Marc Márquez aprovechó las horas previas a su vuelo a Sepang para expresar como fue su invierno, como a su vez, que espera del comienzo de esta pretemporada, pues hacía dos años que no podía formar parte de una, ya que las lesiones le dejaban fuera de combate
Desde hace unos años, los inviernos para el chico de Cervera no son como a él le gustaría, ya que en los últimos cuatros años tuvo que pasar por el quirófano para operarse de los respectivos hombros, como a su vez, una diplopía que le dejaban sin entrenar más allá del gimnasio. Por ello, el #93 no sabe con exactitud como definir su invierno, ya que fue cuanto menos complicado para el ocho veces campeón del mundo.
«Si tuviera que elegir una palabra para definir mi invierno no sabría cuál escoger. La verdad es que ha habido bastante incertidumbre, en algunos momentos ha sido un poco caótico, pero quizás se resumiría en que ha vuelto a ser otro invierno difícil. Por momentos no sabía cuándo podría volver a competir o si podría volver a hacerlo al reproducirse la lesión de la diplopía. Han sido unos meses realmente difíciles, con la visión doble es complicado hacer vida normal y necesitaba estar en casa, quieto, así que fue bastante incómodo».
Y es que, a pesar de no haber podido disfrutar del invierno como a él le hubiera gustado, el del Repsol-Honda aprovechó unos días de vacaciones para irse con sus amigos a Granada, y así, poder desconectar tras un periodo cuanto menos complicado.
«Durante el invierno, hice una escapada a Granada con mis amigos que realmente me ayudó mucho a desconectar de todo. Fue algo que no tenía planeado, una cosa de un día para otro, de “vámonos”. Estaba agobiado de estar en casa y los amigos respondieron a la perfección al plan».
Además, actualmente parece estar recuperando su forma física al 100%, ya que se tiró unos meses sin poder ir más allá de la sala del gimnasio, pues tenía prohibido subirse a motos o a Karts por temas de diplopía.
«Estos últimos meses no he podido entrenar como es debido, pero cuando a medianos de enero el Dr. Sánchez me dio el visto bueno para poder subirme encima de una moto, enseguida intensifiqué los entrenamientos para poder llegar a los tests de pretemporada de la mejor forma posible. Durante estas semanas he podido hacer motocross, pilotar la CBR 600, hacer karting… Al principio tenía agujetas, pero cada vez me he ido sintiendo mejor».
Finamente, Marc ya está en modo MotoGP, pues quiso expresar que le van aportar estos días de pretemporada, ya que desde 2020 no podía realizar un día de pretemporada. Pues la lesión del brazo le dejó fuera de juego durante más de un año, por lo que vuelve «más fresco» que nunca a un test.
«Los tests de Sepang me servirán para ver cómo estoy físicamente y, sobre todo, cómo está mi brazo respecto al año pasado. También servirá para ver el trabajo que ha hecho HRC con la nueva moto y ver dónde estamos».
«Además, estoy deseando llegar al calor de Malasia, porque odio el frío, así que no veo el momento de ir y poder volver a la rutina como deportista. Tengo muchas ganas de subirme encima de la MotoGP; solo de pensar en este momento se me pone la piel de gallina».
