Jorge Martín tuvo una nueva caída en el día de hoy, sin embargo, el madrileño cree que aun le queda mucho camino hasta saber donde esta el límite de la Ducati
En esta segunda jornada de estos test, y la quinta para el #89, el chico de San Sebastián de los reyes completaba un total de 42 vueltas a falta de 1 hora para la finalización de la sesión, pues consideraba que el trabajo en el día de hoy estaba ya hecho debido a que el viento provocó que este se fuera al suelo, como a su vez, sintiera que no se podía sacar más provecho de la sesión de hoy.
«Sí, sí, la verdad que el tema no es que haya cambiado mucho la cantidad, no la velocidad, pero ayer era en contra dirección de la recta y era favor. Entonces ha dado completamente la vuelta, entonces en las curvas que ayer pérdidas por el viento, pues hoy te ayuda y viceversa no. Entonces he llegado ahí a las 15 que normalmente te ayudaba y nada más levantado la moto y me he caído. Yo creo que con el tema de las alas y son motos con tanta carga que el viento se nota mucho. Se levanta mucho el tren delantero», arrancaba Jorge.
Además, Jorge explica que es lo que más le esta costando en su adaptación de la Ducati, pues no es tanto la velocidad, sino más bien la frenada, ya que por el momento, este, no tiene el punto de referencia cogido como a él le gustaría.
«Llegó demasiado rápido en el momento que tengo que dejar el freno, entonces obviamente no puedo dejar el freno. Y entonces esto conlleva que abro gas un pelín más tarde que el resto, pero bueno, de momento estoy recuperando bastante con la aceleración, pero es un punto que estamos trabajando e intentando entender porque claro, al ser tan nuevo todo, no sé lo que necesito para ayudarme, entonces estamos probando diferentes frenos motores, diferentes settings para ver cómo puedo mejorar en este aspecto».
Las ampollas en las manos está siendo un habitual en los pilotos, ya que llevan mucho tiempo sin montar en sus motos. Aunque Martín, muestra que sus manos están perfectas.
«Tengo las manos perfectas y no me pongo nada, o sea que el motocross del invierno ha merecido la pena, la verdad es que las tengo bastante bien y la verdad que lo agradezco porque tener problemas en las manos es incómodo y sería una, una palabrota», continua Jorge.
A diferencia de otras temporadas, Jorge, como a su vez el resto de pilotos, no podrán rodar en otros circuitos debido a las restricciones gubernamentales. Sin embargo, el chico de Ducati no se muestra frustrado por esto, por lo que intenta sacar la mejor enseñanza de haber podido rodar aquí tantos días.
«Al final tengo que aprovechar lo que me dan, y me dan 6 días. Si hubiese tenido oportunidad de rodar en otra pista, seguro no se, no es un tema de días, es más, un tema de otra pista, no entender otra situación, pero al final es lo que hay, no pienso en qué habría pasado, si no que aprovechó el momento y lo que puedo trabajar lo aprovechó para seguir mejorando».
«Pero creo que sí, al ser tantos días aquí seguro que irá bien en las carreras. Sobre todo en la segunda, pero claro, cuando lleguemos a Portimao, a Jerez, pues seguro, esas carreras será como empezar un poco de cero, y bueno, poco a poco al final es experiencia que vas cogiendo y que tengo que dar vueltas para aprender esta moto».
Finalmente, el joven piloto madrileño desmiente que debutar con una Ducati en MotoGP sea algo peor que hacerlo con una Yamaha.
«No, para nada, la verdad que es una moto increíble, o sea yo lo que más me está costando no es que me cueste, pero es mentalmente entender que como puedes entrar tan rápido a las curvas, o sea, es un tema que con la moto 3 y moto 2 ya entras rápido, pero hay un tope y ya te sientes que estás yendo a tu máximo, pero llegas aquí, vas a tu máximo y, a nivel mental, la velocidad a la que puedes entrar es mucho mayor. O sea, que la moto es increíble y te permite muchísimo, pero bueno, obviamente tendrá sus límites, todavía no he llegado a ellos, pero de momento todo lo que pido a la moto me lo me lo da, así que muy contento de estar aquí en Ducati la verdad», finaliza Jorge.
