Bailongo estribillo de George Michael, natural aroma del aire religioso y única ruta de ascenso hacia un triunfo en suelo croata que, sí, solo se pagaría a base de Fe.
Un parón temporal digno de ser considerado como lapso entre temporadas completas marcó la distancia entre Suecia y Croacia, sedes que se cedieron el turno para dar continuidad a un curso en el que su ingrediente fundamental volvía a sobresalir sobre cualquier otro: la venerada estirpe “Sébastien” se daba de baja de la lista de inscritos en esta nueva prueba. Ogier, vigente Campeón Mundial WRC, era hasta la fecha el único piloto capaz de obtener la victoria mundialista en un Rally de Croacia que se disponía a afrontar una 46ª edición marcada desde compases muy madrugadores por interesantes avisos. El clima invernal había dejado tanto numerosas irregularidades en el firme alquitranado como anuncios de niebla y lluvia que podrían arreciar a lo largo de la prueba. Esas condiciones no harían sino incrementar la dificultad de unas secciones ya de por sí caracterizadas por ser enrevesadas y estrechas. La integración de éstas entre bosques y pueblos dibujaría estampas de ensueño a ojos de los más de 300.000 aficionados congregados para presenciar la acción en vivo. En lo estrictamente deportivo, aspirantes de renombre como O.Tänak y E.Evans habían perdido el margen de fallo si querían presionar a un K.Rovanperä lanzado tras hacerse con la pugna sueca. Las marcas se habían empleado a fondo sobre sus monturas durante la tregua para lanzarse a afrontar mejor que ninguna otra los 291,84 kilómetros cronometrados repartidos en 20 tramos especiales. Así, los sistemas híbridos podrían por fin toparse con los escenarios más idóneos para demostrar su incuestionable poder en aceleraciones y entregas de potencia.
Con todo ello, la jornada del jueves permitió disfrutar de un Shakedown ajustado a más no poder. T.Neuville, 5 veces Subcampeón Mundial WRC y consolidado maestro del asfalto, se quedó a una mísera décima de segundo de igualar el registro marcado por Rovanperä, quien nunca había conseguido alzarse ante los más grandes sobre esta superficie. La creciente suciedad de la carretera y las inclemencias meteorológicas hicieron de este entrenamiento un prólogo bastante similar a lo que se vería en las verdaderas etapas competitivas.
El primero de estos capítulos de vida o muerte cobró vida con un movimiento de pluma tan portentoso y apresurado como lo fue el ritmo seguido por su protagonista a la hora de surcar estos kilómetros iniciales del viernes. Mientras Evans pinchaba al recortar una cuneta y E.Lappi abandonaba tras impactar lateralmente contra una roca que delimitaba el recorrido a seguir, Rovanperä dio la primera sonrisa a Toyota con un doblete de scratch que lo dejó 11,6 segundos por delante de Neuville, inmediato perseguidor. El colchón entre ambos se extendió hasta los 11,8 segundos en una tercera manga decantada a favor del aspirante galés del equipo nipón, un Evans que tropezaría poco después por culpa de un nuevo pinchazo. Kalle volvería a brillar entonces con luz propia, poniendo rumbo al parque de asistencia con un nuevo mejor registro bajo el brazo y una renta de 12,5 segundos sobre su contrincante belga del equipo Hyundai. Un súbito fallo en el alternador a poco menos de un kilómetro del último control horario de la sección matinal provocó que la pareja Neuville-Wydaeghe tuviera que bajarse a empujar su I20 hasta este punto de cronometraje situado al término del tramo de enlace, fichando en el mismo con 4 minutos de retraso respecto a su hora ideal y, por ello, pasando a acumular una penalización de 40 segundos. Este revés de la suerte daba más alas a un Rovanperä que no quería relajarse en ningún momento de la tarde, tratando de sacar el máximo partido a estas circunstancias presentadas por el caprichoso destino. Nada más y nada menos que 4 tiempos insuperables marcados de forma consecutiva hicieron que la jugada del joven finés saliera redonda en un nuevo bucle cerrado con agridulce scratch de Neuville, el primero que los Yaris habían dejado escapar en el rally. Más de 1:20 minutos se interponían entonces entre Rovanperä y Tänak, 2º en la tabla provisional tras lo acontecido en una etapa increíblemente hostil para tripulantes y mecánicas.
Para más inri, el escenario no haría ningún tipo de prisionero a lo largo del sábado, día en el que los cimientos de la pura fiabilidad empezarían a resquebrajarse como nunca antes. La jornada comenzó de forma alocada a causa de un accidente de O.Solberg, quien perdió la zaga de su I20 en un giro rápido y deslizante hasta terminar colisionando contra la maleza. El incendio que se desató en dicha parta trasera del vehículo provocó que el tramo se neutralizase, yendo a parar el scratch a manos de Evans y estableciéndose un empate parcial entre Rovanperä y Tänak. Lluvia, bancos de niebla, suciedad, barro…, todo se congregaba en unos sectores cronometrados cada vez más delicados. Lappi, sin nada que perder, marcó el siguiente tiempo a batir mientras la distancia entre los hombres de arriba se acortaba hasta 1:12 minutos antes de la memorable aparición de “Platak”. Este novedoso recorrido a orillas del mar Adriático se erigió como infernal Estigia para quien más se codeaba entonces con la inmortalidad. Rovanperä, de golpe y porrazo, pasó de gestionar como líder una ventaja utópica a lidiar con un pinchazo en su rueda delantera izquierda que provocó una pérdida de casi 55 segundos. Los scratch de Tänak y Neuville dejaron la desventaja del estonio reducida hasta los 16,8 segundos respecto a Kalle en el ecuador de la carrera. Lappi, quien a ciencia cierta estaría tirándose de los pelos por el error en la especial inaugural del fin de semana, llevaría la voz cantante al comienzo de una sección vespertina en la que Rovanperä reaccionaría hasta dejar el margen sobre su homólogo de Hyundai al filo de los 20 segundos. Nuevo monopolio de scratch para Toyota en un bucle marcado por la cancelación del último paso por “Platak” a causa de la densa niebla.
Así, el desenlace de la contienda vivido durante el domingo echó a rodar con varios frentes suculentos todavía abiertos. Lappi repetía al mando de los registros parciales al tiempo que Rovanperä llevaba su renta particular sobre Tänak más allá de los 31 segundos. La suerte, sin embargo, todavía reclamaba protagonismo en este sprint final. El nuevo scratch de Neuville vino sucedido por un radical giro de los acontecimientos. La lluvia, abonada a la prueba como fiel seguidora, se intensificó sobremanera durante una penúltima especial en la que se vieron sorprendidos aspirantes de la parte alta de la clasificación. La elección intercalada de neumáticos duros escogida por Kalle le hizo perder casi medio minuto respecto al Campeón Mundial WRC en 2019, un Ott Tänak que por fin veía recompensada su fe con el liderato de la carrera tras la elección de blandos. Con todo ello, 1,4 segundos separaban a ambos colosos antes de la frenética Power Stage final. Rovanperä, en un excelso último asalto, se negó a creer que el 2º escalón del podio era la máxima cosecha que iba a poder extraer de la exigente Croacia y, conducido por su fe ciega, arrebató in extremis el timón de la carrera a un Tänak que, pese a llevarse 4 puntos adicionales como 2º clasificado del tramo, solo pudo ver cómo el finés lo superaba por 4,3 segundos en la general. Evans (3), C.Breen (2) y un sorprendente E.Lindholm (1) completaron el reparto del botín extra.
No sin infartos compensados con nervios de acero consiguió el deslumbrante Kalle Rovanperä la 4ª victoria absoluta (primera sobre asfalto) de su joven carrera deportiva. Con el agua al cuello e inmerso en una cambiante situación ante la que nadie daba crédito se agarró a su convicción para conseguir lo que pareció ser suyo desde el inicio de la ascensión, un logro que Ott Tänak se negó a dar por perdido incluso cuando se encontraba a años luz de su rival. Quizás sea demasiado osado referirse así a distancias de este estilo cuando se habla de esta disciplina y, ante todo, del ímpetu con el que sus astros se aferran a una fe que, una vez más, los ha hecho sobrehumanos. Neuville, desangrándose ante penalizaciones por fichajes a destiempo, incidentes mecánicos y excesos de velocidad en tramos de enlace, pudo rescatar una 3ª plaza volátil a más no poder tras la colisión sufrida en la mismísima Power Stage que echaba el telón del surrealista show.
Bastante más sosegado fue el devenir de los acontecimientos en WRC2, siendo un imperial Y.Rossel quien llevara la batuta de la nutrida orquesta sin dar opción a prácticamente ningún rival. K.Kajetanowicz (2º) y E.Lindholm (3º) completaron el podio particular a más de un minuto del ganador. L.Joona, casi sin comerlo ni beberlo, aprovechó el accidente de S.Pajari y la fuerte penalización por adelanto de 4 minutos en un control horario de R.Virves para llevarse el gato al agua en la escisión WRC3. El estonio terminó justo por detrás del finés al tiempo que J.Franceschi cerraba el Top 3 parcial.
El torrente de emociones vivido en asfalto croata queda atrás mientras las miradas pasan a centrarse en una tierra portuguesa revalorizada gracias al anuncio de un nuevo duelo entre Loeb y Ogier. Los nombres más laureados de la historia de esta especialidad vuelven a verse las caras junto a aspirantes que salen reforzados de un cursillo intensivo de supervivencia bañada en pura fe. Resta ver si el Rally de Portugal, del 19 al 22 de mayo, obliga a recurrir única y exclusivamente a este poderoso intangible para alzarse ante el mundo.
CONTROL HORARIO FIN DE RALLY (Opinión)
A Destacar: La espectacular contundencia de un Kalle Rovanperä al que no le tembló el pulso ni cuando la dantesca fortuna se puso a hacer de las suyas con él. Con 21 años de edad ya sabe, además de qué es ganar en cualquier tipo de superficie, a qué hay que recurrir cuando el viento sopla en contra para llegar a este preciado puerto que no deja de ser visto como inalcanzable por tantos otros nombres. Ott Tänak enderezó por fin su rumbo en la carrera hacia un nuevo título que, gracias a arreones como el suyo, puede no encontrar dueño tan fácilmente.
A Tratar: Hyundai, pese al doble podio conseguido por el Campeón estonio y Neuville, parece requerir más a la hora de lanzarse contra Toyota a por los mejores registros. La cosecha del belga pudo ser quizás mayor de no ser por su peligroso comportamiento en partes del itinerario abiertas al tráfico que hay que atravesar con sumo cuidado. Viendo que las sanciones económicas ante estos gestos no parecen surtir gran efecto la normativa ha decidido meter mano a los tiempos obtenidos por el infractor, esperando que lo deportivo haga por fin reaccionar a estos arriesgados participantes. Los descalabros de P.L.Loubet, G.Greensmith y A.Fourmaux, así como la agridulce 4ª plaza de C.Breen, hacen ver que Ford todavía está lejos de asomar la cabeza entre los referentes. E.Lappi, sabedor de que su notable ritmo pudo haberlo llevado a cotas muy valiosas, dio fe de sueños rotos tras su prematuro abandono por accidente.
| Pos. | Piloto | Copiloto | Coche | Tiempo | Dif. 1º |
|---|---|---|---|---|---|
| 1 | K.Rovanperä | J.Halttunen | Toyota Yaris Rally 1 | 2:48:21.5 | |
| 2 | O.Tänak | M.Järveoja | Hyundai i20 Rally 1 | 2:48:25.8 | +4.3 |
| 3 | T.Neuville | M.Wydaeghe | Hyundai i20 Rally 1 | 2:50:42.5 | +2:21.0 |
| 4 | C.Breen | P.Nagle | Ford Puma Rally 1 | 2:51:28.8 | +3:07.3 |
| 5 | E.Evans | S.Martin | Toyota Yaris Rally 1 | 2:52:07.5 | +3:46.0 |
| 6 | T.Katsuta | A.Johnston | Toyota Yaris Rally 1 | 2:56:30.0 | +8:08.5 |
| 7 | Y.Rossel | V.Sarreaud | Citroën C3 Rally 2 | 2:58:22.5 | +10:01.0 |
| 8 | K.Kajetanowicz | M.Szczepaniak | Skoda Fabia R-2 Evo | 2:59:22.7 | +11:01.2 |
| 9 | E.Lindholm | R.Hämäläinen | Skoda Fabia R-2 Evo | 2:59:33.4 | +11:11.9 |
| 10 | N.Gryazin | K.Aleksandrov | Skoda Fabia R-2 Evo | 3:00:10.0 | +11:48.5 |
