Tras algunas semanas de descanso, entramos de lleno a la segunda parte de la temporada.
Aunque todavía quedan muchos kilómetros por correr antes de llegar a Abu Dhabi, empieza a sentirse que el final no está tan lejos y que la definición de ambos campeonatos llegará mucho antes del 26 de noviembre. Yo solo espero que esta segunda parte nos traiga más emoción, pues, salvo algunos destellos, ha brillado por su ausencia.
Y hablando de destellos, este domingo tuvimos la que para mí ha sido la carrera más entretenida del año. Sí, casi todo se lo debemos a la lluvia, pero con un tino que hasta pareciera que la naturaleza llegó con su propia estrategia a Zandvoort. Ni bien se apagaron las luces en la pista, con tan solo algunos metros recorridos, empezó a llover. Luego, a pesar de algunas probabilidades de que regresara, no la vimos sino hasta casi el final de la carrera y, nuevamente, de un momento a otro aquello se convirtió en un verdadero aguacero que hizo perder el control a más de un piloto. Justamente, esa fuerte lluvia al inicio marcó una gran diferencia, pues siete pilotos pararon de inmediato en boxes haciendo un gran undercut al resto de la parrilla. Eventualmente, entre la vuelta dos y tres pararon casi todos los demás, salvo contadas excepciones. En realidad, la lluvia se hizo presente durante todo el fin de semana de actividades dejándonos también una clasificación con algunas sorpresas, como suele suceder cuando las condiciones de pista son tan cambiantes.
Entre las buenas actuaciones del fin de semana tenemos a Liam Lawson quien, como sabemos, suplía a Daniel Ricciardo tras su accidente. De entrada, el circuito de Zandvoort no es precisamente el más sencillo para tomar el volante de un auto que apenas tuviste tiempo de conocer durante las libres 3. De inmediato a clasificar y al día siguiente a correr… Y vaya carrera que le tocó para debutar. Más allá del resultado, pues no olvidemos que conducía un Alpha Tauri, tal vez el peor auto de la parrilla, me parece que lo hizo bastante bien, no cometió errores e incluso, debido a la penalización de Tsunoda, logró terminar la carrera por delante suyo. Posición 13, sin olvidar que él también recibió una penalización por detener a Magnussen en el pitlane, algo que en realidad no fue su responsabilidad. Lo veremos nuevamente en Monza y tal vez un poco más, dependiendo de la recuperación de Ricciardo, quien por cierto fue operado exitosamente. En cuanto a Yuki, volvió a tener un frustrante domingo, otro más. Inició con el pie derecho escalando posiciones, pues fue de los pilotos que acertadamente entró a boxes en la primera vuelta, luego, con buen ritmo y conducción se mantuvo lo más que pudo en la zona de los puntos, desgraciadamente un segundo stint demasiado largo lo hizo ir perdiendo lugares y si bien no iba a terminar la carrera en los puntos, una penalización de 5 segundos lo hizo caer un poco más en la tabla de posiciones. Lugar 15 para él.
Fin de semana sobresaliente fue el de Alex Albon. El sábado se sacó de la manga otra de esas grandes clasificaciones, haciendo el cuarto mejor tiempo. Y aunque con un Williams sería difícil no perder terreno el domingo, logró una vez más sacar agua de las piedras, como decimos en estos lares, y terminar octavo, a pesar de una arriesgada estrategia al no montar neumáticos intermedios al inicio y de una tardía llamada a boxes durante el segundo aguacero. No cabe duda, cuando la lluvia se asoma, Albon se siente como pez en el agua en su FW45. Sargeant no corrió con la misma suerte y si bien hizo también una gran clasificación logrando llegar por primera vez a la Q3, terminó impactándose en la curva 2 tras haber marcado un primer tiempo que lo dejaba momentáneamente solo por detrás de su compañero. Luego, los tiempos fueron mejorando y quedó relegado a la décima posición, que era también un gran resultado para él. Desafortunadamente, el domingo volvió a perder el control del auto y abandonó la competencia. El equipo dijo que se debió a un problema hidráulico del monoplaza, quitándole el peso completo de la responsabilidad, aunque eso no evitó que viéramos a un desconsolado Logan tras el abandono.
De Magnussen y Hülkenberg no hay mucho qué decir. Con estrategias diferentes al inicio de la carrera, Magnussen paró inmediatamente por neumáticos de lluvia con lo que pudo remontar varias posiciones, no olvidemos que penalizó y salía del pitlane, pero finalmente ambos autos terminaron bastante rezagados en las posiciones. Tal vez lo más interesante fue el anuncio, hace algunos días, de la continuidad de ambos pilotos con Hass para 2024.
Alfa Romeo también siguió estrategias diferentes con sus pilotos. Al inicio de la carrera mantuvieron afuera a Bottas, pero no así a Zhou quien fue de los primeros en entrar a boxes, decisión que lo catapultó de la posición 15 a la 2. Sin embargo, conforme avanzaba la carrera, fue perdiendo lugares. Para colmo de males, terminó contra el muro ocasionando una bandera roja, tras perder el control de su monoplaza durante el segundo aguacero del día. Y Bottas, que inició 19, terminó 14, Duff Man no pudo irse de Zandvoort con un buen resultado.
McLaren fue de los equipos que decidió no parar de inmediato cuando empezó la lluvia y eso condicionó las carreras de sus pilotos. Norris iniciaba desde una envidiable segunda posición y un poquito atrás, Piastri desde la octava. A pesar de todo, fueron recuperando algo de terreno para finalizar la carrera en los lugares siete y nueve respectivamente. Esta vez Norris no pudo mantenerse dentro del podio, como sin duda deseaba, y aunque no era una victoria lo que estaba en juego, Sochi 2021 pasó tal vez en algún momento por su mente.
Del lado de Mercedes, tras una excelente clasificación, Russell iniciaba en la posición tres, contrario a Hamilton quien no logró pasar a la Q3 y tuvo que conformarse con el lugar 13 de salida. Sin embargo, el domingo los papeles se invirtieron y mientras Hamilton consiguió un discreto, pero buen resultado, Russell terminó retirándose. Ambos pilotos fueron llamados muy tarde a boxes al inicio de la carrera (Russell incluso un poco más), decisión que los hizo caer mucho en las posiciones, aunque pudieron recuperarse. Hamilton se vio con mejor ritmo y finalizó la carrera en el sexto lugar. En cuanto a Russell, en ese reinicio tras la bandera roja, un contacto con Norris lo obligó a retirar el auto.
Alpine consiguió este fin de semana su segundo podio de la temporada, nuevamente un tercer lugar, pero ahora de la mano de Gasly. Independientemente de que muchos de nosotros hubiéramos preferido que esa posición quedara en otras manos, para él fue la cereza en el pastel de una muy buena carrera, pues no olvidemos que inició en la posición 12 y que tuvo también que cumplir una sanción por exceder el límite de velocidad en el pitlane. Paradójicamente, una sanción igual terminaría subiéndolo al podio, el primero para él con la escudería francesa. Aunque con un resultado más discreto, su compatriota tuvo también una buena recuperación luego de una mala clasificación que lo llevó a iniciar muy atrás. Ocon terminó llevándose un punto con esa décima posición por el abandono de Russell. Por cierto, ¿recuerdan su gran enojo con el equipo por montarle neumáticos de lluvia extrema? Fue, en ese momento, el único que lo hizo ya que toda la parrilla optó por intermedias. Me pregunto qué hubiera pasado de no haberse accidentado Zhou…
Ferrari, bueno, no podemos decir que se vayan de Países Bajos con un muy buen sabor de boca. Los problemas de Leclerc iniciaron el sábado al perder el control de su monoplaza en la Q3. Así, desde la posición 9 intentaría hacer una buena carrera el domingo, pero sus aspiraciones se vieron truncadas pues un temprano contacto con Piastri lo obligó a cambiar el alerón delantero. Pero ese fue solo uno de los problemas. Pronto se hizo evidente que su auto no se encontraba en óptimas condiciones y de ahí todo fue remar contra corriente hasta que se tomó la decisión de retirarlo. Esto vino a maquillar un poco el hecho de que, en realidad, no se lo vio cómodo con el auto en todo el fin de semana. Claro, sin olvidar la desastrosa primera detención en boxes, que también, a la larga, pesó menos que en otras ocasiones, pero esos pequeños errores de Ferrari deben desaparecer si quieren aspirar a más. Por su parte, Carlos Sainz se va de Zandvoort con un quinto lugar y si bien esta vez no hubo tragedias que lamentar en su lado del garaje, no deja de ser un resultado un tanto descolorido.
Aston Martin tuvo también un fin de semana discreto, por no decir malo, con Lance Stroll. No logró pasar a la Q3 el sábado y el domingo terminó tal como inició la carrera, en la posición 11. Cierto es que cuando llegó la lluvia al inicio su equipo decidió mantenerlo afuera hasta la vuelta cuatro. Tal vez hubiera logrado posicionarse mejor de haber entrado antes. Quien sí lo hizo fue Fernando Alonso. Pero antes de eso nos regaló una gran salida (otra más para su cuenta personal), adelantando a Albon y a Russell en la misma curva, yendo por el lado interno, una belleza. Luego, dio cuenta de Norris y para cuando entró a boxes se encontraba ya únicamente por detrás de Verstappen. Si bien entró a pits hasta la vuelta 2 en aquel tumultuoso inicio y cayó muchas posiciones, fue recuperando algunas, conforme otros “rezagados” entraban a pits. Luego, y a pesar de una muy mala parada en boxes avanzó hasta colocarse tercero. El despiste de Checo Pérez lo hizo subir al segundo lugar, lugar que mantuvo hasta el final de la carrera. Es cierto que, cuando se fue el auto de seguridad en ese reinicio, muchos pensamos que podría ser su gran oportunidad de llegar a la tan ansiada “33”. De cualquier forma, fue un gran domingo para él, reencontrándose con el podio luego de cuatro carreras, llevándose el punto extra por vuelta rápida y con la satisfacción de ser votado piloto del día. Nada mal para un lluvioso domingo en Zandvoort.
La pausa de verano no cambió el aplastante paso de Red Bull este año. De trece carreras, trece victorias para el equipo austriaco; dos de Checo Pérez, once de Max Verstappen, las últimas nueve consecutivas, lo que lo llevó a igualar el récord de Sebastian Vettel. Para Max, su carrera en casa fue otro día tranquilo en la oficina. Aunque entró algo tarde a pits, en la segunda vuelta, lo que lo llevó a perder algunos lugares y el liderato con su compañero de equipo, para la vuelta 7 ya estaba detrás de Checo, a poco más de 10 segundos. Rápidamente nos dimos cuenta de que esas posiciones no resistirían mucho, Max empujaba como si no hubiera un mañana y su Boeing 747 RB19 volaba. Para la vuelta 12 solo poco más de dos segundos lo separaban de Checo, pero no hubo adelantamiento en pista, pues lo llamaron a boxes antes que a su compañero, haciéndole un lindo undercut para, según nos explicó amablemente Red Bull, proteger la posición con Alonso. Así, cuando Checo fue llamado a cambiar neumáticos, Max retomó el liderato, mismo que ya no soltaría.
En cuanto a Checo, que inició la carrera desde la posición 7, luego de una no tan buena clasificación, su inmediata reacción ante la inminente lluvia, en el inicio, fue una magistral jugada que lo catapultó a liderar la carrera. Después, se le pidió gestionar en lugar de acelerar al máximo y la brecha que había logrado abrir se fue acortando y acortando hasta, como ya lo mencioné, tener a Max pisándole los talones. Aun así, todo parecía indicar que sería otro doblete de Red Bull, pero estábamos lejos de la bandera a cuadros. Nuevamente, Checo fue el primero en entrar a pits para poner neumáticos intermedios en la vuelta 60, cuando apenas iniciaba la que minutos después sería una torrencial lluvia. Hubiera sido otra movida maestra, si tan solo el equipo hubiera estado listo. Diez punto nueve segundos (con letra para que sea más largo) tomó la detención en pits y ahí empezaron los problemas. Un par de vueltas después la curva Tarzán le pasó factura, Checo perdió el control y se siguió de largo, pero logró girar rápidamente para reincorporarse en la pista, sin golpear fuerte el muro, aunque el segundo lugar ya estaba perdido con Alonso. Luego, justo cuando entró a pits para poner neumáticos de lluvia extrema, bajo el VSC, se declara la bandera roja. En el reinicio y a escasas vueltas del final, se informa que tiene una penalización de 5 segundos por exceder el límite de velocidad en esa última entrada a pits. Ya no tuvo tiempo de abrir el gap con Gasly, perdiendo así el tercer lugar. Sin hablar de la nula visibilidad, en esa entrada al pitlane se encontró con un charco, acuaplaneó y nada pudo hacer, llegando incluso a golpear el muro. Aun así, la sanción prosiguió y, hasta donde sé, el equipo no hizo el intento de protestar.
Una buena carrera de Checo, tomando decisiones acertadas y oportunas que hubieran merecido un mejor resultado. Es cierto, aunque tanto el despiste, como el aquaplaning hubieran podido terminar muy mal y un abandono sí hubiera sido un duro golpe, no sé ustedes, pero yo me quedo con una molesta sensación. Esa molesta sensación de que sigue remando contra corriente y de que cada logro o punto obtenido le cuesta el doble de lo que debería, esa molesta sensación de que pareciera no tener más que personas dando la espalda a su garaje y que algunas solo voltean para señalar sus desaciertos, esa molesta sensación de que los descuidos, confusiones, errores o como quieran llamarlos suelen inclinarse hacia un mismo lado. Pero, sobre todo, esa molesta sensación del doble discurso, pues la temprana promesa de una lucha en igualdad de condiciones pronto se olvidó. Aquel “yo no estoy aquí para ser segundo” debe haber pesado. Qué lejos estamos de las declaraciones de Horner en las que decía que habían encontrado cómo dar a sus pilotos una configuración con la que ambos se sintieran a gusto. Insistir en que hay una brecha abismal entre los dos, o que uno de ellos olvida cómo conducir de vez en cuando, es también por demás molesto. Sí, entiendo bien que las diferencias en los garajes siempre han existido, pero creo que llegar a un balance más justo es perfectamente posible.
Ahora solo queda dirigir la mirada al Templo de la Velocidad, en donde el Gran Circo iniciará actividades muy pronto. No, no hay descanso esta vez. ¿Logrará Max romper el récord de Vettel en Monza? O tendremos, por fin, alguna sorpresa en el podio. Sea como sea, ojalá podamos disfrutar de otra entretenida carrera, no forzosamente pasada por agua, pero algunas buenas batallas en pista y duelos de estrategias serían más que bien recibidas por todos nosotros. Sé que esperar acción en la punta es mucho pedir, pero, seguiré soñando…
Nos vemos en el Gran Premio de Italia, gracias por leerme.
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