El expiloto de Fórmula 1 explica y analiza cómo fue la resalida de Hamilton, detallando que su mano izquierda estaba encima del volante, tocando el famoso "botón mágico"
Lewis Hamilton tenía una gran oportunidad de recuperar el liderato del mundial cuando su máximo rival, Max Verstappen, tenía un accidente por un pinchazo en sus neumáticos y se retiraba de la carrera.
Tras ese accidente, dirección de carrera ondeó la bandera roja y decidió que las últimas dos vueltas se disputaran y la resalida fuera desde la parrilla. En ese momento, Lewis salía segundo y delante tenía a Checo Pérez, compañero de Max Verstappen.
Cuando se apagaron los semáforos, el británico salió mejor que el mexicano y se puso en paralelo, cogiendo el interior. Pero Hamilton había cometido un error con su balance en frenada y vio como se pasaba de frenada, colocándose en última posición.
El expiloto y actual comentarista de la Fórmula 1, Jolyon Palmer, analizó la secuencia de sucesos que llevaron al británico a perder esa gran oportunidad en la que podría haber dado un buen golpe para el campeonato.
«Cuando se encienden las luces, puedes ver que algo va mal en el Mercedes. Se ven enormes columnas de humo saliendo del Mercedes. Los frenos delanteros están al rojo vivo y parece que se van a incendiar. Esto es algo de lo que puedes librarte enseguida.»
«Hamilton ha hecho pasar una enorme temperatura por sus frenos delanteros y como resultado están echando mucho humo. Pero en cuanto el coche alcanza la velocidad de carrera, se enfrían, el aire fluye a través de ellos y vuelven a estar bien. Pero esto demuestra la temperatura que Hamilton hace pasar por los frenos delanteros», explica Palmer.
«Pero es una gran salida de Hamilton, el humo desaparece inmediatamente y se pone en el interior de Pérez. Aquí es donde parece que se hace el trabajo», comentaba el expiloto para proseguir con el error que vino después.
«Para establecer un diagnóstico tenemos que subirnos a bordo y ver qué está pasando. Se puede ver que Lewis arranca con la mano izquierda encima del volante. Eso no es habitual. Tiene que sujetarlo con los pulgares a través de los agujeros del volante.»
«Para conseguir tanta temperatura en la parte delantera, Mercedes tiene lo que se llama un botón mágico. Este botón hace que la frenada se produzca en la parte delantera.»
«Genera una enorme temperatura de los frenos y la razón por la que Mercedes hace esto es por la temperatura de los neumáticos», finalizaba Palmer explicando lo que hace ese botón mágico.
Ese cambio en el balance de frenada provoca que pase a el reparto a las ruedas delanteras y que frenen al 90%, en lugar del 50% o 60% habitual, por lo que Hamilton bloqueó rápidamente al estar toda la presión de frenado sobre los frenos delanteros.
