Otro fin de semana más, quien destaca del equipo Ferrari no son sus pilotos, es su muro y su directiva. Otro fin de semana más que han desaprovechado la oportunidad de darle un susto a Red Bull
Ya van unos cuantos sábados en el cual tras una cuali con Ferrari por delante de Red Bull (como ayer) pongo el tuit típico de «a ver qué hacen mañana para destrozarlo» para ver si, esta vez, el contragafe funciona. Spoiler: no. Creo que es el cuarto o quinto fin de semana (hemos perdido la cuenta ya) que Ferrari puede meterle un susto a Red Bull el domingo y se las ingenian para que todo vaya al revés y Max acabe siempre por delante.
El colmo ha sido este fin de semana en Hungría. Era crucial para la Scuderia dar un remate a Red Bull pero el Holandés se marcha de vacaciones con un colchón de 80 puntazos. Verstappen se podría permitir perfectamente tres ceros seguidos. Escalofriante. Para más inri, el equipo Mercedes que tan mal empezó la temporada (y ahora van bien, pero eso ya para otro articulo) se encuentra a apenas 30 puntos de los Italianos en la clasificación de constructores.
El propio Hamilton ha alucinado pepinillos (y se ha reído) en el prepodio al ver su adelantamiento contra Charles Leclerc, que iba con el neumático duro. El inglés, al ver el compuesto que equipaba el monegasco en ese fragmento de vídeo, no daba crédito. Ni los aficionados. Eso por no hablar de las desastrosas paradas de Carlos Sainz. Al menos nos podemos alegrar de que tardaran menos de nueve segundos.
Ferrari llega al parón de verano con una imagen que ha pasado de ser un «meme» a dar pena. Por ahora, parece que lo de hoy sumado a lo de Mónaco y sumado al «Please, Stop Inventing» del pasado Gran Premio de Gran Bretaña son suficientes para que empiecen a rodar cabezas en Maranello.
El propio Mattia Binotto se ha bajado del barco en el Gran Premio tal como se ha visto. Supongo que a darle algún recadito a alguien, suponemos que a Iñaki Rueda, jefe deportivo de la Scuderia. Ahora hay 3 semanas de vacaciones antes de ir a Spa, momento donde llegan las tradicionales «peoras».
Ferrari necesita algo más que un milagro para volver a la senda de la victoria, y volver a poner ruedines a su bicicleta no será suficiente.
Por mi parte y por ahora, en señal de protesta, he decidido no comprarme un Ferrari.
Si «Il Commendatore» levantara cabeza…
