Fabio Quartararo se muestra feliz por pertenecer al equipo de fábrica, aunque esta traiga consigo una presión adicional, “es verdad que llegar al equipo oficial supone más presión, pero también más ayuda”
El chico de Niza espera hacer un gran binomio con Maverick Viñales, pues Fabio se enfrenta a su tercera temporada en la categoría reina, ya que estuvo dos temporadas con el equipo «satélite» de Yamaha, siendo piloto oficial en su segundo año. Pero está, es la primera vez en su corta vida que es piloto con un equipo oficial en MotoGP.
“Espero que Maverick y yo formemos un equipo similar al que en su día fueron Valentino y Lorenzo, que pelearon por el título hasta la última carrera. En ese sentido espero imitar a Lorenzo, que fue el que ganó”, declaró Quartararo.
“Mi reto personal es pelear por el título. Creo que podemos hacer un buen trabajo juntos. El año pasado tuvimos los mismos problemas. Claro que Maverick será mi primer rival, pero también un buen compañero para mejorar la moto”, añadió al respecto de su nuevo vecino de garaje.
Gran parte de la temporada de 2020 fue comandada por ‘El diablo’, aunque, lamentablemente esté tuvo que ceder el liderato cuando restaban pocas carreras para el final, debido a la falta de consistencia en sus resultados.
“El año pasado tuvimos esos problemas con la moto que todo el mundo sabe, pero yo también pude hacerlo mejor. Claro que me fastidió no aprovechar la oportunidad de ganar el título, pero no estoy frustrado porque aprendí mucho”, reflexionó el joven piloto.
“Nunca había peleado por un campeonato, al margen del CEV, que no tiene nada que ver. Comenzamos bien, pero en un momento dado vimos que el potencial de la moto caía. Y hay veces, que tu aprietas más y todavía caes más bajo. No supe aceptar que, para pelear por el Mundial, en ocasiones tienes que terminar el séptimo en vez de caerte”, relató el corredor de Yamaha.
Fabio, ya reconoció en ocasiones anteriores estar trabajando con un psicólogo deportivo, ya que esté le ayudaba cuando tenia problemas deportivos que no conseguía solucionar o entender el porqué de esos problemas.
“He visto a un psicólogo durante el invierno y lo volveré a ver antes del arranque del Mundial. Me ayuda a mantener la calma, a no distraerme con aquello que dice la gente de alrededor. Tengo que olvidarme de lo que dicen de mí. Me tengo que centrar en mí. El año pasado, cuando la moto no iba bien, intentaba ayudar a todo el mundo y le daba muchas vueltas a las cosas en vez de centrarme en mi trabajo”, remachó Quartararo.
