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Tras dos años de ausencia, estamos de vuelta en Marina Bay.

Singapur es un crisol de culturas, un lugar de contrastes en donde los más modernos rascacielos conviven con históricos monumentos y santuarios. Conocido como “La Perla de Asia” o “La Ciudad del León”, traducción literal de su nombre y que tiene origen en la leyenda sobre su fundación, Singapur es ciudad, capital y país insular, todo en uno, una ciudad-estado. Desde 2008, este hermoso rincón asiático ha recibido un Gran Premio puntuable de Fórmula 1. En 2020 y 2021 salió del calendario debido a la pandemia.

Las competencias automovilísticas llegaron mucho antes a Singapur. En 1961 se inauguró el circuito callejero de Thomson Road y ese año se llevó a cabo una carrera denominada Gran Premio del Año de Oriente. Al año siguiente recibió el Gran Premio de Malasia, de la llamada Fórmula Libre, carrera que tendría otras dos ediciones en 1963 y 1965, pues en aquella época Singapur formaba parte de Malasia. Para 1966, ya como república independiente, fue por primera vez sede del Gran Premio de Singapur, nombre que llegó para quedarse. Se trató de carreras de Fórmula Libre y de Fórmula 2 que se llevaron a cabo entre 1966 y 1973, ocho ediciones en total. Atraer turistas a la región fue el principal motivo de estas pruebas, pero, se trataba de un trazado algo estrecho, de complicadas y peligrosas curvas que se cobró algunas vidas. Finalmente, con la seguridad como principal argumento, el circuito de Thomson Road tuvo que decir adiós. Sin embargo, el Gran Premio de Singapur estaba llamado a volver… pero lo haría recibiendo a la máxima categoría del automovilismo.

El regreso de este Gran Premio se lo debemos sobre todo a Bernie Ecclestone quien, con el apoyo de las autoridades locales, lo trajo al calendario en el año 2008. La sede sería el circuito callejero de Marina Bay. Hermann Tilke estuvo a cargo del proyecto. Este trazado urbano, como su nombre lo indica, recorre la bahía de Marina Bay, sobre tierra ganada al mar, en el corazón histórico de la ciudad y es muy atractivo visualmente, flanqueado por el mar y con hermosos rascacielos de fondo como el bellísimo complejo de Marina Bay Sands que se inauguró un par de años después. Además, y esto es algo que hace lucir aún más el trazado y su entorno, las competencias se corren de noche. Esto era una novedad. El 28 de septiembre de 2008 el Gran Premio de Singapur se convirtió en el primero, en la historia de la Fórmula 1, en correrse con luz artificial.

Esta decisión trajo algo de controversia en su momento, hubo incluso voces recelosas ante la idea de depender de medios artificiales para poder correr. Asimismo, más allá de lo atractivo que resultaría para los espectadores una carrera nocturna y que se buscaba también un buen horario para el público europeo, las condiciones climáticas hicieron que esto fuera una condición casi indispensable, debido al fuerte calor y al porcentaje de humedad que prevalece en la región. Aun así, se ha llegado a correr con temperaturas y humedades muy altas, lo que ha hecho de ésta, una de las carreras más demandantes físicamente para los pilotos. Se corre, además, en sentido contrario a las manecillas del reloj.

El circuito tiene poco más de 5 kilómetros y cuenta con 23 curvas. Es un trazado estrecho, técnico, en donde la clasificación resulta sumamente importante. De las doce ediciones que se han disputado aquí, ocho ganadores han conseguido la victoria desde la pole position, dos desde la tercera posición y uno desde la quinta. En 2008 Fernando Alonso ganó viniendo desde atrás, de la posición 15, pero de eso hablaremos más adelante. Además, por complicado que sea un circuito, no todo se escribe el sábado y hemos tenido buenas remontadas, como Checo Pérez en 2014 o Sebastian Vettel en 2016.

El máximo ganador de este Gran Premio es Sebastian Vettel con cinco victorias. Le siguen Lewis Hamilton con cuatro, Fernando Alonso con dos y una para Nico Rosberg.

A pesar de su corta vida, este Gran Premio ha sido escenario de grandes luchas, aparatosos accidentes, visitantes inesperados y bochornosos sucesos como el bien recordado Crashgate de 2008 cuando la escudería Renault pidió a Nelson Piquet Jr. chocar a propósito para beneficiar a su compañero, Fernando Alonso. Así lo hizo y poco después de que el asturiano entrara a boxes, Piquet llevó su auto contra el muro lo que resultó en una ventaja estratégica para Alonso. El escándalo estalló meses después. El jefe de Renault fue vetado de por vida de cualquier evento ligado a la Fórmula 1, así como el director técnico, pero éste último por 5 años. Se anunció también una sanción a la escudería que no se aplicó por haber colaborado en la investigación. Piquet recibió inmunidad por denunciar los hechos y Alonso conservó la victoria pues no estuvo al tanto de lo que se planeó. Pero no fue todo lo que sucedió aquella noche, cómo olvidar el revés en pits de Felipe Massa a bordo de su Ferrari. El brasileño había iniciado la carrera en la primera posición. Durante el safety car ocasionado por Piquet entró a pits pero reinició la marcha con la manguera todavía puesta (en aquellos años se hacía reposte de combustible). Al darse cuenta, Massa se orilló antes de salir de la calle de boxes mientras veía, sin poder hacer nada, cómo iba perdiendo lugar tras lugar conforme los otros autos salían de pits. Sus mecánicos llegaron corriendo y tras un forcejeo lograron sacar la manguera que se había atascado, pero ya había perdido cualquier posibilidad de triunfo. De hecho, ni siquiera logró puntuar, terminó la carrera en la posición trece de catorce, pues hubo 6 abandonos.

Un par de años más tarde, en 2010, Robert Kubica a bordo de un Renault protagonizó una de sus mejores actuaciones en la Fórmula 1. Inició en el lugar ocho y estaba haciendo una buena carrera. En vuelta 46 (de 61), y cuando se encontraba en la sexta posición, sufrió un pinchazo que lo hizo entrar a boxes. Al salir había caído hasta el lugar 13. A pesar de este contratiempo empezó a recuperar lugares, uno tras otro. Para la vuelta 56 se encontraba ya en la posición siete, buena exhibición de adelantamientos en un circuito que sabemos no se presta para ello. Un poco después, a escasas dos vueltas del final, el Lotus de Heikki Kovalainen empezó a arder convirtiéndose en una auténtica bola de fuego. Kovalainen no entró a boxes y detuvo su auto un poco más adelante en la recta de salida. Él mismo, tras bajarse de su monoplaza, apagó el fuego con un extintor que alguien le dio. No hubo safety car solo bandera amarilla en el sector mientras el piloto danzaba peligrosamente alrededor de su auto apagándolo. Y en aquella misma carrera, en la punta se vivieron otras emociones con esa intensa batalla entre Vettel, en su Red Bull, tras Fernando Alonso, en su Ferrari. Fue una dura persecución por quedarse con el primer lugar, persecución que vivió sus mejores momentos en las últimas vueltas cuando Vettel le pisaba los talones al asturiano. Finalmente, Alonso conservo la posición y pasó primero la bandera a cuadros, mientras los espectadores podíamos ver, justo a un lado, el Lotus de Kovalainen todavía humeando. Este triunfo representó, además, el primer y hasta ahora único Grand Chelem en la carrera de Fernando Alonso.

Y si en otras partes del mundo ha habido ciervos, marmotas, aves o algún otro pequeño intruso que cruza peligrosamente los circuitos, a veces con terribles consecuencias para ellos, Marina Bay no podía quedarse atrás. Sucedió en la tercera sesión de prácticas del Gran Premio de 2016 cuando Max Verstappen se encontró de frente con un gran lagarto que cruzaba despreocupadamente. “Hay un lagarto en la pista. No estoy bromeando”, decía por la radio, mientras su ingeniero le contestaba entre risas: “¿Cara a cara con Godzilla?” Se trataba de un Varano acuático, un reptil de la misma familia que el dragón de Komodo. Afortunadamente para nuestro desorientado amigo la cosa no pasó a mayores y pudo cruzar la pista sin perder ni la cola ni la vida… solo quedó el pequeño susto que se llevó el actual campeón del mundo.

A lo largo de la historia, también ha habido pilotos singapurenses en el deporte motor. Las dos primeras ediciones del Gran Premio de Singapur, 1966 y 1967, fueron ganadas por pilotos locales, Lee Han Seng y Rodney Seow respectivamente. Y un poco antes, en 1962, la competencia disputada con el nombre de Gran Premio de Malasia, también fue ganada por un piloto nacido en Singapur, Yong Nam Kee. Claro, sin olvidar a la piloto Anne Wong-Holloway quien en los años 1970 participó en varias competencias no solo en Thomson Road, incluyendo el Gran Premio de Singapur, sino también en Malasia y Macao, sobresaliendo en muchas de ellas. En una reciente entrevista, Queen of Speed, como cariñosamente la llamaban en su juventud, dijo que recordaba aquellos años como los mejores momentos de su vida.

Esto es solo un poco de lo que se ha vivido en este Gran Premio y entre los muros del Marina Bay Street Circuit, pero no quiero extenderme más y esas otras historias quedarán para una futura Vuelta Previa. Por ahora, solo queda esperar un poquito para que lleguemos a esta decimoséptima cita de la temporada y podamos sumar algunas nuevas anécdotas. Nos vemos en Singapur.

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