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Llegamos a la cuna del automovilismo, Francia recibirá la decimosegunda carrera de la temporada.

El Gran Premio de Francia se corrió por primera vez en 1906 y su participación fue luego bastante regular, con algunas ausencias debidas en gran parte a las dos Guerras Mundiales. A partir de la creación del calendario oficial de la Fórmula 1, este Gran Premio se corrió todos los años hasta 2008 (salvo 1955, pues se canceló debido a la tragedia ocurrida en Le Mans). Luego de nueve años de ausencia, Francia regresó en 2018.

La pasión por el automovilismo inició muy temprano en este bello país. Las personas se sentían atraídas por estas “máquinas” que vinieron a revolucionar la vida y desde finales del siglo XIX empezaron a organizar carreras. Así, el Automobile Club de France se fundó en 1895 y fue el primero en el mundo. Estas lejanas competencias se hacían generalmente en caminos o carreteras entre poblaciones. Hubo, como era de esperarse, muchos percances que costaron la vida no solo de pilotos, sino también de espectadores, pues querían estar lo más cerca posible de la acción y se colocaban peligrosamente cerca de las improvisadas pistas que, además, no contaban con ninguna medida de seguridad. Así fue como en 1903 murió Marcel Renault, a los 31 años, durante la carrera París-Madrid. Sí, como su nombre lo indica, iba de una capital a otra, o al menos esa era la idea, porque la carrera no se concluyó. Esta fue la primera y única edición. Inició el 24 de mayo en Versalles y tenía previsto terminar el 27 en Madrid. Pero debido a los múltiples accidentes, la carrera se dio por concluida en la ciudad de Burdeos, después de haber recorrido tan solo la primera de las tres etapas previstas para completar los más de 1000 kilómetros de trayecto. A pesar de lo que pueda pensarse, los autos eran muy rápidos en aquella época, por ejemplo, la velocidad promedio del piloto ganador de esta primera etapa de la carrera París-Madrid fue de poco más de 100 km/h y se podían alcanzar velocidades incluso mayores.

Y llegamos a 1906, cuando el Automobile Club de France organizó el primer Gran Premio de Francia. Esta carrera fue muy distinta a lo que hoy viene a nuestra mente cuando hablamos de un Gran Premio. Se corrió en un trazado triangular que medía poco más de 100 kilómetros. Leyeron bien, no puse un cero de más. El trayecto abarcaba las localidades de Le Mans (donde estaba la base), Saint-Calais y La Ferté-Bernard. Esta vez habría gradas para recibir a los espectadores, separaciones para que no pudieran ingresar a la pista y se colocaron unas especies de ralentizadores en las entradas a las poblaciones, además, el tráfico se cerraría durante la competencia, algo sin precedentes. La carrera se hizo a 12 vueltas repartidas en dos días y el ganador fue el piloto húngaro, Ferenc Szisz, a bordo de un Renault. A esta carrera también se la conoce como el Gran Premio del Automóvil Club de Francia o incluso el Gran Premio de Le Mans. Como podrán ver, a veces, estas primeras competencias eran más bien pruebas de resistencia.

Muchas fuentes citan esta carrera como la primera en portar el nombre de “Gran Premio.” Pero un poco antes, en 1901, tuvo lugar una competencia conocida como el Grand Prix du Sud-Ouest (Gran Premio del Suroeste) también llamada Gran Premio de Pau, en la localidad francesa del mismo nombre. Y aunque actualmente al hablar de un Gran Premio pensamos en carreras de autos, este término no se acuñó para el automovilismo, pues ya era comúnmente usado, desde muchos años antes, en carreras hípicas y tuvo su origen en la importante remuneración que suponía ganar. Se llevaban, literalmente, un gran premio a casa.

El Gran Premio de Francia de 1958 fue el adiós de Juan Manuel Fangio en la Fórmula 1. Aquella carrera, tristemente marcada por el fatal accidente de Luigi Musso, fue ganada por el británico Mike Hawthorn, que ese mismo año se alzaría con el título de pilotos. Fangio, quien en un inicio se había mantenido en la lucha, se vio seriamente rezagado al romperse el pedal del embrague de su Maserati, ese Maserati que, evidentemente, había visto mejores tiempos. Aun así, continuó en la pista. En la última vuelta, en un inolvidable gesto de respeto, Mike Hawthorn bajó el ritmo para permitir que Fangio no terminara la competencia lapeado. Cuando fue cuestionado al respecto respondió con la hermosa frase: “No se le saca una vuelta a Fangio”.  Finalmente, en esa misma última vuelta Peter Collins tuvo un percance y Fangio pudo concluir en cuarto lugar. Esa fue su última carrera en Fórmula 1 y sus últimos puntos. Tiempo después declaró que la decisión la había tomado ese mismo día, mientras conducía. Todo terminó en Reims, en el mismo circuito en donde todo había iniciado… diez años atrás.

Más de setenta han sido los pilotos franceses que han llegado a la máxima categoría. Justamente, en el Gran Premio de Francia de 1981, Alain Prost consiguió su primera victoria y, al año siguiente, cuatro pilotos franceses consiguieron los cuatro primeros puestos en su Gran Premio de casa, algo nunca visto. Se trató, en orden de llegada, de René Arnoux y Alain Prost por la escudería Renault y de Didier Pironi y Patrick Tambay, corriendo para Ferrari.

Entre carreras puntuables y las que no lo fueron, diecisiete han sido los trazados, temporales o permanentes, en donde se ha disputado este Gran Premio, otra muestra más del profundo arraigo del automovilismo en este país. Paul Ricard y Magny-Cours son los que más veces han repetido, con 17 y 18 participaciones respectivamente.

El máximo ganador del Gran Premio de Francia es Michael Schumacher con ocho victorias, todas conseguidas en Magny-Cours. Le siguen Alain Prost con seis y empatados con cuatro tenemos a Juan Manuel Fangio y a Nigel Mansell. Ayrton Senna nunca pudo ganar este Gran Premio, de las diez veces en las que participó, en cinco abandonó, por problemas con su auto o por colisiones y su mejor resultado fue un segundo lugar en 1988.

Como podrán ver, la relación que comparten la Fórmula 1, el automovilismo en general y Francia no es nada reciente, este país fue pionero en muchos aspectos del deporte motor. Estas fueron solo algunas de sus historias, muchas otras cosas han sucedido en tierras galas y otras más sucederán este fin de semana cuando demos inicio a la segunda mitad de la temporada.

Enclavado en la región de los Alpes de Alta Provenza, muy cerca del Mediterráneo y en una hermosa zona de viñedos, el circuito Paul Ricard nos espera. Nos vemos en Le Castellet.

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