La escudería austriaca tendría a su diseñador estrella con varias ideas para el RB18, además de que Honda ha recuperado la potencia perdida debido al cambio de combustible que entrará en vigor esta temporada
La presentación del nuevo monoplaza de Red Bull será en tan solo cinco días y es muy probable que no muestren muchos detalles del monoplaza salvo la decoración ya que querrá guardar el mayor número de secretos para no desvelar nada a sus rivales.
Y es que ante un cambio de normativa que pretende revolucionar la Fórmula 1 a partir de 2022, ningún equipo quiere dar pistas de alguna idea novedosa que tengan. Por eso, los coches serán una gran incógnita hasta llegar a Baréin.
Por ejemplo, Red Bull y Mercedes lucharon hasta el final del pasado campeonato y son los dos grandes favoritos para la temporada que está a punto de comenzar pero con la nueva reglamentación es posible que aparezcan nuevos rivales como Ferrari.
Pero si los italianos no lo consiguen, todo parece apuntar que serán los dos equipos de cabeza los que luchen por el mundial y es por ello por lo que los ojos no pueden evitar fijarse en uno de esos dos equipos, concretamente los austriacos.
El motivo es su conocido diseñador Adrian Newey, cuyo historial de éxito diseñando monoplazas ganadores está al alcance de pocos ingenieros. Ahora se enfrenta a un nuevo reto con estos nuevos coches y una aerodinámica diferente.
Esta temporada el británico volvió a conseguir un coche ganador después de muchos años en los que sus diseños estaban lastrados por la falta de potencia del motor pero la asociación con Honda fue dando poco a poco sus frutos desde 2019, llegando a 2021 con una unidad de potencia competitiva.
A esta pieza clave se suma Max Verstappen, y es que el actual campeón del mundo es el piloto que Newey necesitaba para poder llevar al máximo sus monoplazas y volver a tratar de vivir un nuevo periodo dorado dentro de Red Bull.
En unas semanas, su nueva creación comenzará a rodar en las pistas de Montmeló y Sakhir, viéndose el rendimiento real del monoplaza. Mientras tanto, Adrian ya estaría trabajando en dos filosofías para canalizar mejor el flujo de aire como recogen en la Gazzetta dello Sport.
Según el medio italiano, Newey habría desplazado el cockpit hacia delante para estrechar más la zona lateral en la parte trasera, además de alargarlo y aprovechar así la forma del monoplaza para reducir el impacto de la turbulencia generada por las ruedas delanteras.
A estos avances se sumarían los conseguidos por Honda, y es que la colaboración con ExxonMobil les habría ayudado a recuperar la pérdida de potencia debida a la introducción del nuevo combustible E10, consiguiendo volver a los niveles de 2021.
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