El director del equipo Pramac Racing analizó la evolución que ha hecho Jack Miller para convertirse en piloto oficial de Ducati.
Jack Miller es sin duda uno de los hombres del momento en MotoGP. La semana pasada Ducati anunció su ascenso al equipo oficial, sincronizando nuevamente el vinculo entre la fábrica de Borgo Panigale y los pilotos australianos.
Cuando en la historia de una marca hay nombres de tan alto perfil como Casey Stoner, Troy Corser y Troy Bayliss, está claro que el testigo que tendrá que recoger «Jackass» es uno de los realmente importantes. Pero también es la coronación de seis años en MotoGP.
Una aventura que comenzó a una edad muy temprana, con un salto directo desde Moto3, pero que lo ha visto madurar mucho, especialmente en los últimos dos años. Esto es algo que todos hemos visto, y el director del equipo Pramac Racing, Francesco Guidotti, no dudo en recalcarlo.
2019 fue el año de su consagración definitiva, en el que consiguió añadir a su talento la constancia, con cuatro podios y tres primeras filas en la segunda mitad del campeonato.
«Se vio a sí mismo al principio de la temporada, porque llegó cambiado de niño, más maduro y más sólido. Esto también tuvo una correspondencia en el aspecto profesional. También cometió bastantes errores, pero también fue el primer año que estuvo constantemente en las posiciones que cuentan», dijo Guidotti.
«Era una nueva situación para él y se encontró cometiendo ese pequeño error unas cuantas veces que podría arruinar un poco el resultado».
«Al final de la temporada se ha vuelto muy consistente, pero no será suficiente para el equipo oficial. Estos cinco podios y estas primeras filas son importantes en un equipo satélite, pero el objetivo en un equipo oficial es otro, por lo que tendrá que dar un gran salto de calidad de nuevo».
Si finalmente empezamos en Jerez el día 19 de Julio, podremos disfrutar de la sexta temporada en MotoGP del piloto australiano, lo que le convierte en un piloto muy experimentado a pesar de sus 25 años, según Guidotti la verdadera madurez sólo comenzó cuando aterrizó en el Pramac.
«Sin faltar al respeto a nadie, pero honestamente cuando llegó a nosotros en 2018, aunque ya había cumplido tres años en MotoGP, parecía que estaba en su primer o segundo año. Donde estaba antes, obviamente, lo dejaron un poco solo. Era muy joven y probablemente no le habían seguido demasiado», explicó Guidotti.
«Cuando vino a nosotros nos dimos cuenta de que teníamos que trabajar más de lo que pensábamos. Pero también era bueno asimilando rápidamente y entendiendo lo que era importante».
«Por eso la primera temporada con el equipo satélite de Ducati no fue fácil y hubo algunos enfrentamientos, pero Jack entendió que estaban dirigidos a su crecimiento como piloto».
«No fue un primer año fácil, también hubo algunos enfrentamientos verbales bastante fuertes, pero con el mayor respeto, porque siempre hemos creído en su talento y potencial. Comprendió que estos desacuerdos tenían como objetivo crecer juntos y no echarle la culpa a él».
«A partir de entonces creo que también asimiló un poco el sistema de trabajo y en casa trabajó con su manager Aki (Ajo) para mejorar algunos aspectos que necesitaba».
El ascenso de Miller al equipo de fábrica de Ducati, sin embargo, es también una recompensa por el gran trabajo del Pramac Racing, porque es el tercer piloto que llega a las puertas de Bolonia en el espacio de sólo seis años, después de Andrea Iannone y Danilo Petrucci.
«Es una fuente de alegría y orgullo, porque significa que estamos haciendo bien nuestro trabajo y que el contexto es el adecuado. Entonces todas las piezas tienen que estar en el lugar correcto, desde el potencial de la moto al trabajo del equipo, pero claramente también al talento de los pilotos, que ponen el suyo en ello».
«Estos son tres factores que deben existir, de lo contrario no se puede alcanzar la meta. De todos modos, ha sido un piloto de Ducati desde el principio. Todos nuestros pilotos tienen un contrato directo con Ducati. Claramente la llegada al equipo oficial es el objetivo principal y a partir de ahí es difícil para ellos», concluyó.
