Fabio Quartararo se proclamaba en el día de ayer campeón del mundo de MotoGP por primera vez, además de ganar su primer título mundial ya que nunca antes lo había logrado
Los astros se alinearon ayer para el astro francés. Pues una gran temporada le daban una ventaja de 52 puntos antes de empezar la carrera, por lo que podía ceder tan solo dos puntos si quería proclamarse campeón en la Riviera di Rimini. Y es que, para su suerte, su máximo perseguidor, Pecco Bagnaia se iba al suelo cuando iba líder y a pocas vueltas para el final, por lo que Fabio ya era campeón del mundo aún si terminar la carrera.
«Estoy sin palabras, es un sueño desde que he nacido ser campeón del mundo de MotoGP. No sé qué decir… gracias a todo el mundo que me he apoyado en los momentos duros, en los momentos donde estaba muy lejos. Hemos venido otra vez arriba y somos campeones del mundo».
Además, y como anécdota, Fabio nunca antes consiguió conquistar un título mundial ya que ni en Moto3 o Moto2 logró ser lo suficientemente consistente como para luchar por los primeros lugares de la clasificación. Sin embargo, en MotoGP fue diferente ya que desde el año pasaba estaba llamando a la puerta del título de pilotos.
«Nunca he tenido el liderato de Moto3, nunca he estado delante en Moto2, y campeón del mundo en nuestro tercer año de MotoGP… no sé qué decir, estoy disfrutando como nunca».
Y es que Fabio sabe todo lo que sufrió para lograr el sueño de toda una vida, por lo que se siente cuanto menos agradecido de todas esas malas carreras y épocas, ya que le dieron enseñanzas que pudo aplicar este año para poder proclamarse campeón de MotoGP y dejar su nombre grabado para la historia.
«Los momentos más difíciles, como el GP de Argentina de 2018 en Moto2, que me había clasificado el 28, en este momento digo ‘o me pongo las pilas o me voy a casa’. Y dimos un paso hacia arriba, también tengo que darle las gracias a Speed Up, nunca me puso en posición de ‘tienes que hacer resultados sí o sí’, también me dio la oportunidad de entrar en MotoGP. Creo que este fue el momento más concreto».
Finalmente, ‘El D1ablo’ no quiso olvidarse de quienes tienen gran parte de culpa por su pasión por las motos y su manera de haber podido afrontar cada fin de semana.
«Mis padres tienen una parte de culpa muy grande en esto… tener a mis padres y a mi hermano aquí, con su novia, que en todos los momentos me han apoyado… quería que estuvieran aquí y en Portimao, y al final lo hemos ganado aquí. Estoy súper contento».
