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Con esta edición, se cumplirán setenta y dos años consecutivos de disputarse el Gran Premio de Italia, pero ahora con una variante, la segunda carrera sprint de la temporada

De un circuito que tuvo que esperar pacientemente para recibir de nuevo a la máxima categoría, llegamos a una cita obligada desde 1950, cuando inició el calendario oficial de la Fórmula 1. Llegamos a Monza.

Un trazado que se corre con el acelerador a fondo la mayor parte del tiempo, magnífico escenario que ha sido testigo de grandes momentos y de espantosas tragedias. Salvo en la edición de 1980, este circuito ha sido siempre el hogar del Gran Premio de Italia. El Autodromo Nazionale di Monza, el Templo de la Velocidad guarda tantas historias como kilómetros se han recorrido en él. ¿Recordamos algunas?

Quién no ha leído alguna vez las palabras: «Siga usted maestro. Vaya y salga campeón». Se dice que eso fue lo que le dijo Peter Collins a Juan Manuel Fangio en el Gran Premio de Italia de 1956 al cederle su auto para que “el Chueco” pudiera terminar la carrera, pues su auto no daba más. Aquel día, Fangio terminó segundo y aunque los puntos ganados finalmente no contabilizaron, se quedó con el campeonato de pilotos y el gesto de caballerosidad de Collins sería por siempre recordado.

En 1970, Jochen Rindt perdió trágicamente la vida en este circuito durante las prácticas del sábado, un 5 de septiembre. A la postre, se alzaría con el título de pilotos ese año convirtiéndose así en el único campeón post mortem en la historia de la Fórmula 1. 

Unos años después, en 1976, Monza vivió el sorpresivo regreso de Niki Lauda a las competencias, logrando un asombroso cuarto lugar, a tan solo seis semanas de aquel terrible accidente que marcaría su vida en el Gran Premio de Alemania.

El Gran Premio de Italia de 1988 se corrió en memoria de Enzo Ferrari, fallecido solo unas semanas antes. En aquella desastrosa temporada para Ferrari en la que McLaren-Honda se llevó casi todos los triunfos, sucedió algo que nadie esperaba, Ferrari hizo el uno-dos con Gerhard Berger y Michele Alboreto. ¿Cómo pasó esto? 

Alain Prost se vio obligado a abandonar por problemas con el motor y una colisión en las últimas vueltas hizo que Ayrton Senna terminara en la décima posición. Fue la única carrera que McLaren-Honda no ganó ese año. Los tifosi pudieron celebrar el doble podio de su escudería y dar un significativo adiós a Enzo Ferrari festejando este triunfo. ¿Coincidencia o guiño de ojo del destino?

En 2008, Sebastian Vettel se convirtió en el piloto más joven, hasta entonces, en ganar una carrera de Fórmula 1 (años más tarde Max Verstappen le quitaría este récord). En aquella carrera en Monza, Vettel logró una victoria por demás destacada bajo una torrencial lluvia y conduciendo un Toro Rosso.

Mucho más fresco en nuestra memoria, apenas el año pasado, el francés Pierre Gasly subió a lo más alto del podio en un modesto Alpha Tauri. Con algo de suerte en el bolsillo, logró llevarse una victoria que nadie hubiera imaginado. Carlos Sainz y Lance Stroll completaron este inusual y refrescante podio.

Hablando de escuderías, Ferrari es la máxima ganadora del Gran Premio de Italia, su Gran Premio, con 19 triunfos. En cuanto a los pilotos, Michael Schumacher y Lewis Hamilton están empatados con cinco victorias cada uno.

Los recientes anuncios de confirmaciones y cambios de escudería en la parrilla, ¿traerán diferencias en la forma de encarar la competencia por parte de algunos pilotos? ¿Qué sorpresas nos tendrá reservadas la segunda carrera sprint de la temporada? 

Veremos qué nos brinda este formato que se pone a prueba nuevamente. Yo espero con algo de expectativa este “segundo round”. Ojalá pueda regalarnos un gran espectáculo. Pronto lo sabremos.

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