La F1 dio a conocer ayer un posible calendario de cara al año 2021, lo que ha despertado multitud de opiniones entre los aficionados.
Como suele ser tradicional en estas fechas, Liberty Media ha anunciado sus planes de cara a la próxima temporada de nuestra competición favorita. Favorita, pese a todo. La propuesta de 23 Grandes Premios y un nuevo escenario no exento de polémica ha dado de cabeza con un sinfín de opiniones dispares, entre ellas la mía.
A mi parecer, un calendario hecho con los pies y apenas pensando en el aficionado y público objetivo. Y por si eso fuera poco, casi atentando contra la integridad de los propios miembros de las competiciones. Y para colmo, estos errores se han extendido a las categorías soporte.
Para mí, el primer error es querer correr tantos Grandes Premios. 23 es un montón, pero también 20. Para mí, este debería ser el límite anual. Además, el otro problema intrínseco de tener tantas carreras es que cada una tiene un menor valor respecto a la puntuación final del campeonato. Al final, un calendario tan largo y con los dominios que hay actualmente, tantas carreras te dan más oportunidades si en alguna cita no logras puntuar.
Es cierto que los aficionados tenemos mono y queremos ver cuantas más carreras mejor. Pero yo no quiero verlas a cualquier precio. La gente que trabaja ahí también necesita descansar y reponerse. La élite del automovilismo mundial es un mundo agotador. Y por si fuera poco, de rebote, más carreras también implican movilizar más equipo humano, algo que choca frontalmente con la intención de la F1 de imponer un límite presupuestario en un futuro cercano.
Y hablando del poderoso caballero, ¿Cuánto cuesta en términos logísticos, económicos y físicos la sandez de correr en Europa, ir a correr a Canadá y luego volver a Europa en un plazo de 4 semanas? Por mi parte, esto sería lo primero que se acabaría. Un calendario ideal (no sólo de F1) sería aquel que empieza en A y acaba en B. Y se recorre en orden geográfico. Además, así seguro que se ahorran algunos dineros. Es lo que toda la vida han hecho feriantes y circos a lo largo y ancho de España y del mundo. Y sí, qué pronto se nos ha olvidado el término «El Circo de la F1».
Y finalmente, el último eslabón. Las categorías soporte. Hace algunos días la F2 y F3 anunciaron fines de semana con tres carreras «por motivos económicos». Y hoy hemos conocido que estas carreras implicarán viajes larguísimos entre varios países y continentes. Espeluznante.
Desafortunadamente, parece ser que las competiciones que tanto nos gustan (por poco tiempo) han dejado de pensar en sus aficionados y, lo más importante, en sus propios miembros. Puedo entender que se busquen ciertos eventos que puedan repercutir en una mayor cantidad de ingresos, al final esta gente tiene que comer, faltaría más. Se están jugando la vida. Lo que no es de recibo es que un día digan una cosa para al final deshacerlo al cabo de unos días. Lo de elegir ciertos escenarios que enfadan a los aficionados al deporte por motivos políticos da para otra charla. Hoy ya no daré más la chapa.
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