Huérfanos tras la marcha de los “Seb”, los integrantes del pelotón WRC se plantaban sobre la nieve sueca para tratar de dar el do de pecho en una situación ventajosa como nunca antes.
El ocaso de una dictadura derrocada por el inevitable paso del tiempo dejaba libres de sumisión a unos virtuosos aspirantes llamados a demostrar el porqué de su respetable estatus al volante. La pasarela hacia el cielo parecía incluso más clara que el propio manto blanco, pero correr demasiado rápido no pareció ser la mejor opción para acceder al Olimpo. La 69ª edición del Rally de Suecia, tras insulsos precedentes y la cancelación de 2021, daba por fin con el hallazgo de oro blanco en los alrededores de la nueva sede emplazada en Umea, al norte del país nórdico. Los resultados del desesperado cambio de localización, por otra parte, no fueron del todo positivos, ya que un inesperado movimiento migratorio de renos provocó la cancelación de 2 suculentos tramos que formaban parte del itinerario original. Con todo ello, 17 especiales cronometradas con un total de 262,70 km seguían figurando entre el inicio y el final de una historia plagada de idas y venidas. La climatología sostuvo la vida de una nieve que, al mismo tiempo, supondría la muerte deportiva de un considerable número de candidaturas.
Así, el motorizado fin de semana dio comienzo con un Shakedown en el que la promesa más joven de la casa, K.Rovanperä, desenfundó más rápido que nadie. 3 décimas de segundo marcaron la diferencia entre el finés y O.Tänak en este calentamiento, reavivando las invernales llamas que acaloraron la batalla del Ártico en 2021. Ya desde este punto se pudo ver cómo los bancos de nieve dispuestos en los márgenes del recorrido podían servir de apoyo o, en un súbito exceso de confianza, tortura al atrapar a quienes no los acariciasen con el cariño adecuado. C.Breen y T.Neuville fueron los primeros ejemplos de una temible realidad que, entonces, no tuvo consecuencias demasiado severas.
La mañana del viernes, inicio de la competición propiamente dicha, echó a rodar con una efectiva réplica del Campeón Mundial estonio (vencedor de la prueba en 2019), deseoso de resarcirse y poner fin a una larga época de penurias bajo el abrigo de Hyundai. La alegría plena, sin embargo, fue momentánea, tomando el relevo a las primeras de cambio un revitalizado E.Lappi en el primer paso por “Kamsjön”, especial más larga del rally (27,81 km). Tras ello, un arranque a trompicones del cauto finés en el último sprint del bucle matinal lo hizo caer hasta la 6ª plaza provisional en la general, aprovechando Rovanperä para convertir su firme regularidad en la tercera combinación “scratch-liderato” del día.
El joven as de Toyota sufrió durante la tarde los reveses de unas segundas pasadas marcadas por la apertura de pista a través de unos tramos visiblemente afectados por el paso previo de todo el convoy. E.Evans, último ganador de la cita sueca, se apoyó sobre su rezagada posición de salida para inaugurar el mando más longevo visto en este alocado baile de posiciones. El mejor registro a su favor al principio de la sección lo elevó al frente de un pelotón de cabeza que incluía 6 tripulaciones distintas en menos de 7 segundos de margen. Imposible no frotarse los ojos ante una situación de carrera tan volátil como real. Tänak, por su parte, trató de acosar a su homólogo galés con un scratch sucedido por un demoledor acontecimiento sentido en sus propias carnes. La luz de emergencia del sistema híbrido del I20 N Rally 1 alertaba de un inexplicable fallo en el transcurso de la penúltima especial del día, obligándolo a detenerse y despedirse de sus aspiraciones en la carrera antes de tiempo. Tan clara es la moderna normativa acerca de este aspecto como, por supuesto, el cansancio del astro estonio por una nueva condena a la que lo sometió el esquivo destino. Mientras tanto, T.Neuville mantenía en pie el ánimo de la firma surcoreana con el mejor registro en dicho arranque, colocándose a 6 décimas de Evans en la tabla general provisional. La referencia británica de Toyota sucumbió por desgaste en el último tramo cronometrado del día, perdiendo la partida frente a Rovanperä (2º), dueño del scratch, y Neuville, nuevo líder de la prueba al término de una etapa cargada de movimientos que pueden convertirse en tónica general de esta incipiente era del rally mundial. A tenor de lo visto en el ecuador de la carrera, ésta no parece ser una idea descabellada.
La jornada del sábado, como no podía ser de otra forma en plena odisea invernal, arrancó con el arrojo de un combinado nipón que consiguió colocar el primer tiempo a batir en manos de Evans (3º) y el liderato en poder de Rovanperä. La esperanza del equipo Toyota se agrandaba a marchas forzadas conforme los fantasmas de errores y averías comenzaban a acorralar a un Neuville difícilmente confiable ante este tipo de adversidades. Un error puntual en un cruce del último tramo matutino se complementó con unas intermitentes fallas en su unidad híbrida que terminaron apartándolo hasta la 4ª plaza provisional. 3,1 segundos por delante se encontraba entonces Lappi, quien, a su vez, cerraba un idílico tridente de Yaris encabezado por Rovanperä. La joven perla finesa, espoleada por un nuevo scratch, puso rumbo a la asistencia intermedia con un colchón de 4,8 segundos frente a Evans y 12 sobre su veterano compatriota. El último mejor registro puesto en juego en este bucle cayó a favor de un C.Breen que, sin embargo, estaba ya fuera de juego a causa de un incidente sufrido en uno de esos engañosos márgenes mencionados anteriormente.
Evans intensificó su particular acoso al liderato con un primer scratch vespertino que lo situaba a 1,2 segundos de Kalle, quien respondió con mano de hierro y argumentos propios de un sólido referente. 2 mejores registros consecutivos firmados por el benjamín de Toyota reestablecieron cómodas diferencias de 8,3 segundos sobre su compañero galés y casi 22 frente a Neuville. Con todo ello, a punto estuvo el belga de catapultarse hasta lo más alto de la tabla en un abrir y cerrar de ojos, ya que sus rivales de la firma japonesa tuvieron serios contactos con montículos de nieve al pasarse de frenada en el giro final del último tramo cronometrado de la jornada. Evans incluso llegó a saltar sobre él y contactar contra una farola, no pudiendo regresar al recorrido oficial para cruzar la meta de forma correcta y viéndose abocado a una penalización de 10 segundos por ello. Nada de esto sería comparable, eso sí, a lo visto en el último amanecer competitivo.
Recortar más de 18 segundos en la mañana del domingo a alguien que venía haciendo demasiadas cosas bien con una regularidad deslumbrante era una heroicidad ciertamente utópica. Sin embargo, éste era el único saliente al que podía agarrarse Evans si deseaba dar continuidad a su ascenso hacia el triunfo. Tristemente la estrategia quebró a las primeras de cambio. Un nuevo golpe contra un banco de nieve dejó desperfectos mecánicos en la parte frontal del Yaris que lo obligaron a detenerse y abandonar. Rovanperä, tras cosechar el scratch inicial y percatarse del derrumbe de su inmediato perseguidor, aflojó para amarrar sin sustos la victoria final del rally. Tänak y un Neuville asediado por Lappi se alternaron los mejores registros restantes, siendo el estonio quien se adjudicara la puntuación máxima adicional de la Power Stage. Rovanperä (4), el belga (3), Katsuta (2) y Breen (1) se repartieron el botín restante.
De esta forma consiguió Kalle Rovanperä emanciparse como ningún otro contendiente, aprovechando las descomunales ausencias para erigirse como mandamás de un futuro prácticamente presente. A sus 21 años de edad ya atesora 3 victorias WRC, abrazando en este capítulo la de un rally que también tuvo a su padre, Harri Rovanperä, como insuperable referente…hace 21 cursos. Curiosa coincidencia, ¿verdad? Bien, después de, sí, 21 carreras a bordo de un WRC/Rally 1 la perla finesa de Toyota es líder del Campeonato con 14 puntos de margen sobre Neuville, 2º clasificado en Suecia. Pese al bajón anímico provocado por la situación entre Ucrania y Rusia, un sonriente Lappi completó el Top 3 de la máxima división mundial.
Las hostilidades entre los Rally 2 hicieron que la balanza terminara decantándose a favor de un A.Mikkelsen que revalidó el triunfo obtenido en Mónaco semanas atrás. Un vibrante pulso mantenido con su compatriota, O.C.Veiby, se zanjó con un traspié de este último piloto que lo terminó dejando a 23,2 segundos del vencedor. J.Huttunen, tras la inesperada caída de N.Gryazin, ascendió al último cajón del podio particular WRC2. 2,7 segundos tras 262,70 km contra el crono fueron la ínfima diferencia que separó a J.Armstrong de L.Joona al término de una carrera que fue el pistoletazo de salida de la temporada WRC3 Junior. W.Creighton, a casi 2 minutos y medio del inglés, ocupó el último peldaño de gala entre los Ford Fiesta Rally 3 más jóvenes.
La esperada nieve se despide del campeonato tras brindarnos un fin de semana cargado de alternancias y emociones que, sin duda, son un acertado adelanto de lo que este certamen puede encontrarse tras la marcha de quienes han monopolizado el camino hacia el éxito en el presente siglo. El asfalto de Croacia figura ya en el horizonte para, esperemos, del 21 al 24 de abril, prolongar la buena evolución de una especialidad tan viva como vistosa.
CONTROL HORARIO FIN DE RALLY (Opinión)
A Destacar: El talante maduro y decidido de un Kalle Rovanperä que ha pegado el estirón de una manera prodigiosa. Con 21 años de edad ya acumula dominantes gestas sobre tierra y nieve, haciendo ver al mundo entero que una nueva y memorable dinastía puede estar fraguándose desde estos mismos instantes. Las divisiones inferiores WRC2 y WRC3, por su parte, abandonan Suecia tras protagonizar la imagen de expectación e intensidad que, seguro, ansiaban para resaltar su enorme valía. Por último, el traslado a Umea supuso el reencuentro con grandes cantidades de “oro blanco” que, sin duda, han devuelto a la prueba su verdadera, inconfundible y preciosa identidad.
A Tratar: La desaparición de un combinado M-Sport Ford que, estando sin estar, se dio de baja de la cita rápidamente a causa de percances mecánicos y evitables errores de pilotaje. E.Evans, llamado a ser también punta de lanza del poderoso equipo Toyota tras sus memorables pugnas contra S.Ogier, vuelve a caer y a dejarse cuantías de puntos de las que podría acordarse a finales de año con el ceño fruncido. La enésima desdicha de O.Tänak puso de manifiesto la necesidad de seguir perfilando la inclusión de los sistemas híbridos en esta agitada categoría del automovilismo.
