Hace treinta y seis años, Hungría llegó al calendario oficial de la Fórmula 1. Desde entonces, nunca ha faltado a una cita y se ha corrido siempre en el mismo circuito, el Hungaroring.
Mucho antes de que esto ocurriera, tuvo lugar otro Gran Premio de Hungría, el primero, a decir verdad, en el lejano 1936. Aquel año hubo más de 30 carreras, aunque solo cuatro fueron contables para el campeonato, llamado Campeonato Europeo de Pilotos. Hungría formó parte de las carreras no puntuables, pero levantó muchas expectativas. La carrera se llevó a cabo el 21 de junio en un trazado bastante singular, enclavado en el corazón del parque Népliget, en Budapest, capital del país. Con más de 100 hectáreas, Népliget es el parque público más grande de la ciudad y sirvió para albergar un trazado de alrededor de 5 km. Estrecho y zigzagueante, este circuito debió ser todo un reto para los pilotos que disputaron la prueba, aunque eso sí, con una hermosa vista arbolada. La competencia se hizo a 50 vueltas, unos 250 km. La convocatoria fue todo un éxito, los dos constructores dominantes, Mercedes y Auto Union (que ahora conocemos como Audi) estarían ahí. Otro gran atractivo fue la participación del piloto local, László Hartmann, a bordo de un Maserati privado. Pero, contra todo pronóstico, pues el dominio alemán era marcado, quien se llevó la victoria fue el piloto italiano Tazio Nuvolari con un Alfa Romeo 8C-35 de la escudería Ferrari. Alrededor de 100,000 personas se dieron cita aquel domingo en el parque para ver, por primera vez en tierras húngaras, a los espectaculares bólidos de los que todo el mundo hablaba.
Inicialmente, se había planeado continuar con este Gran Premio al menos un par de años más, pero el proyecto no llegó a concretarse. Luego, el estallido de la Segunda Guerra Mundial dio momentáneamente fin a las competencias en Europa.
Muchos años tuvieron que pasar para que Hungría volviera a estar en el mapa de la Fórmula 1. Bernie Ecclestone fue uno de los más activos e interesados en materializar este proyecto. Proyecto que presentaba, además, otro atractivo: ser el primer país del bloque comunista en recibir al Gran Circo, pues estamos hablando de los años 1980. Se dice que cuando Ecclestone visitó Népliget quedó fascinado con la idea de llevar ahí, nuevamente, una carrera de la máxima categoría. Pero hubo algunos obstáculos y sobre todo una gran oposición ecologista, pues muchos árboles hubieran debido de ser talados para acondicionar y modificar el trazado, más la construcción de algunos edificios y zona de boxes. Se habló de utilizar otro circuito urbano, pero finalmente se decidió construir uno nuevo, muy cerca de la ciudad, en la localidad de Mogyoród. Los trabajos empezaron en octubre de 1985 y en algunos meses estuvo listo para abrir sus puertas. Así, el 10 de agosto de 1986, luego de cincuenta largos años, la bandera a cuadros pudo finalmente agitarse en Hungría, en el Hungaroring.
Solo tres pilotos húngaros han llegado a la Fórmula 1, Ferenc Szisz, László Hartmann y, más recientemente, Zsolt Baumgartner. Este último, a quien tal vez alguno de ustedes recuerde, corrió un par de grandes premios en 2003 con Jordan, como suplente, y luego, para 2004, firmó con Minardi consiguiendo sumar solo un punto.
Pero el primero fue Ferenc Szisz a finales del siglo XIX. Se inició en el automovilismo en Austria y Alemania, pues, aunque su pasión era la mecánica, en su natal Hungría había sido cerrajero. Llegó a Francia en 1900 y tres años más tarde era ya piloto de Renault, quien lo llamó tras la muerte de Marcel Renault en la carrera París-Madrid, de la que hablamos en la previa pasada. Participó en un gran número de competencias durante en aquellos primeros años del siglo XX, luego abrió un taller en tierras francesas e incluso sirvió como voluntario en el ejército francés durante la Primera Guerra Mundial, ayudando en el transporte de tropas en Argelia. Es recordado como el vencedor del primer Gran Premio de Francia, en 1906, disputado en Le Mans. La sala de prensa del Hungaroring lleva su nombre.
En cuanto a László Hartmann, él nació a inicios del siglo XX. Experimentó primero con el boxeo, pero no llegó muy lejos. Cuando descubrió el automovilismo encontró su verdadera vocación. Participó en muchas competencias durante los años 1930, siempre con autos propios, primero Bugatti y más tarde probó suerte con los Maserati, con mejores resultados, por lo que continuaría con ellos hasta el final. Siempre se vio un poco limitado por su condición de piloto independiente, aun así, fue subcampeón del Campeonato Europeo de Montaña y pudo participar, como mencioné más arriba, en su primer Gran Premio de casa en 1936. En mayo de 1938 sufrió un accidente con Nino Farina durante el Gran Premio de Trípoli y desgraciadamente falleció al día siguiente.
A lo largo de más de treinta años de carreras, el Hungaroring ha vivido muchos momentos memorables. Este circuito fue testigo del primer triunfo en Fórmula 1 de Damon Hill en 1993, de Fernando Alonso en 2003 (en ese momento, el piloto más joven en obtener una victoria), de Jenson Button en 2006 y, más fresco en nuestra memoria, de Esteban Ocon el año pasado. A pesar de nunca haber estado entre las últimas competencias del año, en este trazado se han coronado dos pilotos, Nigel Mansell en 1992 y Michael Schumacher en 2001. La familia Verstappen también debe guardar recuerdos de este circuito, aquí subió por primera vez al podio Jos en 1994 y Max obtuvo su primera pole en 2019.
El Hungaroring es otro de esos circuitos estrechos y trabados en los que la clasificación es sumamente importante pues no se presta mucho para los adelantamientos. A pesar de esto, a lo largo de su historia nos ha regalado inolvidables recuperaciones. En 1989, Nigel Mansell se llevó el triunfo tras haber iniciado en el lugar 12. La primera victoria de Button, en aquella inolvidable carrera de 2006, la consiguió remontando nada menos que trece lugares, pues, a pesar de haberse clasificado cuarto, tuvo una penalización de 10 lugares por cambio de motor. En esa misma carrera, Fernando Alonso también hizo una gran remontada, que incluyó una de sus mejores salidas. Inició en el lugar 15 y llegó a colocarse líder de la carrera. Lamentablemente, no pudo concluirla pues tuvo que abandonar por un problema con una tuerca mal ajustada. Sin duda, ese día perdió una victoria que hubiera podido ser épica.
El máximo ganador de este Gran Premio es Lewis Hamilton con ocho victorias y algo lejos le sigue Michael Schumacher con cuatro.
El año pasado tuvimos un accidentado inicio sobre un asfalto mojado que dejó a varios autos fuera de competencia, una extrañísima relanzada con un solo auto en la línea de salida, mientras todos los demás entraban a la calle de boxes y un ganador totalmente inesperado. ¿Qué sorpresas tendremos este año? El Hungaroring abrirá nuevamente sus puertas para recibir, en este 2022, la decimotercera competencia de la temporada y la última antes del receso de verano. Pase lo que pase, disfrutémosla al máximo, porque después, por algunos domingos, extrañaremos ver las luces apagarse. Nos vemos en Mogyoród.
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