RALLY JAPÓN 2022: “Donde Más Duele”

La mañana del extenuante viernes no tardó en pasarse de revoluciones a raíz de una escabechina total, hecatombe que se dio en los alrededores del túnel de Isegami, lugar asociado tradicionalmente a fantasmas y siniestras apariciones del estilo. Aun sin poder confirmar ni desmentir lo dicho por la población, a ojos del rally la infernal oscuridad apareció para poner todo y a todos patas arriba. El subviraje al que hacía alusión K.Rovanperä tras cruzar la primera llegada del día fue el menor de los problemas a los que el pelotón, en líneas generales, plantaría cara desde el amanecer. Para empezar, los últimos metros del archiconocido túnel quedaron a merced de una densa niebla que provocó cierto temor a la hora de mantener la presión sobre el acelerador. Quienes se aferraban a la cautela sacrificaban un tiempo que, por otra parte, suponía mucha menor pérdida que la sufrida por quienes se arriesgaron a no hacerlo. Éste fue el caso de un K.Kajetanowicz que, tratando de complementar su triple corona europea con el título mundial WRC2, se lanzó con uñas y dientes a un paso subterráneo que resultó ser el prólogo de su perdición. La bruma pareció confundir fatalmente sus referencias cuando, a la salida del túnel, la zaga de su Skoda colisionaba contra la pared montañosa que custodiaba el recorrido a seguir, dando por sentenciadas sus opciones de alzarse ante el mundo entre los Rally 2. Peor suerte corrió incluso un D.Sordo que, alertado por el olor a gasolina que impregnó súbitamente la atmósfera del habitáculo de su Hyundai, decidió detenerse en pleno tramo para, segundos después, terminar contemplando junto a C.Carrera cómo las llamas devoraron por completo el vehículo. Antes de ello, la candidatura de todo un Ogier se resquebrajó a causa de un pinchazo que lo llevó a perder más de 2:40 minutos. Visto lo visto, sin pensarlo hubieran deseado todos ellos “sufrir” como lo hacía un Rovanperä que, además, era nuevo líder provisional de la carrera tras lograr el particular scratch. El cúmulo de retrasos obligó a la organización a cancelar la siguiente especial, pasando a servir un cierre de sección que trajo consigo sobresaltos poco menos que inimaginables. Al fin y al cabo, el surrealista hecho de encontrarse en pleno esprint con un coche ajeno a la prueba circulando en sentido contrario no merece consideración mucho más laxa, como seguro debieron pensar tanto la FIA como E.Lidholm y S.Pajari, quienes se toparon con el inconsciente kamikaze que les puso el corazón en un puño. La incursión se produjo tras la interrupción causada por el accidente de Breen, quien no pudo enmendar con éxito un letal azote de subviraje que lo dejó atravesando el guardarraíl e impactando contra un árbol. Con todo ello, el fuerte scratch de Evans lo llevó al mando provisional junto a Neuville al tiempo que Rovanperä pasaba a estar a menos de un segundo de ambos en el parón del mediodía.