He aquí el culmen de la fiereza, viaje a las exóticas antípodas de una categoría cuyos habituales derroteros lucen inofensivos en comparación con lo que depara África.
La 69ª edición del histórico Safari cobró vida como parte de una esperada resurrección que comenzó a fraguarse el pasado año, curso marcado por drásticos giros de acontecimientos que incluso llegaron a colocar como vencedores absolutos de todo un rally mundial a quienes kilómetros atrás se encontraban lastrados por desventajas del orden de minutos. Cosas de una descabellada prueba que crece a caballo entre rally y raid, dispuesta a someter las jóvenes mecánicas híbridas de los Rally 1 al más salvaje de los desgastes que, además, se presenta camuflado entre roderas, baches, rocas y tierra convertible en barro que impera en llamativos paisajes de la sabana africana. Un total de 19 tramos especiales con más de 360 kilómetros cronometrados describirían la parte principal del itinerario a seguir por un pelotón que, una vez más, volvía a recibir con los brazos abiertos a S.Loeb y S.Ogier, último ganador en esta cita. Entre ceja y ceja tenían ambos colosos el objetivo de salir en volandas por la puerta grande de una plaza como ninguna otra, ruedo en el que tanto Toyota (9 victorias) como Ford (8 triunfos) han sabido graduarse con honores hasta la fecha. La preparación expresa y exclusivamente reforzada de los vehículos siguió siendo seña de identidad de una carrera encumbrada a base de sangre, sudor y lágrimas.
La imponente dificultad de la aventura comenzó a palparse desde el madrugador Shakedown, serie definitiva de arranques preparatorios disputada el miércoles que tuvo como dominador final a K.Rovanperä por 0,5 segundos respecto a T.Neuville, quien todavía soñaba con dar caza al joven finés en la senda hacia la nueva corona mundial de rally.
Del entrenamiento se saltó al mediodía del jueves, jornada en la que se celebró la vertiginosa superespecial de Kasarani, manga inaugural en la que la pelea por el primer scratch en juego quedó eclipsada por vistosos enfrentamientos cara a cara entre los competidores. Más allá del atractivo duelo directo entre Ogier y Loeb, decantado a favor de un vigente Campeón mundial que, además, marcaba el mejor tiempo de la sesión, los focos se centraron súbitamente en Rovanperä, quien a punto estuvo de volcar en un giro inicial al que llegó completamente desbocado, pinchando y precipitándose hasta la 11ª plaza provisional, farolillo rojo entre los púgiles de la 1ª división.
La mañana siguiente dio rienda suelta a los alocados sentimientos ligados tradicionalmente a esta increíble prueba, rompiendo Loeb el hielo con un imbatible registro que, sin embargo, lo siguió dejando en el cierre provisional de un podio encabezado por Ogier, quien mantenía un ínfimo colchón de 0,9 segundos frente a Evans y 1,3 sobre su tocayo. Aunque el arrojo del 9 veces Campeón Mundial lo hiciera mantenerse al acecho de los ases de Toyota al término del posterior arranque, manga comandada por Rovanperä, el destino que aguardaba a la dupla vencedora en Montecarlo fue completamente distinto al de aquel entonces. El primer y salvaje paso por el interminable «Kedong» (31,25 km) causó enormes estragos en competidores que, antes de nada, agradecían el hecho de poder cruzar la meta. La gran profundidad de los engañosos y revirados caminos plagados de tramposas roderas apresó a multitud de participantes que hacían lo indecible para escapar de arenas movedizas. El Fesh-Fesh sobre polvo y tierra tan fina como abundante hizo que estas temibles sustancias penetrasen tanto en las unidades de potencia como en los habitáculos, dificultando enormemente la visibilidad de pilotos y copilotos. La pérdida de 26 segundos sufrida por Loeb respondió en un primer momento a esta falta puntual de orientación, dejando paso al desenlace menos deseado. Un conato de incendio en el motor de su Ford Puma tras el paso por el control Stop le hizo imposible continuar, obligándolo a despedirse del sueño de alzarse donde nunca lo ha hecho. Mientras los pinchazos azotaban a sus compañeros de la firma americana y las transmisiones a sus homólogos del equipo Hyundai, Rovanperä revalidó el scratch y Evans arrebató el liderato a Ogier por 8,5 segundos en la general.
El bucle vespertino presagiaba adversidades por el desgaste del terreno tras los esprints previos, echando a rodar con un cambio en la cima que dejaba nuevamente al 8 veces Campeón mundial con el mejor registro y el timón de la carrera en sus manos. Un pinchazo sufrido por su compañero galés permitió en ese momento a T.Katsuta ascender hasta la 2ª plaza provisional. Poco después, en un tramo cronometrado que volvió a agenciarse Ogier, Rovanperä terminó de apartar a Evans del Top 3, disponiéndose a afrontar «Kedong» con la mayor confianza posible. Ésta y el cuidado con el que se sirvió de ella en esta delicadísima especial dieron sus frutos en forma de scratch y, ojo, liderato tras la debacle de su laureado compañero. Un pinchazo de Ogier le provocó una hemorragia superior a 2:20 minutos perdidos, derrumbándolo hasta la 6ª posición provisional en el rally. Estas inesperadas calamidades mecánicas animaban intensamente a seguir caminando con pies de plomo en la letal ronda africana.
Aun viviendo lo vivido hasta el momento, la etapa del sábado se atrevería a inclinar aún más la pronunciada curva de exigencia creciente del rally, sirviendo a los comensales un manjar con más de 150 kilómetros cronometrados que, a tenor de lo expuesto a continuación, endiosarían a quien fuera capaz de alzarse al término del fin de semana. La mañana arrancó con tiempo a batir de Evans, nuevamente en 2º lugar en la general, y vuelco de G.Greensmith, quien se quejó de la falta de intervención de los comisarios para ayudar a piloto y copiloto a salir del Ford. En este punto es preciso tener en cuenta el tema de las luces de seguridad eléctrica presentes en las ventanas de los Rally 1. A menos que el verde sea el color visible en ellas, la acción de acercarse al vehículo queda más que desaconsejada sin extremar las protecciones con elementos que, en muchos casos, quedan reservados a equipos de intervención profesionales en lugar de oficiales equipados con guantes (dieléctricos o no), chalecos, radio, banderas y hojas de paso. La posible falta de iluminación en estos indicadores a consecuencia de una colisión, por supuesto, es de todo menos sinónimo de permiso para actuar libremente. Volviendo al entorno estrictamente deportivo, Neuville logró firmar a orillas del Lago Elmenteita el primer scratch con sello Hyundai, manteniéndose en un Top 5 donde Evans trataba de acercarse a Rovanperä. “Sleeping Warrior” (31,04 km) recogió el testigo de “Kedong” como prueba de fuego del día, poniendo sobre la mesa una camaleónica combinación de velocidades, virajes y obstáculos que incluso se moverían con vida animal propia. El belga pudo jactarse de ser quien se agenció el registro parcial más veloz con pinchazo incluido, asterisco ligado también a Evans y Katsuta, dispuestos a casi 20 y 40 segundos, respectivamente, de los líderes fineses al mediodía. La nueva cruz del equipo surcoreano fue O.Tänak, lastrado mecánicamente desde el viernes y condenado en este punto a un “adiós” absoluto por problemas de motor.
La tarde sacó a relucir su dantesco ingenio para agravar aún más la alta tensión que impregnaba la atmósfera de la carrera, tirando de un recurso que todos esperaban ver fuera de la ecuación. Al tiempo que el margen entre Rovanperä y Evans se estrechaba ligeramente por scratch de este último, los avisos de lluvia inminente dejaban paso a una húmeda realidad que convirtió la tierra en barro infestado de charcos. Las condiciones deslizantes obligaban a perfeccionar el tacto sobre volante y pedales, existiendo quienes lograron salvar los muebles y las aspiraciones con mayor y menor fortuna. Mientras los líderes destacaban con un nuevo golpe bajo dado a sus perseguidores, Neuville asaltaba el podio con visibles daños en la parte frontal de su I20, rostro cuyos defectos aerodinámicos lo dejaban lidiando con ostensible subviraje. Así, el largo paso final por “Sleeping Warrior” se resolvió con la triste crónica de una muerte anunciada. La pareja belga terminó impactando de forma insalvable contra un árbol, pereciendo en su particularmente adversa ascensión hacia la cima africana. Katsuta, beneficiándose de este traspié ajeno que lo volvía a meter en el Top 3, a punto estuvo de colisionar contra el malogrado Hyundai. O.Solberg no pudo evitar contactar con el bólido de sus compañeros del mismo modo que Evans acarició con su zaga otro tronco dispuesto en el camino. Ogier abrazó el mejor registro y Rovanperä una renta superior a 40 segundos sobre sus inmediatos contrincantes británicos al final de esta extenuante jornada.
Con todo ello, todavía restaban casi 80 kilómetros cronometrados por sucederse en la definitiva mañana del domingo. Los primeros compases se vieron neutralizados por la delicada posición en la que se detuvo el I20 de Solberg, unidad averiada por problemas de Fesh-Fesh en su motor de combustión interna. El reparto de tiempos dado por el colegio de comisarios deportivos permitió a A.Fourmaux ser portador del intrascendente primer scratch del día. Rovanperä hizo lo propio en el arranque posterior, dejando a Evans con casi 50 segundos de desventaja, distancia que no haría sino crecer conforme Tänak y Loeb (por partida doble) se llevaban el gato al agua en los tramos previos a la Power Stage final. El reparto extra de puntuación propio de este sprint enriqueció las cosechas de Neuville (5), Loeb (4), Ogier (3), Greensmith (2) y Fourmaux (1), ciertamente escasas frente a lo conseguido por quienes mantuvieron la calma al frente de la general.
Kalle Rovanperä, damas y caballeros, volvería a resonar con voz propia e intachable en nuestra mente al hablar de ganadores de pruebas WRC. Su 6ª victoria absoluta con, recordemos, 21 años de edad no se consumó en terreno cualquiera, sino en todo un Safari keniata al que también acudieron los dominadores más grandes de la historia de esta categoría. Su pletórico estado de forma en 2022 le hace liderar el campeonato con 65 puntos de ventaja sobre Neuville o, lo que es lo mismo, más de 2 carreras de margen frente a este “inmediato” rival. Evans, por su parte, consiguió terminar en alentadora 2ª posición al tiempo que Katsuta revitalizaba su romance con la prueba africana al alcanzar nuevamente su preciado podio.
K.Kajetanowicz llevó la voz cantante de principio a fin en WRC2, poniendo el triple Campeón de Europa vasta tierra de por medio frente a S.Johnston y A.Singh Rai, 2º y 3º respectivamente tras importantes caídas como la de M.Prokop. El local M.Wahome remontó desde las profundidades hasta lo más alto de la escisión WRC3, triunfando frente a J.Wahome (2º) y M.Kimathi (3º), integrantes del podio reservado a los Ford Fiesta Rally 3.
El Rally de Estonia, del 14 al 17 de julio, aguarda tras esta arenosa peregrinación a un enclave que ha vuelto a hacer honor a su ilustre nombre, estatus alcanzado conforme las integridades físicas y morales de quienes osan batallar en él quedan fácilmente pisoteadas por los sombríos caprichos de la propia carrera.
CONTROL HORARIO FIN DE RALLY (Opinión)
A Destacar: Un póquer perfecto de Toyota que, además de estar encabezado por un Kalle Rovanperä lanzado hacia récords de naturaleza divina, permite a la marca nipona resarcirse del mal trago de Cerdeña y alargar su margen sobre Hyundai hasta los 62 puntos. Ver a todo un Ogier fuera del podio en un escenario de este estilo, además, da cuenta de las determinantes virtudes que llevan consigo unos compañeros de filas llamados a ser referentes en un futuro prácticamente presente.
A Tratar: El abismo existente entre el firmemente fiable potencial de Toyota y los puntuales ramalazos a los que parecen agarrarse sus rivales en la presente temporada, combinados que sucumbieron de una forma u otra ante los condicionantes planteados por este intransigente rally. Las enormes desventajas visibles a partir del 5º clasificado, primero ajeno a la escuadra de J.M.Latvala, dio también que pensar acerca de la manera de gestionar un fin de semana como ningún otro por parte de muchos participantes, aspirantes que pudieron terminar ansiando vías más cuidadosas de preservar sus monturas para haberlas llevado de mejor forma hasta la meta final.
Clasificación Final WRC Safari – Kenia 2022
Pos. | Piloto | Copiloto | Coche | Tiempo | Dif. 1º |
---|---|---|---|---|---|
1 | K. Rovanperä | J. Halttunen | Toyota Yaris Rally 1 | 3:40:24.9 | |
2 | E. Evans | S. Martin | Toyota Yaris Rally 1 | 3:41:17.7 | +52.8 |
3 | T. Katsuta | A. Johnston | Toyota Yaris Rally 1 | 3:42:07.6 | +1:42.7 |
4 | S. Ogier | B. Veillas | Toyota Yaris Rally 1 | 3:42:35.2 | +2:10.3 |
5 | T. Neuville | M. Wydaeghe | Hyundai i20 Rally 1 | 3:51:05.8 | +10:40.9 |
6 | C. Breen | P. Nagle | Ford Puma Rally 1 | 4:03:52.8 | +23:27.9 |
7 | J. Serderidis | F. Miclotte | Ford Puma Rally 1 | 4:10:41.4 | +30:16.5 |
8 | S. Loeb | I. Galmiche | Ford Puma Rally 1 | 4:12:37.5 | +32:12.6 |
9 | K. Kajetanowicz | M. Szczepaniak | Skoda Fabia R-2 Evo | 4:16:02.5 | +35:37.6 |
10 | O. Solberg | E. Edmondson | Hyundai i20 Rally 1 | 4:18:01.5 | +37:36.6 |
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