El piloto de Williams confiesa que tras el Gran Premio de Sakhir del año pasado en el que su carrera se vio truncada, notó diferencias dentro del paddock
Lewis Hamilton contrajo el COVID-19 antes del Gran Premio de Sakhir el año pasado, por lo que Mercedes, buscó un rápido sustituto, apostando por su joven talento George Russell.
El piloto de Williams, tuvo algunas dificultades al comienzo del fin de semana debido a su gran altura y se tenía que acoplar al monoplaza de Hamilton. Pero Russell consiguió realizar un gran trabajo y pelear con Bottas por la pole.
El piloto británico fue capaz de adelantar al finlandés en carrera y todo parecía encaminarse hacia la victoria pero Russell tuvo dos eventos de mala suerte, una parada en boxes errónea y un pinchazo lento.
Esto le impidió volver a la cabeza de carrera, algo que le afectó de manera visible tras acabar la carrera, y en una entrevista para GQ-Magazine, Russell confesó que su noveno puesto y la vuelta rápida no le importaron a pesar de que significaban sus primeros puntos en la Fórmula 1.
«Cualquiera en esa situación habría tenido problemas para mantener sus emociones en orden. Volví a la sala de pilotos y lo tiré todo al suelo. Me quedé sin palabras, para ser sincero, y muy emocionado.»
«Entonces entraron Toto y Bono [ingeniero de pista de Mercedes]. Dijeron: «Has estado increíble. Lo sentimos mucho. Ya llegará tu momento», añadió George Russell.
«Obviamente estaba decepcionado, pero también increíblemente agradecido por haber tenido la oportunidad y el orgullo de cómo se desarrolló la carrera en tan poco tiempo en un coche que nunca había conducido y sin preparación».
El gran pilotaje de ese fin de semana por parte del joven británico sirvió para que Russell se ganara el respeto de muchas personas tanto dentro del paddock como por parte de los aficionados como cuenta él mismo.
«Definitivamente noté la diferencia en el paddock. Más gente se fijó en mí y me reconoció también fuera, en el aeropuerto y en otros lugares. Fue enorme, realmente, había mucho respeto por mí. Es difícil saber lo bueno que es alguien cuando está al final de la parrilla. Eso hizo callar a los críticos», finalizó Russell.
