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“Toma veinte años construir una reputación y cinco minutos destruirla.” Warren Buffet.

Brasil nos dejó tres días por demás sui generis. Este Gran Premio trajo consigo la última carrera sprint de la temporada. Desde el viernes y con la lluvia colaborando un poco, tuvimos la oportunidad de disfrutar de una de las más alocadas y divertidas clasificaciones que he visto en mucho tiempo. La cereza del pastel fue sin duda un poleman que ni el más atrevido analista hubiera puesto en la mesa. Estoy segura de que ese festejo del equipo Haas, con un eufórico Magnussen y un encantado Steiner, nos dibujó una gran sonrisa a casi todos los que pudimos presenciar este insólito momento, de esos que hacen vibrar al deporte y que como espectadores disfrutamos mucho.

El sábado nos deleitamos con la que a mi gusto ha sido la mejor edición de carrera sprint desde que llegaron en la pasada temporada. Y miren que lo dice alguien a quien este formato no acaba de convencer… Con una zona media de parrilla de salida más que atractiva, en la que teníamos a Hamilton, Checo y Leclerc quienes, sí o sí, tendrían que arriesgar un poquito más que el resto para conseguir una mejor posición de partida el domingo. Aunque, por supuesto, la expectativa principal era ver a Magnussen iniciando en el lugar de honor. Sabíamos que era prácticamente imposible para él conservar esta posición, pero lo hizo muy bien, manteniendo el liderato lo más que pudo. Después lo vimos perder poco a poco terreno, pero también aquí, y sabiendo lo aguerrido que puede llegar a ser, hizo alarde de gran profesionalismo (que tanto faltó a otros este fin), no hizo maniobras exageradas o peligrosas tratando de salvar lo insalvable.  Al final, solo logró quedarse con el último punto disponible, concluyendo en la octava posición. Parece tal vez poco, pero creo que fue una muy buena actuación. Bien por Kevin que ha tenido un paso singular por la Fórmula 1. Recordemos que, en su primera carrera, a bordo de un McLaren, acabó en el podio con un segundo lugar en el Gran Premio de Australia en 2014. Maravilloso inicio, no obstante, las alegrías fueron disipándose poco a poco. Nunca más consiguió un podio y en 2020, tras una mala temporada con Haas, se fue de la Fórmula 1. Pero, como decía mi abuela, cuando no te toca, aunque te pongas y cuando te toca, aunque te quites… una guerra fue, por así decirlo, su boleto de regreso. Con una muy buena temporada, plagada de grandes destellos, considerando que se encuentra en un equipo de baja tabla, creo que Magnussen, quien hace un año estaba tan lejos de la máxima categoría, debe sentirse contento en este final de año. A pesar, claro, de su retiro el domingo por el percance con Ricciardo.

Haas obteniendo una pole position no fue la única “primera vez” en esta visita a Brasil. Mercedes consigue el primer doblete de la temporada y George Russell consigue su primera victoria en la Fórmula 1. Desde que llegamos a América, las flechas plateadas parecían estar agarrando un segundo aire, que se fue haciendo cada vez más evidente. Ya en Brasil, desde el viernes pudimos entrever que tenían posibilidades de pelear al frente y así sucedió. Tal vez no fue el desenlace ideal para Hamilton, pero sí lo fue para el equipo y esta vez Mercedes jugó como tal. Un primer triunfo para Russell que pasó algo desapercibido para una parte de los aficionados por la tempestad que cayó este domingo sobre Interlagos y en la que, dicho sea de paso, la lluvia no tuvo nada que ver.

Como pudimos darnos cuenta, tal pareciera que en este final de temporada las emociones están más a flor de piel que nunca. A veces tu coequipero se convierte en tu acérrimo rival y esta vez no en el mejor sentido de la palabra. En la carrera sprint Stroll dejó sin espacio a Vettel y lo arrinconó mandándolo hasta el césped para impedir que lo sobrepasara. Ni siquiera lo que ocurrió hace apenas unas semanas en Austin con Fernando Alonso lo hizo reflexionar un poquito. Y justamente hablando de Alonso, también este sábado vivimos un nuevo mal entendimiento, enfrentamiento o como quieran llamarlo entre él y Ocon. Luego, al final de la sesión del sábado, el auto de Ocon empezó a ser devorado por las llamas en lo que parecía ser un fin de semana para el olvido de Alpine. A pesar de todo, de alguna forma lograron sacar el barco a flote y terminar el domingo quinto (Alonso) y octavo (Ocon). Claro, para que esto sucediera, el francés necesitó un pequeño “estate quieto” que quedó bastante claro en el team radio antes del relanzamiento tras el safety car por el abandono de Norris. Alonso se encontraba justo detrás y con mejores neumáticos, el equipo vio los problemas venir y se adelantó: No pelees con Alonso, ¿está claro? La conversación fue más larga que eso, por supuesto, toda una joya. Después de los problemas del sábado y de haber iniciado la carrera muy atrás, este es sin duda un gran resultado. Resultado que se magnifica por el catastrófico domingo de McLaren y sus dos abandonos. Alpine se aleja 19 puntos de McLaren en su propia lucha por el cuarto lugar en el campeonato de constructores. Lejos de lo que podría creerse tras la sprint del sábado.

Ferrari, bueno, esta vez no fue Red Bull, sino Mercedes, el caso es que no logran regresar a la senda del triunfo. Aun así, no fue una mala carrera para ellos. Buenos pit stops (debe ser estresante cada vez que los llaman a boxes), podio para Sainz y una gran recuperación de Leclerc tras el toque con Norris. Cierto es que para los intereses de Leclerc las posiciones debieron ser al revés e incluso lo solicitó. Pero las circunstancias, me parece, aquí son diferentes a lo sucedido en Red Bull. Alonso estaba a 1.2 segundos. Tener tan cerca a Mercedes por el subcampeonato, condiciona a Ferrari a no arriesgar una posición.

Y llegamos a Red Bull, porque tenemos que llegar, no puedo seguirme de largo… Han sido tantas las declaraciones, la información o desinformación que circula, la polémica per se, las tonterías de dimes y diretes sobre cuestiones extradeportivas que termina uno por ya no querer saber mucho más. En unos minutos y sin ayuda Max hizo cambiar la forma en la que muchos de nosotros lo veíamos. ¿Qué decir que no se haya dicho? No mucho, realmente. Saben que siempre he resaltado las cualidades de Max Verstappen y sigo creyendo que es un piloto excepcional. Pero también saben que he tratado de entender, encontrar las respuestas, el porqué de algunas decisiones y conductas pensando que se trata de algo más grande, de los objetivos de todo un equipo. Y justamente lo que vimos va en contra de esto. Desobedeció una orden directa. ¿Qué es peor? Que Max no acate una orden o que se la tengan que dar en un momento como este. Por otro lado, la integridad no se aprende en la pista. Verstappen abandonó y menospreció a un compañero que sacrificó puntos y carreras por él y por el equipo, que fue fundamental en la obtención de sus campeonatos y para lograr el de constructores, que no se gana con solo un piloto. Además, se encontraban en sexto y séptimo lugar, ni siquiera peleaban una victoria o un podio y esos dos puntos son ceros a la izquierda para Max. Para Checo, en cambio, pueden marcar la diferencia entre ser o no subcampeón. ¿Entonces? ¿Cómo entender esto de otra forma que no sea una muestra de egoísmo y soberbia? Qué lejos estamos de aquella ceremonia del podio en Imola y no, el trasfondo de todo esto no está en ningún principado.

No sé qué pasará, en realidad no sé si realmente pasará algo. Me gustaría pensar que lo de este domingo servirá, que será un parteaguas. Tal vez estoy siendo muy optimista, en Abu Dhabi podremos darnos una idea y luego el tiempo dirá. Por ahora, solo queda una carrera y espero que ese problema de rendimiento no los afecte demasiado. Entre tantas cosas que sucedieron, ese punto pasó un poco a segundo plano, pero no me parece que sea poca cosa. En una gran temporada de Red Bull, este fin de semana estuvieron por debajo de Mercedes y de Ferrari y es algo que no deja de llamar la atención.

Quién dijo que el camino hasta Abu Dhabi sería aburrido tras la definición de ambos campeonatos. Vaya fin de semana, aunque un poco triste, también, porque con tantas emociones y sorpresas que tuvimos en la pista, algunos nos vamos de Brasil con un mal sabor de boca. Pero hay que darle vuelta a la página y, muy pronto, a la temporada.

Termino con una frase de uno de los más grandes deportistas que hemos tenido en los últimos años. No, no se trata de alguien cercano a la Fórmula 1 o al automovilismo en general, pero creo viene muy bien en este momento, recuérdala el próximo año, Max.

«Talent wins games, but teamwork and intelligence win championships.» ~ Michael Jordan

(El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos).

Nos vemos en Abu Dhabi.

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