Tras tres carreras con la Honda, Pol Espargaró hace balance de lo que requiere físicamente la RC213V, como a su vez, de compartir box con Marc
Tras dos carreras compartiendo box con el piloto probador Stefan Bradl, la semana pasada, Pol Espargaró compartía box por primera vez con Marc Márquez, ya que éste, hizo su regreso a la competición nueve meses después. Por lo que esta, será la primera de muchas más carreras compartiendo garaje. Es por esto, que Pol quiso hablar de lo que supone compartir box con la estrella de Honda.
“Creo que es positivo para todos, por un tema técnico, por la mejora de la moto. Al final, no hay nadie mejor para desarrollar una moto que el que lleva más tiempo en ella, para conocer un poquito el historial, saber sus puntos débiles y fuertes para potenciarlos, o mejorar los débiles. Marc es la persona que prácticamente lleva todo el proceso en los últimos años en Honda y técnicamente va a solventar los problemas que nosotros tenemos con mucha más facilidad y fluidez de lo que podría hacerlo yo con la poca experiencia que tengo. Es evidente que la presión será un poquito mayor porque él va a poner unos límites más difíciles de llegar, pero al final eso es lo que queremos los pilotos: vernos al límite para poder mejorar”, arranca el #44.
Polyccio también quiso comentar la evolución que esta teniendo sobre la RC213V, ya que carrera tras carrera, éste, esta recortando la diferencia con los pilotos de delante.
“Sobre todo en confianza. Parece un poco contradictorio, pero las caídas, en un primer momento te aportan desconfianza, porque acabas de caerte y eso te produce una sensación incómoda, de desconexión con la moto. Pero visto desde un prisma un poco más lejano, estas caídas te enseñan el límite de la moto. Cada vez voy cogiendo más el ritmo, cada vez soy más competitivo a una vuelta y a pesar de que como he dicho, no soy capaz de completar una vuelta entera sin errores, siento que tenemos la velocidad”.
La Honda, al igual que la KTM, son las motos más físicas de la parrilla, por lo que físicamente debes estar muy fuerte, pero ¿esta Pol lo suficientemente preparado físicamente para este cambio?.
“Sin ninguna duda. Me preparé a conciencia para este proyecto. Es cierto que vengo de una fábrica en la que la moto era bastante complicada y también tenía que estar rindiendo al máximo y necesitaba tener un físico acorde a la moto. Me he preparado a conciencia y he llegado creo que un poco por encima de lo que necesitaba”.
Además, tras tres carreras, quiso añadir que por el momento no tiene límites con la Honda, ya que es muy temprano.
“En cuanto a resultados, no nos habíamos puesto ni un límite, ni techo. En cuanto al equipo, prácticamente conocía a todos y eso lo llevaba ya hecho de casa. Sabía quiénes eran, había hablado con muchos de ellos, y eso me aportaba una cierta tranquilidad al empezar, especialmente en los tests, del trato que iba a tener”.
La dupla española no pudo coincidir en pista, por lo que por el momento, el #44 no pudo ver como traza el #93 a los mandos de la RC213V.
“Aún no he tenido la oportunidad. Sí que salimos muy cerca uno de otro en el entrenamiento cronometrado, pero estaba demasiado lejos. Hemos rodado muy poquito y espero poder estar juntos pronto, luchando en una carrera. Eso es lo que sería mi sueño”.
El comienzo de Pol con Honda no pudo ser del todo satisfactorio para él, pues se estreno en dos pistas donde Honda no es del todo fuerte, además de las condiciones tan especiales que tienen los trazados de Losail y Portimao. Es por ello, que el #44 está deseando llegar a circuitos que ya conoce, pues sabrá donde esta con exactitud.
“Para mí es el inicio de lo que puede ser la temporada real. Venimos de Catar, luego Portimao, dos circuitos complicados, uno por su trazado y otro por las características que tiene con la Honda, que no encajan a la perfección. A Jerez, además, llegamos en un momento en el que ya tengo experiencia, conozco la moto, el equipo. Es una pista en la que el piloto del equipo de pruebas, Stefan Bradl, ha estado rodando mucho. Eso nos va a facilitar muchísimo el trabajo si tenemos problemas, vamos a saber qué caminos escoger sin tener una pérdida de tiempo, que es lo esencial en fines de semana de carreras. Sin duda, echaremos en falta el calor de la gente, ver las gradas llenas. Eso para nosotros es punto muy en contra, porque cuando la afición está allí, nosotros somos como uno y medio encima de la moto y lo echaremos de menos”, zanja el de Granollers.
