El jefe de Red Bull confesó que gracias al trabajo en el simulador de Alexander Albon permitió que el coche mejorara del jueves al sábado en Mónaco
Tras el jueves de entrenamientos libres del Gran Premio de Mónaco, tanto Verstappen como Pérez se mostraron poco contentos con el monoplaza, comentando que el coche parecía haber empeorado desde los libres 1 a los libres 2.
Pero cuando volvieron a pista el sábado, el equipo austriaco había conseguido mejorar la puesta a punto, permitiéndoles ser rápidos y luchar por la pole, aunque finalmente eso no pudo ser cuando Max Verstappen se vio interrumpido por el accidente del poleman Charles Leclerc.
El domingo, el monegasco no tomó la salida del Gran Premio y Max pudo aguantar la primera posición en la salida, ganando finalmente la carrera. Mientras tanto, su compañero Pérez consiguió remontar de la novena plaza a la cuarta gracias a un gran ritmo y buena estrategia.
El jefe de Red Bull habló en su columna sobre cómo el trabajo de Alex Albon en el simulador les permitió dar un salto del jueves al sábado: «No estábamos en buena forma el jueves en Mónaco y Max no estaba especialmente contento con el coche.»
«Pero el trabajo entre bastidores, el trabajo que Alex estuvo haciendo en el simulador, todo ayudó a darle la vuelta para el sábado», explicó el jefe de Red Bull, reconociendo el trabajo del piloto tailandés que hasta el año pasado era compañero de Verstappen.
«Hicimos algunos cambios en la puesta a punto, conseguimos que Max y Checo estuvieran mucho más contentos con el coche y Max, obviamente, estaba destrozado por perder la pole con la bandera roja.»
«Llegamos al sábado por la tarde un poco frustrados porque todos sabíamos lo difícil que sería adelantar, pero la desgracia de Ferrari se convirtió en nuestra buena suerte y era importante para nosotros aprovechar la oportunidad», finalizó Christian Horner.
