Tras su primer año en Honda, Pol Espargaró hizo balance de su paso por la casa de Tokio, como a su vez, de la etapa que vivió en Mattighofen, ya que está hizo que fuera el piloto que es hoy día
Cuando Honda HRC llama a tu puerta, es como si el Real Madrid te llamase para jugar en su equipo, y es que, el pequeño de los Espargaró no pudo rechazar la oferta de Honda, ya que sabe el compromiso que tiene la casa japonesa con el mundial de MotoGP. Sin embargo, la decisión no fue fácil, pues vio y vivió la progresión de los austriacos en la categoría reina, por lo que era cuanto menos difícil decidirse.
“Nunca pensé en el hecho de que podría haber tomado una mala decisión. Porque una vez que te decides, tienes que hacerlo con todo lo que tienes. Si has tomado una decisión equivocada, no es porque no lo hayas pensado, sino porque puede ocurrir. En el momento en que lo decidí, me convencí de que era la mejor opción para mí, y sigo creyendo que fue la mejor decisión para mí, para mi carrera”.
Además, al igual que el resto, Pol reconoció que sus inicios en Honda fueron más difíciles de lo que él habría podido llegar a pensar, debido a que el crítico tren delantero provocó que el #44 tuviera problemas de confianza y entendimiento con la RC213v.
“Por supuesto, en cuanto empecé la temporada, sentí que todo era mucho más difícil de lo que esperaba. Pero también pensé que era normal: equipo nuevo, moto nueva. Y bastante diferente de la KTM, aunque yo hubiera pensado que era bastante similar. Pero a medida que avanzaba el año, mejoraba”.
“El comienzo fue duro para mí y para todos. El hecho de que Marc no estuviera en el equipo me dificultó las cosas, ya que aunque era muy difícil para mí, seguía siendo la Honda más rápida la mayor parte del tiempo. Eso no era normal y también me causaba dificultades. Tenía preguntas a las que no encontraba respuesta. Eso fue un gran problema”.
Y es que, el de Honda consiguió pole y podio en su primer año con la fábrica de Tokio, por lo que esto le permitió liberarse de algo de presión autoimpuesta por su parte. Ya que veía la luz al final del túnel.
“Era una especie de redención, pero no tanto porque lo que hiciste mal ya había salido mal. Pero demostró que puedo hacerlo si todo encaja. Puedo, con esta moto, pero ¿por qué no más a menudo? Más que una redención, fue la confirmación de lo que necesitaba para ser rápido”, continua Pol. “Fue bonito, pero no vino del podio, sino del test de Misano antes de la carrera. Hemos repasado cosas y de repente ha aparecido esta configuración que me ha dado un poco más de confianza y me ha permitido pilotar como quería”.
Finalmente, habló del cambio de concepto que introdujo Honda para este año. Pues se puede ver a simple vista que la moto es muy diferente a lo que nos tenía acostumbrado la casa de Tokio.
“Realmente creo que la moto está ahora más en línea con otros fabricantes. En el pasado, la moto funcionaba de forma muy diferente en términos de agarre trasero, tracción trasera, configuración de entrada en curva. Se podría decir que no parecía estar hecho para estos neumáticos. Los demás fabricantes, fueron capaces de adaptarse a estos neumáticos muy rápidamente. Pero la antigua Honda iba un poco en otra dirección”.
Sabe que este nuevo concepto permite a él y a su Honda entender el comportamiento de las gomas, algo que les costó mucho en el pasado. Por lo que no se descarta para nada.
“Creo que este año volvemos a estar en el juego. Siento que la moto entiende mucho mejor los neumáticos y que a lo largo del año hemos entendido mucho mejor los problemas que tenemos. La nueva moto se basa en soluciones que pensamos el año pasado. Lo que queríamos conseguir, lo hemos conseguido”, añade el del Repsol Honda. “La moto de este año es ciertamente muy diferente. No sé si le viene bien a Marc, pero si eras rápido con la moto anterior, deberías ser súper rápido con la nueva. Porque te da un agarre extra, que siempre ayuda. Es más seguro, más rápido en aceleración y velocidad máxima. La velocidad en las curvas es mejor. Y es más fácil de parar porque la rueda trasera se queda más en el suelo”.
