La grava está de despedida en la presente temporada, citándonos en la otra punta del mundo para encandilarnos con un cierre soberbio hasta decir “basta”.
Entre pitos y flautas se hizo interminable la espera hasta una nueva entrada de Nueva Zelanda en el calendario mundial WRC. 10 años transcurrieron desde el más inmediato precedente hasta la edición número 45 de un rally que, para incontables adeptos, cuenta con algunos de los mejores tramos especiales jamás vistos en esta especialidad. Si al hipnótico atractivo superficial se le suma una labia efectiva a más no poder, la carta de presentación es simple y llanamente perfecta. Memorables remontadas como la de A.Vatanen en 1977, momentos de infarto como el “Hostia, la oveja” de C.Sainz y L.Moya en 1997 o ajustadísimos finales como el que separó por 3 décimas de segundo a M.Grönholm y S.Loeb (con 5 y 3 victorias particulares en su haber, respectivamente) en la meta de 2007 son buena muestra de esta manera de ser tan agraciada y convincente. Pese a la tardanza y al presagio de un destino basado en intermitentes apariciones futuras en el marco internacional, la carrera de 2022 cobró vida con avisos de lluvia y un itinerario que concentró más de la mitad de los casi 280 kilómetros al esprint (17 tramos cronometrados en total) en la maratoniana etapa del viernes, jornada sin asistencia intermedia que estremecería a muchos aspirantes que, además, llegaban faltos de experiencia en estos lares. Esta virginidad colectiva, por supuesto, se extendía hasta un K.Rovanperä que volvía a dar gas con la esperanza puesta en ser por fin Campeón del Mundo al término del fin de semana, paraíso al que se elevaría si conseguía dar buena respuesta a la cruda papeleta que lo tendría, por lo pronto, abriendo y limpiando pista durante esos largos compases iniciales. Las trazadas perfectas a lo largo de una fina silueta sobre tierra blanda serían la tónica dominante de un rally caído como agua de mayo.
Así, el Shakedown celebrado durante la mañana del jueves (noche de miércoles en el viejo continente) fue exprimido al máximo a modo de curso intensivo por gran parte de los participantes, siendo precisamente Rovanperä quien se llevó el gato al agua al marcar un registro 0,1 segundos más rápido que el mejor de T.Neuville y O.Solberg, los cuales, por su parte, tuvieron un intento más que su rival finés. Las hostilidades competitivas se desatarían esa misma tarde en la superespecial de Auckland, despliegue meramente espectacular cuyo bullicio urbano contrastó con su mudo papel en lo deportivo salvo catástrofe mayúscula que finalmente no sucedió. O.Tänak firmó el primer scratch del fin de semana con un margen de 0,9 segundos frente a C.Breen y 1,6 segundos sobre Neuville.
De esta forma se fue calentando el ambiente hasta el inicio de una etapa de viernes como ninguna otra vista a lo largo del año, despidiéndose el pelotón del parque de asistencia sabiendo que 6 demoledores y decisivos arranques con casi 160 km cronometrados se interponían entre ese amanecer y el ansiado regreso al ocaso de la jornada. La exigua zona de cambio de neumáticos del mediodía fue la única tregua a la que se podrían agarrar durante el día, dependiendo prácticamente cualquier reparación de las herramientas dispuestas a bordo de los coches. Los preciosos 29,27 kilómetros de “Whaanga Coast” a orillas del Mar de Tasmania dieron luz verde a la esperada lucha, siendo unos sorprendentes G.Greensmith y C.Breen los herederos de Tänak en lo que a mejores registros y liderato provisional del rally, respectivamente, se refiere. 0,4 segundos figuraban entre los compañeros irlandés e inglés en una clasificación general que hacía la boca agua al combinado Ford M-Sport. El éxtasis de R.Millener y los suyos, sin embargo, no tardó en verse interrumpido por el azote de E.Evans en los eternos 31,48 km de “Te Akau South”, escenario aprovechado tanto por él como por el astro estonio de Hyundai para apartar a Greensmith y S.Ogier momentáneamente del podio. El bucle matinal terminaría con la cabeza bien apretada tras un nuevo tiempo a batir de Tänak que, además, lo dejaba al frente con 2,6 segundos de margen sobre Breen y Evans. Neuville, envuelto en varios trompos a las primeras de cambio, se convirtió en el principal sinónimo de sufrimiento en este punto de la aventura.
Las segundas pasadas de la tarde echaron a rodar con otro novedoso relevo en lo más alto del pelotón, corriendo esta vez a cargo del asalto un entonado Ogier que aprovechó el “factor limpieza” que lastraba a quienes tomaban la salida por delante. A su favor también obró la letal pesadilla en la que se vio sumido Breen, conducido directamente al patíbulo a causa de una salida de pista que, si bien no causó visibles destrozos, lo dejó atrapado en un terraplén del que solo fue capaz de salir con ayuda física de espectadores. Tanto el tiempo perdido en “McRae´s Corner” (dantesco honor reservado a la leyenda emulada por el irlandés) como los daños sufridos en el embrague se tradujeron en un consiguiente abandono que echaba por tierra el sueño anhelado por la marca del óvalo al comienzo de la travesía neozelandesa. La vorágine de idas y venidas en la tabla vio entonces como Rovanperä conseguía asomar la cabeza en el Top 5. El finés, optando por cargar un único neumático de repuesto y confiando en los estragos de la lluvia, supo deslizarse mejor que nadie en el penúltimo tramo del día, alcanzando la 4ª plaza general al tiempo que Ogier llegaba a meta sorprendido tras perder la parte alta de su alerón trasero a consecuencia de un fugaz contacto con las ramas de un árbol. Todo ello dio pie a que, por tercera vez en la carrera, Tänak se hiciera con el timón del asunto gracias a un buen scratch que lo enviaba al parque de asistencia con una ventaja de 0,2 segundos frente a Evans y 6,7 segundos sobre Ogier en la general.
Sin embargo, la mañana del sábado empezó a hacerse realidad con un nuevo giro argumental orquestado desde el colegio de comisarios deportivos, entidad que impuso una sanción de 5 segundos a Rovanperä, Tänak y Neuville por haber sobrepasado el límite de energía eléctrica disponible como apoyo para surcar la superespecial de Auckland. Alertado por el asunto, el estonio volvió a ponerse en modo ofensivo para tratar de arañar tiempo a Evans, quien mantuvo el liderato por 2,9 segundos al término de una primera especial comandada por el latente y reenganchado Breen. Como si de una plaza maldita se tratara, el guion volvió a revolucionarse en el siguiente esprint de “Puhoi”, escenario donde la montura del referente galés de Toyota resultó herida de gravedad tras sufrir un azote sobrevirador que se saldó con colisión, daños en el tren de potencia y en una jaula de seguridad que, tras el parón del mediodía, hicieron imposible su continuidad en la prueba. Por otra parte, la desconfianza provocada por un leve impacto pareció también amedrentar a Tänak, quien no supo dar respuesta a un scratch de Rovanperä que, además, traía consigo el mando de la carrera. La neutralización del tramo final de la sección matinal por el violento choque de Greensmith mantuvo las distancias de 4,6 segundos entre el finés y el estonio y 1,9 segundos entre el estonio y Ogier, de vuelta en el Top 3 tras el descalabro ajeno.
El bucle vespertino arrancó nuevamente lejos de la tierra, volviendo a actuar el reglamento en contra de las acciones llevadas a cabo por el equipo Hyundai sobre los I20 de Tänak y Neuville, los cuales volvieron a caer en el mismo error energético introducido anteriormente. La reincidencia hizo que esta vez el lastre aplicado sobre ambos fuera de 10 segundos, revés que, sumado al doble scratch de Kalle, se convirtió en un golpe de gracia irremediable salvo milagro. Ogier, penalizado también con 10 segundos por fichar 1 minuto tarde en uno de los controles horarios del recorrido, terminó el día en una 2ª posición que se encontraba ya a 29 segundos de la exultante dupla finesa, la cual, salvo catástrofe mayúscula, estaba llamada a finiquitar tanto la batalla como la guerra al día siguiente. Más de 46 segundos alejaban a Tänak (3º) de la cima en un cierre de jornada que volvió a otorgar cierto protagonismo al último registro parcial a batir marcado por Breen.
Con todo ello, la delgada etapa final del domingo dio sus primeros pasos agudizando las posiciones de la tabla, siendo Rovanperä el encargado de establecer el tiempo más rápido del primer tramo cronometrado del día. Seguidamente, Tänak quiso meter algo de miedo en el arranque siguiente a un Ogier que supo replicarlo antes de la Power Stage final, histórico arranque con intensas emociones a flor de piel. Los 5 puntos extra de este sector tan especial cayeron en manos del que menos los necesitaba para abrazar un tesoro sin igual, Kalle Rovanperä, quien sacó a pasear una serie de virtudes que, a día de hoy, parecen no tener parangón en ningún rincón del mundo. Tänak (4), Ogier (3), O.Solberg (2) y Neuville (1) completaron el reparto de puntuación adicional.
Damas y caballeros, he aquí la coronación de una pareja que perfectamente puede estar despegando hacia una consagración nunca vista en la historia del automovilismo. Kalle Rovanperä y Jonne Halttunen volvieron a sobreponerse a pronósticos, augurios y estadísticas para conseguir la 6ª victoria de un curso 2022 repleto de gestas para el recuerdo. Nuevamente cuando la previsible situación daba por favoritos a otros ases fueron ellos quienes terminaron convirtiéndose en dominadores del fin de semana, cerrando la travesía oceánica con pleno de puntos y el flamante título de Campeones del Mundo WRC. Ogier, obediente respecto al armisticio que permitió a Toyota saborear un nuevo doblete, revalidó la 2ª posición cosechada en 2010 confirmando su presencia en las citas restantes de España y Japón, donde espera conseguir por fin triunfar en la era híbrida. Tänak, renegando quizás de su desalentador inicio de año, encadenó su 5º podio consecutivo con este cierre de Top 3 en Nueva Zelanda.
El devenir de los acontecimientos en WRC2 fue mucho más claro, gobernando un viejo conocido como Hayden Paddon (vencedor absoluto del Rally de Argentina 2016) de principio a fin y sin dar esperanzas a un K.Kajetanowicz (2º) que fue perdiendo fuelle tras un mal arranque en Auckland. Otro héroe local, S. Van Gisbergen (Bicampeón entre los V8 Supercars australianos), subió de forma encomiable al último escalón de privilegio entre los Rally 2.
Tras vivir el inolvidable ascenso al estrellato mundial de una pareja de ensueño, es tiempo de abandonar una tierra que se presta a la grandeza como muy pocas para poner rumbo al esperado asfalto de casa, preparándose el Rally de Catalunya (disputado del 20 al 23 de octubre) para seguir dando respuesta a interrogantes que, si bien parecen no ser tan potentes como la pugna entre pilotos, siguen obligando a todos a darse al máximo para aspirar a resultados de toma pan y moja.
CONTROL HORARIO FIN DE RALLY (Opinión)
A Destacar: Nunca ningún título de Campeón del Mundo WRC había ido a parar a manos de alguien tan joven. A la edad de 22 años y 1 día Kalle Rovanperä ha tocado por primera vez el cielo codiciado por el resto de mortales, aventajando en más de 5 años a su predecesor, Colin McRae, en esta particular clasificación de precocidad. Quien fuera Campeón del Mundo en WRC2 Pro y el vencedor más joven de una prueba WRC atesora ya el galardón entre galardones tras una nueva demostración de consistencia, madurez, ritmo y determinación. Su curva de aprendizaje exponencial permite distinguirlo a día de hoy como “El Elegido” a la hora de pensar en talentos capaces de alcanzar los grandes récords marcados por quienes siempre se han erigido como todopoderosas divinidades del automovilismo. Estos números a estas alturas de la película dan que pensar y asustan de cara a la situación del venerado listón dentro de un par de décadas. Toyota, por su parte, volvió a hacerse fuerte con un doblete que acalló cualquier duda surgida tras la debacle en Grecia.
A Tratar: Ford sigue intentando galopar al más puro estilo “Sleepy Hollow”, echando mucho de menos una cabeza que los guíe hacia una senda que, como poco, se codee con la tranquila regularidad frecuentemente. Quienes consiguieron estar en lo más alto del pelotón en este rally terminaron fuera de juego por errores propios, lacras que incluso han colocado al margen de la plantilla titular a un A.Fourmaux que no ha conseguido dar pie con bola en el presente curso. Breen y Greensmith, en resumidas cuentas, son actualmente los pilotos de contrato completo con la menor cantidad de puntos en la clasificación WRC 2022. Por otra parte, la 5ª plaza cosechada por Solberg tampoco parece convencer a una escuadra Hyundai lastrada también por el enésimo traspié de Neuville (4º en Nueva Zelanda), reanimados ambos en la clasificación final de esta carrera gracias fundamentalmente a deméritos ajenos. Por último, un accidente de T.Katsuta en la etapa del sábado puso fin a su inmaculada racha de puntos trabajada rally a rally durante todo el año.
Clasificación Final WRC Nueva Zelanda 2022
| Pos. | Piloto | Copiloto | Coche | Tiempo | Dif. 1º |
|---|---|---|---|---|---|
| 1 | K. Rovanperä | J. Halttunen | Toyota Yaris Rally 1 | 2:48:01.4 | |
| 2 | S. Ogier | B. Veillas | Toyota Yaris Rally 1 | 2:48:36.0 | +34.6 |
| 3 | O. Tänak | M. Järveoja | Hyundai i20 Rally 1 | 2:48:49.9 | +48.5 |
| 4 | T. Neuville | M. Wydaeghe | Hyundai i20 Rally 1 | 2:50:00.2 | +1:58.8 |
| 5 | O. Solberg | E. Edmondson | Hyundai i20 Rally 1 | 2:51:56.7 | +3:55.3 |
| 6 | H. Paddon | J. Kennard | Hyundai i20 N R-2 | 2:58:05.1 | +10:03.7 |
| 7 | L. Bertelli | L. Granai | Ford Puma Rally 1 | 2:58:40.4 | +10:39.0 |
| 8 | K. Kajetanowicz | M. Szczepaniak | Skoda Fabia R-2 Evo | 3:00:38.2 | +12:36.8 |
| 9 | S.Van Gisbergen | G. Weston | Skoda Fabia Rally 2 | 3:01:30.2 | +13:28.8 |
| 10 | H. Bates | J. Mccarthy | Skoda Fabia R-2 Evo | 3:04:53.0 | +16:51.6 |
