El rally entre los rallyes recibe con estilo al nuevo ciclo en su 91ª edición. Los aspirantes saben que golpear aquí primero es golpear 2 veces… o incluso más.
Medio siglo después del alumbramiento oficial del Campeonato Mundial de Rally, Mónaco y sus deslumbrantes alrededores volvían a erigirse como perfecto salón de baile donde dar rienda suelta a las celebraciones por este aniversario tan especial. El elenco de virtuosos invitados, sin embargo, trataría a duras penas de mantener la elegante compostura ante la “cojera” que supuso no poder contar con todo un S.Loeb, último ganador en Montecarlo días después de despedirse del impresionante podio del Rally Dakar en la que no tardó en considerarse una proeza sobradamente inolvidable en el mundo del automovilismo. Su histórico némesis, S.Ogier, sí quiso deleitar por enésima vez a la afición en un escenario del que buscaría salir el domingo como máximo dominador de todos los tiempos, desquitándose así de los fantasmas que lo apresaron mientras su ilustre tocayo seguía haciendo historia en 2022. Los riesgos a los que plantaría cara durante el fin de semana parecieron ser previsiblemente menores que entonces, ya que la sequedad del clima haría de este tradicional condicionante un aspecto más o menos benévolo con las tripulaciones. Eso sí, las bajísimas temperaturas serían un revulsivo de primer nivel para el hielo, invisible y letal amenaza que traería sudor a las frentes de quienes tenían que decantarse por neumáticos de uno u otro tipo o estrategias de conducción más o menos conservadoras. Así, los 325 kilómetros cronometrados y repartidos en 18 tramos al esprint no dejarían en ningún momento de colocar a los contendientes entre la espada y la pared, obligándolos a brillar tanto para sacar petróleo de cada arranque como para respirar (literal y deportivamente hablando) al término de las etapas. En lo que a alineaciones se refiere, Toyota oteaba con tranquilidad y firmeza los esperanzadores movimientos de Hyundai y Ford. Por parte de la firma surcoreana, la reconstrucción se fraguó tanto en primera línea de combate como en el mando, aterrizando un veterano en Fórmula 1 como Cyril Abiteboul para dirigir a seniors como T.Neuville y E.Lappi a tiempo completo y, por otra parte, a D.Sordo y C.Breen a turno parcial, quienes se alternarían el volante del I20 para explotar al máximo las virtudes de un combinado que rara vez ha dejado de estar a remolque de los nipones en la flamante era híbrida. Ford, mientras tanto, buscaría remontar desde su delicada base figurando como “Buen Padre” de un “Hijo Pródigo” como O.Tänak, quien regresó al más puro estilo Mary Poppins al hogar que lo consolidó en WRC, ya que sobre sus hombros recaerían las esperanzas de una escuadra que ansiaba sumergirse en sensaciones positivas tras tantos y tan recientes naufragios. P.L.Loubet, con un bagaje más fiable que el de los defenestrados G.Greensmith y A.Fourmaux, acompañaría al estonio de forma recurrente en esta vital labor colectiva en pro de la marca del óvalo.
La atractiva intriga de estos preliminares dejó paso al Shakedown de calentamiento disputado durante la mañana del jueves, siendo Ogier quien asestara el mayor golpe sobre la tabla al endosar 3 décimas de segundo a K.Rovanperä y 4 a T.Neuville, único ganador no francés de la histórica cita en la última década. La falta de público por cuestiones de seguridad durante el entrenamiento matinal contrastó con el increíble clamor desatado en las primeras especiales competitivas de la noche, iluminando incontables bengalas, flashes y fuegos artificiales el impresionante paso de una caravana que volvió a estar liderada por el pletórico astro galo, autor de 2 scratch consecutivos en las faldas del Col de Turini que lo mandaban al parque de asistencia con una ventaja de 6 segundos sobre E.Evans y 15,4 segundos frente a Tänak, lastrado por incidencias eléctricas. Las más que notables diferencias en un abrir y cerrar de ojos atendían tanto al virtuosismo de Ogier y Toyota como a los ligeros percances sufridos por perseguidores como Rovanperä y Neuville, quienes tropezaron en algún que otro giro cerrado del sinuoso recorrido.
La mañana del viernes echaría a rodar como secuela de esta nueva exhibición sin paliativos de Ogier, quien firmó todos y cada uno de los mejores registros puestos en juego en este nuevo bucle. La posible amenaza de Evans terminó de resquebrajarse con un pinchazo que lo mandó de golpe y porrazo a la cola del Top 5, pasando Neuville a lanzarse a la caza del más que escurridizo Yaris que lideraba en solitario. Poco tenían que ver entonces las tímidas quejas sobre el sistema eléctrico del Toyota con una ventaja que superaba el medio minuto en el ecuador de la etapa. Rovanperä, por su parte, se quedó al filo del mortal descalabro al golpear con su zaga un guardarraíl mientras trataba de acortar distancias con la dupla belga de Hyundai, emplazada 1,8 segundos por delante de la finesa antes de la sección vespertina.
Los primeros compases de la tarde se tradujeron en este sorpaso por la mínima en los escalones bajos del podio, terminando de apartar el vigente campeón mundial a Neuville de la 2ª plaza provisional gracias a la autoría del último scratch del día, el cual sucedía a los azotes parciales de Evans y Ogier, quien volvería a descansar plácidamente recostado sobre un colchón de 36 segundos sobre su joven compañero finés. Sobra, quizás, recalcar el hecho de que hasta el momento los tiempos a batir estaban completamente monopolizados por los ases de un combinado cuyo jefe de filas, J.M.Latvala, todavía soñaba con un demoledor triplete nipón. Bastaría una brizna de pícara suerte ligada al arrollador ritmo de esta brillante montura para dar vida en este sagrado escenario a un anhelo sencillamente perfecto.
Con todo ello, la etapa más larga del rally se consumaría durante un sábado que no hizo lo suficiente por acercar a estos selectos conquistadores a su particular Dorado. Yendo por partes, la sección matutina comenzó como lo había dejado su predecesora, ya que Rovanperä replicó su momentáneo alzamiento con un registro que puso a Neuville al borde de los 5 segundos de desventaja. Seguidamente volvería a ser Ogier quien, deshecho en elogios hacia la belleza del itinerario, sumó un nuevo scratch a su vasta cuenta particular mientras Evans se aprovechaba de los problemas de Tänak con la dirección asistida para hacerse con la 4ª posición general. Antes del mediodía, Rovanperä redujo a medio minuto su margen respecto a un referente que optaba por gestionar su mandato despacito y con buena letra, sabedor por propia experiencia de lo que podría costar cualquier mínimo paso en falso.
Así, la tarde trajo consigo las primeras pasadas decantadas a favor de un bólido ajeno a los dominios de A.Toyoda, siendo un veterano Neuville quien, por partida doble, rebajó cualquier registro rival para maquillar ligeramente su último escalón del podio provisional. Las sensaciones a bordo del I20, pese a ser extenuantes en virajes rápidos, respondían con halagüeñas mejorías en zonas más lentas, permitiendo por fin al belga sentirse capaz de sacar provecho de cualquier súbito derrumbe en lo más alto. Precisamente fueron los 9,8 segundos cedidos por Ogier al término del día los que hicieron creer que una odisea del estilo podía poner todo patas arriba, ya que Rovanperä, aun estando a 16 segundos de su compañero en la general, se relamía como nunca ante la posibilidad de dar un zarpazo que lo llevara hasta su primer triunfo en Montecarlo. Los casi 70 kilómetros de la etapa final no dejarían demasiado margen para nuevos paseos.
El devenir de los acontecimientos terminó desembocando en un toma y daca vivido durante la mañana del domingo, desenlace del rally convertido en vibrante intercambio de golpes entre maestro y pupilo. Las 2 victorias parciales de Ogier pusieron suficiente tierra de por medio ante cualquier acometida rival, cercando el venerado triunfo absoluto al tiempo que Rovanperä tomaba la medida del tramo del Turini donde se disputaría la Power Stage final. La gestión previa de los neumáticos le permitió volar para hacerse con los 5 puntos adicionales de este cierre, cosechando Tänak 4, Evans 3, Neuville 2 y Ogier un último que precedió a los festejos por un hito histórico.
De esta forma se fraguó una descomunal victoria gestada a base de velocidad y control entrelazados a la perfección, quintaesencia de un Sébastien Ogier que volvió a demostrar estar hecho de otra pasta y en plena forma a sus 39 años de edad. Sabedor de su situación en cada kilómetro competitivo, la leyenda gala no dejó que su pulso se desmadrase conforme se acercaba a su 9ª triunfo absoluto en Montecarlo, haciendo ver al mundo entero que el hecho de tener firmado un contrato parcial con apariciones intermitentes puede ser una de las mayores injusticias jamás vistas en el deporte sobre ruedas. A 18,8 segundos finalizó Kalle Rovanperä, aupado por un pleno en la Power Stage que, por supuesto, enriqueció la mejor posición personal cosechada en este rally hasta la fecha. Thierry Neuville, por su parte, tuvo que conformarse con lanzar inofensivas piedrecitas a la ventana de Toyota, ocupando una 3ª plaza final no falta de algún que otro destello que llamaba al optimismo.
La espectacular guerra en la copiosa escisión WRC2 terminó resuelta en el despacho del colegio de Comisarios Deportivos, jueces que dieron por buena una reclamación orquestada por Y.Rossel contra N.Gryazin por recortar exageradamente uno de los giros del recorrido. La consiguiente penalización de 5 segundos apartó a la dupla rusa del que hubiera sido su primer triunfo en Montecarlo y, al mismo tiempo, primera victoria intercontinental del flamante Skoda Fabia RS Rally 2. Las grandes sensaciones a bordo de la excelsa máquina checa se quedaron a nada de estar muy por delante del resto de aspirantes, obligando a la triunfante pareja francesa a dar gracias a los cielos por ese medio segundo de ventaja que los terminó coronando. La alegría española se vio reflejada en el exultante rostro de Pepe López, 3º en unos lares sagrados desde los que despegaría con mayor motivación si cabe hacia próximos horizontes mundialistas.
El más cercano de ellos, Suecia, sumergiría a los contendientes en interminables mares de nieve que protagonizarían estampas únicas e irrepetibles en todo el curso restante, siendo oro blanco para algunos y gélido infierno para tantos otros. Entre el 9 y el 12 de febrero se desvelaría con todo lujo de detalles la emocionante trama.
CONTROL HORARIO FIN DE RALLY (Opinión)
A Destacar: La esencia de Grace, eterna Princesa de un Principado prácticamente puesto en el mapa gracias a su distinguida presencia, estrella en torno a la cual han orbitado películas, canciones, focos, distinciones, discursos…, Grace Kelly en su oscarizada carrera y Grace de Mónaco en una selecta historia contemporánea rendida a sus pies. Su inconfundible magnetismo acude a la mente incluso al pensar en una cita del automovilismo como muy pocas y, por supuesto, en quien no hace sino convertir sus particulares visitas a la misma en fastuosas exhibiciones de pilotaje. Multitud de nombres han tratado en vano de forjarse para arrebatarle un protagonismo prácticamente innato, tirando de estoicos esfuerzos y sudando la gota gorda hasta terminar sucumbiendo y aplaudiendo a un Ogier que, ya sea con plena dedicación al mundo del rally o divirtiéndose en el jardín de casa…, a lomos de un Peugeot, de un Volkswagen, de un Ford, de un Citroën, de un Toyota…, en tiempos de combustión o en época híbrida…, es la personalidad por excelencia al hablar de un rally como ningún otro. Esencia de Grace, esencia de Seb.
A Tratar: Los movimientos de ajedrez pierden la primera partida frente a un combinado Toyota que, cuidando y manteniendo la saludable línea de 2022, echa a rodar en 2023 con un potente doblete bajo el brazo. Quien trata de retirarse a base de triunfos y quienes vienen de dar el primer paso para emularlo terminaron al frente de una tabla donde los avances rivales en términos estratégicos, mecánicos, aerodinámicos y de plantilla no dieron grandes frutos. Por algún sitio han tenido que empezar a reaccionar, sí, pero de la orina de estos enfermos emana un olor que nos resulta algo familiar y…no demasiado agradable.
Clasificación Final WRC Montecarlo 2023
Pos. | Piloto | Copiloto | Coche | Tiempo | Dif. 1º |
---|---|---|---|---|---|
1 | S. Ogier | V. Landais | Toyota Yaris Rally 1 | 3:12:02.0 | |
2 | K. Rovanperä | J. Halttunen | Toyota Yaris Rally 1 | 3:12:20.8 | +18.8 |
3 | T. Neuville | M. Wydaeghe | Hyundai i20 Rally 1 | 3:12:46.6 | +44.6 |
4 | E. Evans | S. Martin | Toyota Yaris Rally 1 | 3:13:14.4 | +1:12.4 |
5 | O. Tänak | M. Järveoja | Ford Puma Rally 1 | 3:14:36.9 | +2:34.9 |
6 | T. Katsuta | A. Johnston | Toyota Yaris Rally 1 | 3:15:34.6 | +3:32.6 |
7 | D. Sordo | C. Carrera | Hyundai i20 Rally 1 | 3:15:49.5 | +3:47.5 |
8 | E. Lappi | J. Ferm | Hyundai i20 Rally 1 | 3:15:53.3 | +3:51.3 |
9 | Y. Rossel | A. Dunand | Citroën C3 Rally 2 | 3:22:09.9 | +10:07.9 |
10 | N. Gryazin | K. Aleksandrov | Skoda Fabia RS R-2 | 3:22:10.4 | +10:08.4 |
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