Helmut Marko reacciona a su frustración por la irrupción del coronavirus y revela un secreto sobre su piloto Max Verstappen.
Durante el virtual Gran Premio de Bahrein del domingo, Max Verstappen se mostró muy animado cuando habló por teléfono con su amigo de Sim Racing, Lando Norris, documentado en el Norris Twitch Channel; pero en tiempos de la pandemia del coronavirus, la vida también es un poco más complicada de lo habitual para la estrella de Red Bull de 22 años.
Helmut Marko revela al «Kronen Zeitung» que en tiempos como estos, incluso el por demás genial héroe de la Fórmula 1 muestra signos de inseguridad: «Me dijo por teléfono que tiene un miedo aterrador a ser infectado.
El consultor de deportes de motor de Red Bull, que hasta ahora no se ha dejado contagiar por el pánico mundial de Corona (en el verdadero sentido de la palabra), bromea: «¡Lo mejor es contagiarse ahora! A la edad de 22 años no es una persona de riesgo. Pero después de eso sería inmune a su oportunidad de ganar el título».
Mientras Verstappen mata el tiempo en Mónaco, Marko se queda en su ciudad natal de Graz. No está tan ansioso como sus conductores: «Además de trabajar en la oficina, resuelvo mis frustraciones en la silvicultura con una motosierra y similares».
Y aunque el ex piloto de Fórmula 1 y ganador de Le Mans con sus 76 años de edad pertenece claramente al grupo de riesgo de la población, no tiene mucho miedo de infectarse con el virus del SARS-CoV-2.
Austria tiene «muy buena atención médica». Sólo tengo mucho cuidado de no herirme con una motosierra y tener que ir al hospital. Este es sin duda el lugar más peligroso en este momento», dice Marko en una entrevista con el ‘Kronen Zeitung’.
En una entrevista con el diario ‘Österreich’ se sorprende de la irracionalidad que la pandemia de coronavirus está causando en algunas personas: «En el supermercado la gente se pelea por la mercancía o se queda cerca de la caja. Pero si te paras afuera en una plaza en un trío, un guardia de seguridad vendrá y te preguntará qué está pasando. Loco».
Y en estos días Marko piensa a menudo en su difunto amigo Niki Lauda: «No sería sólo un paciente de riesgo, no se le debería haber permitido viajar en absoluto. Como ya he dicho: Siempre tengo a Niki en el fondo de mi mente tratando de vivir saludablemente, de estar en forma».
