Cuando acabe la carrera del domingo en Portimao, Alex Márquez completará su primera temporada en MotoGP. Una temporada caracterizada por los altibajos
La progresión del pequeño de los Márquez Alentà en su primera temporada fue positiva, ya que consiguió dar pasos al frente de forma sólida, sin embargo, aún le queda por pulir defectos ya que la falta de experiencia es latente.
“He aprendido mucho. Hubo momentos en los que disfruté, y otros en los que pensé que MotoGP no era para mí. Aún tengo mucho que mejorar”, resumió Márquez.
“Cometí dos errores, en Aragón y en Valencia, que me costaron el novato del año. De todas formas, son fallos que me llevo y que me irán bien para el futuro”, reflexionó el#73.
Y es que Alex tuvo una fuerte caída en la sesión de entrenamiento del sábado, aunque tiro de pundonor para formar parte de la carrera del domingo. Sin embargo y tras algunos días de «relax» el piloto del Repsol Honda aún no se encuentra del todo cómodo.
“Estoy mejor del accidente. Mi espalda mejora cada día y lo bueno es que ya no tengo esa sensación de que se me duerme la muñeca izquierda”, convino Márquez.
Por el momento Alex se enfrenta a su última carrera con los colores del Repsol Honda, ya que esté marchará a final de año a la estructura del LCR Honda.
“Al final no seré yo quién descubra la Honda. Esta moto tiene mucho potencial, pero hay que mejorar en algunos aspectos. Sobre todo, en que la potencia llegue a la rueda en circuitos en los que el asfalto no tiene mucho agarre” , remachó el todavía campeón del mundo de Moto2.
