El madrileño se mostró frustrado por el error que le costó toda la clasificación y por el que saldrá desde la decimoquinta posición
El piloto de Ferrari parecía muy competitivo en el circuito de Jeddah mostrándose el viernes muy sólido en cuanto a ritmo y en los terceros entrenamientos libres del sábado también fuerte. En la Q1, la clasificación iba sobre ruedas.
Pero en la Q2, todo se torció cuando el madrileño perdía el control de su coche en su intento de conseguir una vuelta cronometrada con los neumáticos medios rozando levemente el muro y dañando su alerón trasero.
A pesar de ello, Sainz salió a tratar de dar una vuelta para entrar a la Q3 con el alerón trasero dañado, pero perdió el control en la misma curva que la vez anterior y excedía los límites de pista. Tras la clasificación, se mostró decepcionado.
«Lo sucedido en la curva 11 no me había sucedido nunca durante el fin de semana, perdí el control del coche sin esperarlo. Conseguí controlar el trompo, pero el problema fue que toqué ligeramente el muro con el alerón trasero.»
«No sentí nada, pero después de mirar en los espejos me di cuenta de que había daños. A partir de ese momento hubo un poco de confusión: intenté hacer otra vuelta con el alerón dañado y, hasta la curva 11, todavía tenía un buen ritmo«, comentaba el piloto madrileño y continuaba sobre su segundo intento.
«En ese momento, sin embargo, el alerón se movió, y por efecto de la carga, mi coche volvió a perderse, incluso en la curva 13. Es una pena, porque es un pequeño error que tuvo una gran consecuencia.»
«Fui muy rápido en la Q1, así como en las últimas cuatro carreras y también durante todo el fin de semana. Desgraciadamente, es una equivocación que me ha costado mucho«, concluyó Carlos Sainz.
