El jefe de ingeniería de pista de Red Bull habló de los tres días de la pretemporada en Barcelona, comentando que tanto Max como Checo han estado contentos con el comportamiento del coche, consiguiendo tiempos decentes
Los tres primeros días de pretemporada celebrados en Montmeló finalizaron en el día de ayer, con todos los equipos rodando por primera vez juntos con el nuevo monoplaza acorde con el reglamento de 2022. Cada escudería presentó un diseño diferente aunque algunos de ellos conceptualmente se parecían más a otros.
Por ejemplo, Haas y Ferrari tenían un diseño de pontones similar, mientras Alpine, Alpha Tauri y Red Bull tienen otro concepto en esa misma zona de los ‘sidepods’. Fue precisamente la escudería austriaca quién mostró un diseño innovador que sorprendió a varios rivales, incluso Lewis Hamilton estuvo observando el monoplaza.
Pero lo más importante era que el coche completara el programa que quería realizar el equipo. Sólo tuvieron un inconveniente en el segundo día, ya que Checo Pérez se quedó parado en medio de la pista después de un problema con la caja de cambios, que llevó a Red Bull a perder más tiempo de lo que esperaban en volver a pista.
Entre Max Verstappen y Sergio Pérez han dado más de 300 vueltas en estos dos días, por lo que el equipo de la marca de bebidas energéticas pudo irse satisfecho de esta pretemporada. Ambos pilotos han transmitido buenas sensaciones estos pasados días y el ingeniero jefe de pista de Red Bull, Guillaume Rocquelin, coincide con ellos como recogen sus declaraciones en la nota de prensa distribuida por la escudería.
«Tuvimos un buen último día, los pilotos han estado contentos y hemos empezado a hacer algunos tiempos decentes. Para resumir la semana, diría que han sido unos días muy prometedores con este nuevo coche y lo más satisfactorio para mí es que tenemos una plataforma sólida y una dirección sobre la que construir. Consolidaremos algunas cosas que hemos aprendido aquí antes de Bahrein, pero es más considerado que un gran paso«, concluyó el ingeniero.
