Tras el doble abandono en Estiria por el accidente causado por Leclerc, la Scuderia llevará a Hungría una importante mejora estructural con una disposición diferente de radiadores y escapes para evitar el bloqueo aerodinámico.
Ningún Ferrari llegó a la línea de meta ayer. Cero, esos son los puntos acumulados en Maranello y obviamente la satisfacción es nula. La Scuderia deja el Red Bull Ring en un estado de confusión: el SF1000 no funciona y los pilotos se la jeugan en la primera vuelta. Dejar Austria es como salir de una pesadilla, donde todo peor que nos podíamos imaginar para ellos ha sucedido.
A pesar de lo que pasó en el GP de Brasil el año pasado, aquel toque y el de ayer no afectará al futuro. No hubo malicia: Leclerc admitió cándidamente que vio un espacio que no estaba allí y se disculpó con Sebastián Vettel y el equipo.
El toque de ayer, en resumen, no es lo peor de en la marca del cavallino, aunque le sabrá muy mal al equipo que vaya a Hungría el quinto lugar en la clasificación del Campeonato Mundial de Constructores. Estiria le dio una bofetada a Ferrari: las esperanzas de la escudería del Cavallino Rampante se derrumbaron totalmente.
En Maranello esperaban ser terceros detrás de Mercedes y Red Bull, pero no detrás de McLaren, Racing Point y Renault. Sin embargo, el estrecho morro del Mercedes ha estado en el túnel de viento desde febrero y todavía no se ha visto en la pista.
El coche de la evolución estudiado por Simone Resta había sido «detenido» porque en el túnel no daba las ventajas que se veían en los otros monoplazas. Pero Ferrari, junto con Haas, Alfa Romeo y Williams, es el único que mantiene la antigua configuración aerodinámica, ya que todos los demás se han pasado a morros más estrechos.
Seamos claros: no veremos la nueva parte delantera del Ferrari en Hungría, pero sí probablemente en Silverstone, mientras que en Budapest descubriremos la segunda parte del paquete de novedades del SF1000. En Estiria el ala delantera y el nuevo fondo han hecho su aparición, mientras que la próxima semana veremos importantes cambios en la zona de los pontones y bargeboards.
Los ingenieros de Cavallino se están volviendo locos para entender dónde se genera la resistencia que impide al monoplaza rojo ser rápido en las rectas. Sin embargo, parece que la configuración del sistema de refrigeración con paquetes radiantes superpuestos uno sobre otro puede producir un bloqueo aerodinámico.
La extracción de aire caliente de los lados no sería tan eficiente como sería necesario, por lo que es probable que se vea un Ferrari que en Hungría… y pueda refrigerar mejor.
Ya este fin de semana hemos visto una salida de aire más grande que la semana pasada, pero en el Hungaroring habrá una disposición diferente de los radiadores y no se excluye que algo vuelva a ser montado en el motor como en el pasado.
También es lógico pensar que los escapes (más cercanos a los 6 cilindros) serán rediseñados para dejar un respiradero de aire más grande con una mayor velocidad de extracción. En resumen, Ferrari introducirá cambios sustanciales y no detalles que podrían, por fin, cambiar el comportamiento del coche…
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