El talento mostrado por Jorge Martín en las categorías inferiores no paso desapercibido para los equipos de fábrica de MotoGP. Pues en una entrevista con The Race confirmaba que tuvo contacto con todas las fábricas, pero prefirió apostar por su futuro deportivo más que económico
El chico de San Sebastián de los Reyes se convirtió en el rookie del año pasado de MotoGP. Sin embargo, su talento ya fue mostrado por este en Moto3 y Moto2. Tanto fue así que KTM quiso tenerle en su equipo de fábrica de la categoría intermedia, pero su gran evolución hizo que estuviera llamando a la puerta de MotoGP a golpes, por lo que el de Madrid reconoce haber tenido contacto con las fábricas de la categoría reina, pero finalmente decidió lo que él consideraba más optimo para su futuro deportivo.
«Tenía casi todas las fábricas para ir», dijo a The Race, «no con el equipo de fábrica, sino con las motos de fábrica. Y finalmente, decidí que mi mejor decisión deportiva, no económica, era Ducati y elegí ésta. Estoy muy contento de haberlo hecho».
Pese a no ir a un equipo de fábrica, Jorge tiene trato de fábrica, ya que su contrato está hecho directamente con Borgo Panigale. Por lo que sabe que el buen trato que tiene Pramac con Ducati, como a su vez él con ellos hace que esta combinación sea ganadora.
«Pramac es el lugar donde hay que estar, porque al fin y al cabo tenemos motos de fábrica. Quizá no sean 100% las mismas piezas, quizá si los motores son un poco más rápidos vayan y a la fábrica, pero el chasis, los carenados, todas las piezas son las mismas. Estoy muy contento aquí porque el apoyo es increíble. Cómo presionan para que vaya rápido, desde la fábrica, y estoy muy contento de seguir con ellos el año que viene».
Su paso por el Aspar Team y posteriormente por el Gresini Racing Team hizo que Jorge siempre se entendiera muy bien con los equipos de carácter latino, pues notó grandes diferencia del equipo austriaco/fines de KTM de Moto2, ya que tienen un carácter más japonés.
«Creo que la principal diferencia en las fábricas es la procedencia de la gente. Depende de si son japoneses o italianos o de otros lugares. Todo es diferente. Pero es agradable trabajar con gente italiana, porque son muy rápidos; siempre tienen buenas soluciones. Quizá no siempre buenas, pero sí rápidas, y es importante probar cosas y estar preparado para cada situación».
«Quizás con los japoneses es un poco más difícil porque son un poco más lentos, aunque cuando algo llega seguro que es bueno. Con KTM, las cosas están un poco mezcladas entre ambas. Pero creo que el estilo italiano es más parecido al español, más mediterráneo, más cariñoso con la gente, y se ajusta más a mi tipo de personalidad. Es mejor para mí».
