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¿Desde Rusia con amor? Todo depende del cristal con que lo mires y hoy el cristal se empañó para algunos. Riesgos tomados, aciertos, equivocaciones, buena suerte, mala suerte, ganadores y perdedores… Todo pasado por agua.

Una carrera que prometía grandes emociones. Yo suelo ponerme nerviosa en la arrancada, muy nerviosa, pero hoy lo estaba todavía más. Una parrilla de salida completamente diferente a lo que estamos acostumbrados, con regulares protagonistas de las primeras posiciones presionando desde atrás y con la recta más larga del calendario desde la línea de salida, todo podía pasar. Pero, contra muchos de los pronósticos no hubo toques y tuvimos una primera vuelta limpia. El berenjenal vendría después, mucho después.

Hoy hubo pilotos que hicieron una magnífica carrera, Alonso, Sainz, Verstappen, Norris, Leclerc, Pérez y hubo otros que simplemente se perdieron en la marea de media tabla. Una vez más, el agua volvió a ser protagonista, ayudó a algunos y perjudicó a otros (que alguien me explique cómo quedó Bottas en quinto). ¿Las otras protagonistas de hoy? Las decisiones tomadas desde boxes.

Bien por Max que, independientemente de lo sucedido a su alrededor, hizo una buena remontada. Buen podio de Sainz, me da gusto verlo ahí. Hamilton, siendo Hamilton y llegando a su victoria número 100; la suerte del campeón, dicen por ahí. Alonso logró minimizar los daños de una tardada salida a pits para cambiar por neumáticos de lluvia y, a pesar de todo, logró una buena sexta posición.

Del otro lado de la moneda, o en este caso del cristal, una lástima por Leclerc que cayó hasta la posición 15. Aston Martin totalmente desangelado e incluso con un ligero toque entre coequiperos. Mención aparte merece Lando Norris. Hoy tendrá que digerir uno de los días más amargos de su carrera, por lo menos hasta ahora. Se arriesgó y perdió. Un lugar 7 que debe saber a 20.

Y bueno, llegamos a Sergio Pérez…

Checo salió desde la octava posición con compuestos duros. Un inicio de carrera algo conservador y una clara estrategia para alargar el primer stint lo más posible aprovechando su buena gestión de neumáticos. Todo estaba saliendo bien y así, con las diversas detenciones en pits de los punteros, llegó a liderar la carrera por varias vueltas sacando todo el jugo que pudo a sus neumáticos blancos y abriendo una buena brecha con Alonso que lo seguía en segundo lugar. Y luego, lo llaman a boxes… En una de las peores paradas que le he visto a Red Bull, casi 9 segundos, en lugar de regresar tercero a la pista, lo hace quinto. Pensé que su carrera estaba arruinada o, al menos, se había complicado mucho. Sin embargo, logró reponerse, pasó a Ricciardo primero (un bello rebase) y a Sainz después y se posicionó tercero. Y hasta aquí íbamos muy bien, pero a unas cuantas vueltas del final todo dio un giro de 180 grados. Pues sí, todavía faltaba una invitada más, una que tardó tanto en llegar que ya casi había olvidado… la lluvia. Y quién iba a decirlo, esta rezagada invitada sería quien, al final, tuviera la última palabra.

Lo que vino después fue un completo embrollo. Algunos pilotos pararon, otros no, otros lo hicieron muy tarde y sufrieron las consecuencias. Si bien soy fiel defensora de escuchar a los pilotos porque creo que nadie mejor que ellos para sentir lo que ocurre en pista, hay información que sencillamente ellos no tienen y ahí es en donde el equipo debe saber tomar ciertas decisiones a tiempo.

Aunque, para mí, la primera parada en pits de Checo fue lo que acomodó los dados en su contra. De haber sido diferente, hubiera salido en tercer lugar, hubiera tenido tiempo, yendo con aire limpio, de abrir una buena ventaja y hubiera tenido la posibilidad de entrar a pits nuevamente y menos presionado, cuando llegó la lluvia. Sí, lo sé, hay tres “hubiera” en mi frase y además de que no se escucha bien, el hubiera sencillamente no existe. Tan inútil es pensar esto como lo sería decir que, si no hubiera habido lluvia, hubiera estado en el podio (y otros dos hubiera a la cuenta). Claro, y si ayer lo hubieran sacado antes a cambiar llantas en la Q3, hoy hubiera salido más adelante (ya mejor ni cuento los hubiera). No tiene ningún caso, las cosas no sucedieron así.

Si bien es un noveno lugar que me deja un amargo sabor de boca, me quedo con esto. Hoy Checo hizo una gran carrera, se repuso de un mal sábado y de una mala parada en pits. No tengo nada que reprocharle. Como él mismo dijo alguna vez, la vida no es justa y la Fórmula 1 tampoco.

Y aunque esta vez las cosas no salieron bien para algunos, recordemos que “La voluntad obstinada de perseguir una ambición propia es verdaderamente una fuerza que puede hacer superar obstáculos.” – Enzo Ferrari.

Nos vemos en Turquía.

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