinde al combinado de C.Abiteboul eficacia, compromiso y fiabilidad a corto, medio y largo plazo. Por pedir, que no quede, y tanto mejor luciendo gestas de esta magnitud, clave para que cada dos por tres salgan 6 triunfos en cada estación mundial.
A Tratar: Ogier, a quien el mundo miró y no vio en tierra sarda, fue desquiciándose en una embarrada espiral de la muerte que lo ahogó hasta su fatal extremo. Varios toques de atención no fueron suficientes para prevenirlo del colapso al que finalmente se precipitó cual Leonardo DiCaprio en una “Shutter Island” donde Hyundai demostró saber manejar la claqueta de Martin Scorsese como mandan los cánones, es decir, de cine. Eso sí, los rumores de un posible romance Rovanperä-Hyundai traen a la memoria el desengaño vivido por Tänak en estos últimos tiempos, quien sintió en su propia piel cómo fuera del garaje Toyota puede hacer demasiado frío. Hoy por hoy los jefes del estonio, R.Millener y M.Wilson, siguen con el ceño más que fruncido al echar la vista a un fin de semana donde ni el liderato de Fourmaux por más de medio minuto de ventaja a falta de la Power Stage consiguió convertirse en victoria para la firma americana. Otro más para una sombría colección salpicada por agua que incluso en calma fue de todo menos balsámica.
Clasificación Final WRC Portugal 2023
Pos. | Piloto | Copiloto | Coche | Tiempo | Dif. 1º |
---|---|---|---|---|---|
1 | T. Neuville | M. Wydaeghe | Hyundai i20 Rally 1 | 3:40:01.4 | |
2 | E. Lappi | J. Ferm | Hyundai i20 Rally 1 | 3:40:34.4 | +33.0 |
3 | K. Rovanperä | J. Halttunen | Toyota Yaris Rally 1 | 3:41:56.7 | +1:55.3 |
4 | E. Evans | S. Martin | Toyota Yaris Rally 1 | 3:45:21.9 | +5:20.5 |
5 | A. Mikkelsen | T. Eriksen | Skoda Fabia RS R-2 | 3:49:34.7 | +9:33.3 |
6 | T. Suninen | M. Markkula | Hyundai i20 N R-2 | 3:51:50.3 | +11:48.9 |
7 | K.Kajetanowicz | M. Szczepaniak | Skoda Fabia RS R-2 | 3:52:47.5 | +12:46.1 |
8 | Y. Rossel | A. Dunand | Citroën C3 Rally 2 | 3:52:54.9 | +12:53.5 |
9 | M. Marczyk | S. Gospodarczyk | Skoda Fabia RS R-2 | 3:55:35.2 | +15:33.8 |
10 | E. Cais | P. Tesínský | Skoda Fabia RS R-2 | 3:56:50.8 | +16:49.4 |
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