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Maverick Viñales afronta su quinta temporada consecutiva con Yamaha, y es que, estos han decidido que el chico de Roses sea la punta de lanza del proyecto de Iwata

La llegada de Maverick a Yamaha en 2017 apuntaba francamente bien, ya que el #25 (por aquel entonces), dominaba todas las sesiones habidas y por haber, además de hacer el papel difícil, ganar los domingos. Sin embargo, y sin saber porqué, Viñales, como a su vez Yamaha dieron un bajón de rendimiento considerable. 

Tanto fue así, que estos se tiraron dos años fuera de combate, aunque a mediados de 2019 parecía que habían encontrado el rumbo. Sin embargo, dicha alegría duraría poco tiempo, ya que estos completaron un 2020 cuanto menos nefasto.

“Paso a paso. Los dos primeros años fueron difíciles. Empezamos muy bien, luego se fue complicando todo. Se hicieron cambios en el equipo que mejoraron mucho las cosas, pero queda mucho camino por recorrer. Hay que seguir trabajando con la mentalidad de ser todos uno, no solo en mi parte del box. Todo el equipo tiene que volcarse si queremos ganar el título. Lo vemos en Suzuki, todos van a una. En Yamaha lo entienden bien, saben lo que pasa dentro del equipo y da igual lo que hayan tardado. Lo importante es hacerlo, la velocidad está y hay que hacer que la moto funcione en todas las condiciones. El año pasado, cuando la moto estaba bien, era un espectáculo”, comentó Viñales.

“Hay mucha motivación, muchas ganas de ganar porque sabemos lo que somos capaces de hacer. Hay que ponerlo todo en el mismo saco e ir a una. Los otros años solo iba con el mono de piloto y si algo iba mal era cosa del equipo. Ahora, cuando me quite el mono debo seguir siendo parte de Yamaha. Cuando acaba el entrenamiento debo ser un técnico más de Yamaha y me lo tomo como algo personal. Ahora voy a ir a por todas, lo llevo dentro y a mí mismo no me puedo fallar”, dijo.

A su vez, el #12 piensa que los pequeños detalles pueden marcar grandes diferencias, y es que, como bien han demostrado los chicos de Suzuki a lo largo de estos años.
 

“Cuando hablamos con Yamaha el año pasado, no tuvimos oportunidad de probar muchas cosas. Nos dieron un motor decidido de antemano y no pudimos volver atrás. Lo que pido es tener un poco más de libertad de decisión, poder decir ‘esto no’ e irnos atrás. Al final, cuando tienes una cosa ya impuesta de antemano no tienes margen de maniobra. Lo hemos intentado muchos años, pero la unión del equipo es importante. Es muy importante trabajar en los detalles, estar tranquilo y poder expresarte bien”.

“El año pasado se decidió ir directamente con el motor de 2020, sin poder elegir el de 2019. Tenemos que tener poder de maniobra en ese tipo de decisiones”, insistió.

Maverick Viñales, Monster Energy Yamaha, MotoGP, 2021

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