Para esta cuarta fecha de la temporada 2022 llegamos a uno de los circuitos más emblemáticos de la Fórmula 1.
El nombre completo de este Gran Premio es Gran Premio del Made in Italy e dell’Emilia-Romagna y este año se correrá por tercera vez. Bueno, por tercera vez con este nombre, porque el Autódromo Enzo e Dino Ferrari es un viejo conocido para los seguidores de la Fórmula 1. En este circuito se corrió, en 1980, el Gran Premio de Italia y de 1981 a 2006 el ahora desaparecido Gran Premio de San Marino. Una historia mucho más larga, casi tanto como su actual nombre…
Como todos sabemos, en el tumultuoso 2020 que nos tocó vivir varias carreras fueron canceladas. Para lograr sacar adelante la temporada de Fórmula 1 fue necesario hacer muchos cambios y las decisiones de último minuto estaban a la orden del día. A veces se corrieron dos Grandes Premios en un mismo trazado, cambiando solo el nombre, pero también fue un año en el que vimos el regreso de varios circuitos. Este fue el caso de Imola que había tenido su última participación en el calendario oficial en aquel lejano 2006.
El Gran Premio de la Emilia-Romagna tomó su nombre de la región en la que se encuentra ubicado el circuito, una de las veinte que conforman Italia. El autódromo está junto a la ciudad de Imola, en la provincia de Bolonia. Inaugurado en 1953 como un trazado semipermanente, llevaba el nombre de Autódromo di Castellaccio, pues se construyó en el terreno que rodea al Monte Castellaccio. A partir de 1970, se renombró Dino Ferrari en honor del hijo de Enzo Ferrari fallecido en 1956 por una enfermedad congénita, a la corta edad de 24 años. Posteriormente, tras la muerte de Enzo, su nombre fue colocado junto al de su hijo. Desde entonces lo conocemos como Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari.
Enzo Ferrari fue de los primeros en mostrarse entusiasmado ante el proyecto de construcción del circuito, enclavado en una zona montañosa, veía en aquel lugar lo que podría llegar a ser un pequeño Nürburgring, desafiante y atractivo tanto para los pilotos como para los autos. Además, estaba a tan solo unos 80 kilómetros de Maranello. Después de su inauguración, fue un gran impulsor para traer aquí la Fórmula 1, apoyado posteriormente por Bernie Ecclestone. La primera carrera dentro del calendario oficial que se desarrolló en este trazado fue el Gran Premio de Italia de 1980. Pero ya antes había recibido a la Fórmula 1 en dos ocasiones, ambas no puntuables. La primera fue el 4to Gran Premio Shell, también llamado el Gran Premio de Imola, en 1963, carrera ganada por Jim Clark. La segunda fue el Gran Premio Dino Ferrari en 1979, organizado obviamente en su honor, pero también como una especie de ensayo para preparar el Gran Premio de Italia que se correría ahí al año siguiente, pues el circuito había sido remodelado, ya era permanente y además era requisito indispensable para verificar las medidas de seguridad. Niki Lauda fue quien se llevó la victoria. Se había pensado que se alternara con Monza para recibir el Gran Premio de Italia, sin embargo, en medio de una tormenta de intereses y de negociaciones, esto no se concretó y 1980 fue el único año en el que se corrió ahí. A partir de 1981 y hasta 2006 Italia contaría con dos carreras puntuables en el calendario oficial y este trazado sería la sede del Gran Premio de San Marino.
El Gran Premio de San Marino tomó su nombre de la República de San Marino, un enclave situado muy cerca de Imola. Aunque fue solo para diferenciarlo, pues no podía llamarse también Gran Premio de Italia, no deja de ser curioso, pues lo convirtió en un Gran Premio que llevaba el nombre de un país, pero que se corría en otro…
A lo largo de las veintiséis ediciones de este Gran Premio, sin duda la más célebre, tristemente célebre, es la de 1994, que tuvo lugar los días 29 y 30 de abril y el 1 de mayo. Aquel fin de semana fue un parteaguas en la historia del automovilismo.
Desde el viernes la situación se volvió tensa con el fuerte choque de Rubens Barrichello en las prácticas. Al día siguiente, Roland Ratzenberger sufrió un accidente fatal durante la clasificación. Y el domingo, en Tamburello, Ayrton Senna perdería la vida. Difícil creer que todo haya pasado en tan solo tres días, pero hubo más. En el inicio de la carrera el auto de J.J. Lehto no arrancó, Pedro Lamy no pudo esquivarlo y lo impactó fuertemente, algunos fragmentos de ambos autos llegaron hasta el público hiriendo a varias personas. Se cuenta que en ese momento Frank Williams le dijo a Patrick Head: están pasando demasiadas cosas. Luego, a unas diez vueltas del final, la rueda trasera derecha del monoplaza de Michele Alboreto se soltó, cuando salía de pits, golpeando a dos mecánicos de Ferrari y a dos de Lotus que debieron ser atendidos.
El accidente de Rubens Barrichello fue el más grave de su carrera, pero milagrosamente no puso en riesgo su vida. Ayrton Senna fue el primero en visitarlo en el centro médico del circuito, aunque es una de las tantas cosas que Barrichello no recuerda, pues el golpe le dejó problemas de memoria. Regresó a su casa, en Inglaterra, y desde ahí fue testigo de la muerte de su amigo. Tampoco recuerda haber asistido a su funeral, ni haber sido una de las personas que cargó su féretro. Años más tarde, en julio de 2000, Barrichello ganó finalmente su primera carrera de Fórmula 1, el Gran Premio de Alemania, triunfo que dedicó a la memoria de Senna. El himno brasileño volvió a sonar por primera vez en muchos años.
El Gran Premio de San Marino fue el tercero en aquella temporada de 1994, pero para el debutante austriaco Roland Ratzenberger, era la segunda carrera en la que esperaba participar. Solo había podido correr en el Gran Premio del Pacífico, en Japón, pues para el primer Gran Premio del año, Brasil, no había logrado clasificar. Empezó a correr desde los 17 años, trabajó mucho para poder costear su paso por diversas categorías y participó en varias ocasiones en las 24 horas de Le Mans, pero siempre con un objetivo muy claro, llegar al Gran Circo y lo logró. A los 33 años Roland Ratzenberger podría finalmente correr en la Fórmula 1. Su entrada en la máxima categoría lo hacía con la también debutante escudería británica Simtek que terminaría abandonando la Fórmula 1 al año siguiente, a muy poco de haber iniciado la temporada. Su amiga Barbara Behlau le había conseguido un contrato por cinco carreras solamente, no parecía mucho, tenía que aprovecharlas y sacar lo mejor posible de su modesto auto. Desgraciadamente no pudo llegar a esa quinta carrera. Después del accidente de Ayrton Senna se encontró en su monoplaza una bandera austriaca que pensaba ondear como tributo a Ratzenberger, algo que tampoco sucedería. Simtek corrió el resto de la temporada con el lema For Roland.
De aquel fin de semana se dicen muchas cosas, que a Senna se lo veía diferente, inquieto y preocupado, que la carrera debió suspenderse tras la muerte de Ratzenberger, que Senna no quería correr, que no había estado cómodo con su auto desde el inicio de la temporada. La mañana del domingo, mientras filmaba una vuelta para el canal francés TF1 mandó un emotivo mensaje a Alain Prost, retirado al final de la temporada anterior: We all miss you, Alain. Más tarde, cuando hablaba con los periodistas, les dijo algo que horas después resonaría en la cabeza de muchos: «La Fórmula 1 no volverá a ser la misma después de este fin de semana.»
Tras el accidente de Ayrton Senna, todavía con la carrera detenida y para sorpresa de todos, un piloto regresó a la pista. Cuando llegó a la zona de Tamburello los comisarios le hicieron señas para que se detuviese pues había personas por todos lados y el helicóptero que trasladaría a Senna había aterrizado a media pista. Pero ¿quién era este piloto? Nada menos que Erik Comas, el mismo a quien dos años antes Ayrton Senna había auxiliado tras un fuerte accidente durante las prácticas del Gran Premio de Bélgica, en el circuito de Spa-Francorchamps. Aquel día, Comas perdió el control de su auto en Blanchimont, golpeó la barrera y el impacto lo hizo regresar de nuevo a la pista. La rueda delantera derecha salió disparada y alcanzó a Comas dejándolo inconsciente, con el pie presionando fuertemente el acelerador. Senna venía detrás de él y al ver la escena no dudó en detener su vehículo y bajarse. Apagó el motor y mantuvo erguido el cuello de Comas hasta la llegada del doctor Sid Watkins, impidiendo que los comisarios lo movieran o le quitaran el casco y pudiera ocasionarse un mal mayor. Watkins, neurocirujano y máximo responsable médico de la Fórmula 1 entre 1978 y 2004, era también gran amigo de Senna y había sido él quien le enseñó qué hacer para auxiliar a alguien tras un accidente. Si estoy aquí es porque Ayrton Senna me salvó la vida, declararía el mismo Comas. Se dice que Erik Comas regresó a la pista por un error de comunicación que hizo que su escudería, Larrousse, creyera que la carrera se había reanudado y que con la gran confusión que reinaba pudo salir del pit lane. ¿Un error o quiso ayudar a quien le había salvado la vida? Lo cierto es que fue el único piloto que se rehusó a reanudar la carrera ese día y al final de la temporada abandonó la Fórmula 1.
Después de los graves sucesos de ese fin de semana, se hicieron modificaciones en muchos trazados, incluyendo, por supuesto, Imola. Se dice, por ejemplo, que una cama de leca en la zona del accidente de Senna hubiera podido amortiguar el golpe. Y esta búsqueda de seguridad se extendió también a los diseños de los monoplazas y al equipamiento de los corredores. Senna fue siempre uno de los pilotos que más abogó por estas mejoras y, paradójicamente, las logró después de irse. “La Fórmula 1 no volverá a ser la misma después de este fin de semana.”
El Gran Premio de San Marino continuó hasta 2006. Luego, algunos problemas con las instalaciones, quejas sobre el estado de la pista y cuestiones económicas, aunado al deseo de la FIA de correr un solo Gran Premio por país, contribuyeron a que su contrato no se renovase.
Y a diferencia de otros circuitos a quienes solo visitamos en 2020, Imola volvió a recibir a la Fórmula 1 en 2021 y ahora será la cuarta carrera de la temporada. En las pasadas dos ediciones los ganadores fueron Lewis Hamilton y Max Verstappen. De la actual parrilla solo hay un piloto que lo corrió como el Gran Premio de San Marino y me refiero, por supuesto, a Fernando Alonso. Él participó en 2001 y luego de 2003 a 2006, consiguiendo una victoria en 2005.
Por cierto, el circuito de Imola dará la bienvenida este año a la primera de las tres carreras sprint programadas para la temporada. ¿Podrán celebrar los tifosi en casa o nos esperan algunas sorpresas? Ya pronto lo sabremos.
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