Los japoneses cuentan que el diseño del motor antiguo había alcanzado su límite y tenían que apostar por un nuevo motor para ser capaces de alcanzar a Mercedes
Honda ha trabajado muy duro desde que comenzó en 2015 su vuelta a la Fórmula 1, y es que sus primeros años con McLaren fueron desastrosos, con un motor lejos de sus rivales y muchos problemas de fiabilidad.
En 2017, último año con McLaren, Honda apostó por cambiar la estructura de motor al concepto de Mercedes, pero volvieron a experimentar muchos problemas de fiabilidad, además de falta de potencia, lo que provocó que el equipo británico decidiera apostar por Renault, y los japoneses comenzaran su relación con Toro Rosso.
Esta relación les llevó a asociarse al año siguiente también con Red Bull, con los que consiguieron su primera victoria en la era híbrida en el Gran Premio de Austria de 2019, y desde 2018, el motor Honda no ha parado de mejorar en potencia y fiabilidad, permitiendo alejarse de la oscura sombra de los primeros años.
Ahora, los japoneses tenían un reto en su último año de Fórmula 1, que era conseguir el mejor motor que pudieran y dicha unidad de potencia estaba pensada para 2022, pero al irse al final de esta temporada, decidieron adelantarlo a 2021.
El jefe de investigación y desarrollo de Honda, Yasuaki Asaki, ha explicado el porqué de esta elección, además de cómo supuso el reto de hacer un motor nuevo en pocos meses antes de llegar a la nueva temporada.
«Hemos estado trabajando durante los últimos años para ver dónde estaban los límites del antiguo motor. Pero no fue hasta octubre cuando empezamos a poner todo en el desarrollo del nuevo motor», comentó el japonés en declaraciones recogidas en la web de la propia Fórmula 1.
Lo siguiente fue convencer a Red Bull, de que este desarrollo era necesario en tan poco tiempo si querían vencer a Mercedes: «Les explicamos que no podríamos vencer a Mercedes con la antigua unidad de potencia, y que necesitaríamos una nueva para hacerlo.»
«Así que para ganar teníamos que implementar la nueva unidad de potencia, y por eso empezamos a trabajar en ello en ese momento», comentó Yasuaki Asaki. Para esto fue necesaria la ayuda de otros departamentos de Honda, como la división de motores de aviones, Honda Jet.
«Con la ayuda de Honda Motor pudimos producir ciertas piezas tres veces más rápido de lo normal, y así tuvimos los nuevos motores listos para la primera carrera.»
«Si todo va bien, creemos que podemos contribuir en el rendimiento de Red Bull, por lo que es una muestra del logro tecnológico casi milagroso que hemos conseguido», finalizó Asaki, mostrando la gran apuesta que han hecho con su motor este año.
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